Capítulo 51
1321palabras
2024-05-07 17:50
"Pues... ¿Te puedo exigir que renuncies a Heavenly World?"
El hombre tenía una voz encantadora y atractiva, pero sus palabras eran muy crueles.
Summer palideció. "Señor... ¡Señor Harper!"

"¿Cómo osas ofrecerte a mí si pareces un pedazo de basura? ¿Acaso piensas que soy un reciclador?"
En la mirada de Michael se reflejaba una pizca de diversión, pero bastó para que a Summer le temblara la espalda.
Se alejó presurosa de los brazos de Michael. "¡Señor Harper, no me refería a eso!"
Michael empezó a quitarse el abrigo, sobre el que acababa de apoyarse Summer, y lo lanzó a la basura. Después sacó un pañuelo y se limpió las manos. Con gran disgusto añadió: "Pagué por el bien de Layla, no por ti. Deja de comportarte como una z*rra, apesta a basura".
Summer consideraba que no era tan guapa como Layla, pero la consideraban delicada y linda. Al ser calificada de basura por Michael repetidas veces, se sintió muy abochornada.
"Layla se ha convertido en la esposa del presidente del grupo Golden Age. Ella incluso lo ha seducido. Es una z*rra..."

Pero antes de que Summer lograra concluir su discurso, notó que Michael la miraba fijamente. Enseguida se quedó callada.
"Recuerda quién imploró clemencia y te salvó de que te metieran en la cárcel. Te puedo ayudar... ¡Pero también es posible encarcelarte en cualquier momento y hacer que permanezcas en prisión el resto de tu vida!", la voz de Michael era serena. "Cuidado con lo que dices. Si me entero de algún rumor absurdo sobre Layla de la universidad de Azroville, ¡te echaré la culpa a ti y serás tú quien pague con su vida!"
"¡Ding!"
Ni bien llegó el ascensor, Michael soltó el pañuelo en su mano e ingresó al ascensor.

Summer se quedó inmóvil como si un rayo la hubiera golpeado. Se mordió los labios y detestó a Layla con todas sus fuerzas.
Después de confesarle su amor a su adorado superior, este le comentó que le gustaban las chicas buenas y puras como Layla. Por lo tanto, decidió que esta trabajara en Heavenly World para convertirla en una chica impura. Hasta trajo a su superior para que la viera allí. Sin embargo, él continuó insistiendo en que le gustaba Layla y declaró que ella seguía siendo la margarita blanca más hermosa de su corazón.
A pesar de que Layla estaba casada, seguía siendo capaz de seducir a un hombre sobresaliente como Michael.
¿Qué de bueno tenía ella?
¿Por qué a todos les gustaba Layla? En primer lugar su superior... Y ahora, ¿hasta el señor Harper?
¿Acaso todos los hombres eran perros? Sin importar lo que hicieran, ¿estaría bien siempre y cuando fueran bonitas?
A Summer se le llenaron los ojos de lágrimas.
En cuanto vio el pañuelo de marca que Michael no había echado a la basura, Summer rechinó los dientes. Tras comprobar que no había nadie cerca, lo tomó con rapidez, se lo metió en el bolsillo y se marchó apresurada del lugar.
...
Una vez que Dylan, que seguía en el hospital, recibió una llamada del ayudante de Michael y le comunicó que este había dejado en paz a la familia Boyer, soltó un suspiro de alivio. Sin embargo, no pudo resistirse a medir en secreto el valor de su obediente hija... Layla.
Muchas veces fue a ver a Michael, pero este ni siquiera lo recibió. Layla fue a charlar con él una vez, ¿y él dejó marchar a la familia Boyer así como así?
Entonces, podría pedirle a Layla que le solicitara a Michael su colaboración con la familia Boyer. Si conseguía su apoyo, el clan Boyer ascendería a un nivel superior.
Cuando Dylan se encontraba maquinando en su interior, el ayudante de Michael volvió a hablar: "Si bien el señor Harper desistió en su afán de adquirir los terrenos de la familia Boyer por el bien de la señorita Layla, aún... No podemos dejar pasar por alto el asunto de la señorita Zoey por haber fingido ser la novia del señor Harper. Él quiere las tierras recientemente adquiridas por su clan".
Dylan volvió a tener el corazón en un puño. ¡Le había costado mucho esfuerzo conseguir aquel pedazo de tierra!
"Pero... Eh...", otra vez empezó a dolerle el corazón a Dylan. "¡Este pedazo de tierra guarda relación con el futuro de mi familia!"
"Señor Boyer, ¿significa que no quiere vendérselo al señor Harper? En ese caso... Compraremos los bienes de su familia. ¡Este pedazo de tierra será nuestro entonces!", declaró el asistente de Michael.
Dylan estaba a punto de escupir sangre por la boca. No podía más que transigir a regañadientes. "Entonces... ¿Cómo desea comprarlo el señor Harper?"
"A pesar de que es una especie de compensación, en beneficio de la señorita Layla... ¡Lo podemos adquirir por el mismo precio que los Boyer lo compraron! No vamos a dejar que el padre de la señorita Layla pague más. ¿Qué opina... Señor Boyer?", la voz del asistente de Michael se oía muy alegre.
Al comienzo, el auténtico motivo de Michael era conseguir este terreno.
"¡De acuerdo!", Dylan rechinó los dientes y aceptó. "Voy a preparar el contrato y ..."
"¡Es mejor solucionar este tema cuanto antes! Ahora mismo iré al hospital y le haré firmar el contrato. Después, le transferiré el dinero. Por favor, espéreme, me llevará unos 20 minutos".
Acto seguido, el asistente de Michael colgó la llamada.
Tras oír el final de la llamada desde el otro lado del teléfono, el semblante de Dylan se volvió de lo más sombrío.
"¿Qué tal? ¿Logró Layla hacer el trabajo?", inquirió Quinn con cautela.
Dylan observó a Zoey, que se encontraba sentada en el sofá jugando con el teléfono móvil. Arrojó su teléfono y por poco le da a su hija. Esta se llevó tal susto que se levantó asustada.
"¡Papá! ¿Qué haces? ¿Acaso no le rogué a Layla como dijiste? ¡El asistente de Michael también te llamó! ¿Por qué sigues enfadado conmigo?"
"El ayudante de Michael declaró que, como tú est*pida te hiciste pasar por su novia, en beneficio de Layla, no comprarán nuestra empresa, ¡pero sí quieren las tierras de nuestro clan!", le exclamó Dylan a Zoey, tapándose el corazón con la mano con una mirada fea.
"¡Dylan! ¡No te enojes! ¿Otra vez te duele el corazón? ¿Te encuentras bien? ¿Quieres que llame a un médico?", Quinn también era consciente de que Zoey se había metido en un lío esta vez, por lo que no insistió. Le daba miedo que su esposo se enfadara tanto que pudiera pasarle algo, de modo que le frotó el pecho asustada.
"No fue nada fácil para mí adquirir ese pedazo de tierra, ¡pero ahora tengo que entregarlo! Mi corazón...", Dylan sentía un fuerte dolor.
"¡En el peor de los casos, le podría pedir a Layla que volviera a buscar a Michael!", a Zoey no le importó nada. "¿Ella no es muy hábil? A Michael incluso le gusta mucho... Pues que se divierta con él. ¿Acaso no es muy fácil conseguir un pedazo de tierra? ¿Por qué me pegas otra vez?"
"Tú... Tú...", Dylan buscó a su alrededor algo que lanzarle a Zoey.
"¡Zoey! ¿Qué estás diciendo? ¿Intentas hacer enojar a tu padre? ¡Cierra la boca!", Quinn reprendió a Zoey y después volvió a consolar a su esposo. "¡Ya, Dylan! Olvídalo... Si Michael lo quiere, ¡dáselo! ¡Mejor es eso que perder los bienes de la familia!"
Dylan cerró los ojos y se recargó en la cama, mientras decía con voz débil: "Es la única forma..."
Al poco tiempo, el asistente de Michael se presentó para firmar el contrato con Dylan. A este último le dolió de nuevo el corazón.
Luego de relajarse, Dylan, Quinn y Zoey abandonaron la sala.
Zoey agarró a su mamá del brazo y le murmuró: "¡Layla hace honor a ser la hija de una amante! Los métodos que utiliza para seducir a la gente son extraordinarios... Incluso Michael fue engatusado por ella".
"¡Cállate!", Quinn la regañó.