Capítulo 49
1359palabras
2024-05-05 07:50
Los ojos de Summer se abrieron de par en par. "¿Tres... Tres millones? Pero yo... No tengo ese dinero".
Lo único que quería era llevarse el reloj porque le gustaba mucho y era muy bonito.
¿Quién iba a pensar que se vería atrapada en una situación tan peligrosa? Además, no tenía ni idea de que ese reloj fuera tan caro.

Ni hablar de tres millones, ¡ni siquiera tenía tres mil yuanes!
Una persona se burló de la temblorosa Summer y le espetó con una sonrisa: "¿No habías dicho que eras la mejor amiga de la esposa del presidente del grupo Golden Age? ¿Pero ni siquiera puedes pagar tres millones de yuanes?"
La muchacha rica a la que Summer le había robado el reloj la observó con rostro inexpresivo. Tomó el teléfono y exclamó: "Entonces, se acabó el disparate. Llama a la policía".
"¡No! ¡Le ruego que no llame a la policía!", Summer se puso de rodillas en el suelo temblando y abrazó la pierna de la mujer rica. "Por favor, usted es muy generosa. ¿Podría arreglarle el reloj? ¡No lo hice a propósito! Discúlpeme".
La muchacha rica apartó a Summer de una patada con disgusto y añadió con frialdad: "Si al principio te hubieras disculpado como es debido, a lo mejor podría dejarte marchar cuando estuviera de buen humor, pero te empeñaste en hacerme pasar un mal rato. Afirmaste que la esposa del presidente del grupo Golden Age era tu amiga, e incluso rompiste mi reloj. ¿Cómo es posible que te deje ir así de fácil?"
Summer, que había sido apartada de una patada, estaba siendo señalada por todo el mundo. Observó impotente a las personas que la rodeaban. Tenía ganas de pedir ayuda, pero no sabía a quién buscar...

De pronto, vio a Layla de pie en las escaleras.
Le brillaron los ojos como si viera un rayo de esperanza y se acercó a Layla como una loca. "¡Layla! Me ayudarás, ¿no? Nos conocemos y somos compañeras de piso. ¡Te invité a trabajar aquí! Por favor, hazme ese favor. Te lo suplico, ¡no me dejes sola en esto!"
"¡No sé qué ha ocurrido!", Layla no imaginaba lo que había sucedido.
"Rompí accidentalmente el reloj de esa señorita. ¡Ayúdame! Eres la esposa del presidente del grupo Golden Age... ¿Tienes dinero, cierto? ¿Me ayudas a pagarlo? ¡Te lo devolveré! Sin duda lo haré".

A medida que Summer hablaba, acercaba a Layla al grupo de gente. A lo mejor porque sentía que contaba con el apoyo de esta, su tono no era tan sumiso como cuando pedía misericordia. Dijo con firmeza: "¡Ella es la esposa del presidente del grupo Golden Age, Layla, de la Universidad de Azroville! Es mi mejor amiga y me ayudará a pagarlo. ¿Quién admiraría ese reloj tuyo...?"
La mujer rica observó a Layla con cierto desdén en los ojos. "¡En cuanto el grupo Golden Age anunció la boda del presidente, aparecieron todo tipo de z*rras para fingir!"
La amiga de la muchacha rica comentó con una sonrisa: "Ya que es la mujer del presidente, puede darse el lujo de pagar un Patek Phillipe de más de tres millones de yuanes, ¿cierto?"
"¿Más de tres millones?", los ojos de Layla se abrieron de par en par.
"¡Layla! Me vas a ayudar, ¿no?", Summer la observó con expectación.
"Pero Summer, no dispongo de todo ese dinero. ¿Cómo podría ayudarte?", si Layla de verdad tuviera esa cantidad, ¿vendría hasta aquí a trabajar para pagar los gastos médicos de su tío?
Summer se quedó estupefacta al ver a Layla. "¡Eres la esposa del presidente del grupo Golden Age! ¿Acaso tu esposo no te da dinero? ¿Tú y el señor Walsh son siquiera un matrimonio?"
Era como si una mano invisible le hubiera agarrado el corazón. Sintió una sensación de asfixia e incomodidad, y su pequeño rostro palideció al instante.
Correcto. ¿Qué clase de pareja casada eran ellos dos?
Los dos guardaespaldas que se encontraban en la cabina, no muy lejos de allí, se pusieron en pie, pero no intervinieron en ningún momento, porque su jefe les había indicado que no afectaran a la vida cotidiana de Layla. Según parecía ella no corría ningún peligro, así que ambos se quedaron allí, sin intención de meterse en la conversación.
Summer, al ver que Layla tenía la cara pálida, se asustó de que acabara presionándola demasiado y al final nadie la ayudara. Entonces, añadió enseguida: "¡Llama a Jaylah! Ella también se encuentra aquí... Seguro que ha traído dinero".
Entonces, se acordó de Jaylah y sintió como si tuviera a su alcance una esperanza de vida. Presionó a Layla: "¡Pídele que me ayude! ¡Deprisa!"
"¿Por qué debería ayudarte? ¿Qué relación tengo contigo? No tienes vergüenza".
Se oyó la voz de Jaylah detrás de los espectadores. Se acercó con fiereza al lado de Layla y la apartó. Alejó a Summer, que estaba agarrada al brazo de su amiga, y observó a la mujer rica a la que Summer le había robado. "Ya que perdiste el reloj, ¿por qué malgastas el tiempo con ella aquí en vez de llamar a la policía?"
Michael descendió de las escaleras y descubrió que Jaylah y Layla se encontraban en medio de una multitud. El semblante de esta última no era nada bueno, daba la impresión de que se encontraba en una situación difícil.
Entrecerró los ojos y se aproximó hasta allí con las manos en los bolsillos.
En cuanto el gerente vio a Michael, hizo una rápida reverencia y lo saludó. "¡Señor Harper!"
Este hombre poderoso y apuesto se acercó a Layla y volteó la cabeza para mirarla a los ojos. "¿Te han molestado?"
Apenas vio a Michael, Layla se asustó. Sin poder evitarlo, recordó el beso en el reservado y sus orejas se pusieron rojas al instante.
El encargado se adelantó y aclaró la situación en voz baja: "Señor Harper, según parece, la amiga de la señorita Boyer le rompió el reloj a alguien. Ahora esa dama exige una compensación".
Todos sabían que el dueño de Heavenly World era Michael. En ese momento, el gerente le informó gentilmente de la situación, e incluso lo llamó señor Harper. Hasta un t*nto podría adivinar su identidad.
La prepotente muchacha y su amiga se pusieron en pie, y se sintieron un poco incómodas. No estaban seguras de si Michael iba a respaldar a Layla y Summer.
Summer era muy lista. De no ser por Jaylah, habría entrado hace rato al reservado de Michael. A lo mejor en ese momento ellos ya se habrían metido a la cama, y no tendría por qué ser intimidada aquí.
Mientras pensaba en esto, Summer se acercó a toda prisa a Michael y lo observó con lágrimas en los ojos. "Señor Harper, soy la mejor amiga de Layla. Sin querer rompí el reloj de esta mujer. Al ver que era pobre, pensó que le había robado el reloj y que lo había estropeado a propósito. Pero no fue así... ¡Tiene que creerme!"
Summer alargó el brazo cautelosamente para intentar tirar de la manga de Michael, pero los ojos fieros y sombríos de este la asustaron, así que retiró la mano.
"¿Así que no tiene nada que ver contigo?", Michael contempló a Layla con una mirada dulce.
Esta agachó la cabeza y se quedó callada. Summer se puso nerviosa y se apresuró a decirle a Layla: "¿Podrías pedirle al señor Harper que me ayude? ¡No fue mi intención! Somos compañeras de piso y muy buenas amigas. Me conoces perfectamente".
Acto seguido, Summer fijó de nuevo su mirada en Michael. "¡Señor Harper, su ayuda no será en vano! Le pido que me haga este favor. Sin duda, se lo pagaré. No pueden arrestarme y encarcelarme... ¡Mis padres me golpearán a muerte!"
Layla apretó los labios. Ya le había pedido ayuda por el asunto de la familia Boyer. No era capaz de decir otra cosa.
Summer era consciente de que más valía confiar en sí misma que en los demás. Ni siquiera miró a Layla. Se armó de valor y le declaró a Michael: "Señor Harper, aún soy virgen... ¡Estoy dispuesta a venderme a usted! Soy muy obediente... ¡Haré todo lo que me pida! Simplemente tráteme como a una mascota".