Layla oyó los gritos de Holly en cuanto llegó a la puerta de la familia Boyer.
"Son unos monstruos desalmados, ¡por dejar que Layla se case con ese desquiciado de Walsh! Y solo nos dieron un millón de dólares, pero para pagar las facturas médicas de mi esposo. ¿Piensan que somos unos mendigos a los que pueden echar?"
Luego prosiguió: "¡Estoy segura de que obtuvieron una gran cantidad de dinero de la familia Walsh tras casarse con Layla! ¡Así que más vale que me den otro millón o haré que ella se divorcie de ese b*stardo!"

Layla entró a toda prisa a la casa, donde a Quinn empezaba a salirle vapor por las orejas.
...
"¿Tienes la osadía de proclamarte familia de Layla? ¡Fuiste tú quien armó un escándalo cuando tu esposo quiso recuperarla! ¡¿Ahora vienes aquí reclamando una paga luego de que ella se casó?!"
"¡Patrañas!", a Holly le daba igual si su argumento era racional o no. De cualquier manera no podía estar en desventaja. "¡Si el tío de Layla fallece, la culpa recaerá sobre ti! ¡Ya veremos si aún le importas!"
El hecho de ver lo poco razonable que se comportaba su tía provocó que Layla temblara de rabia.
Se acercó y preguntó sin vacilar: "¿Qué has hecho con el dinero de la operación del tío?"

Holly tuvo que emplear unos segundos para recuperarse del impacto de ver a su sobrina aquí. "Lo perdí todo en unas apuestas. Mejor pídele a tu madrastra que nos dé más dinero, ¡apuesto a que tiene un montón tras tu matrimonio!", prosiguió con terquedad.
"¡Que se vaya tu tía!", Quinn las fulminó con la mirada. "¡Ya! ¡Ahora!"
Layla tomó fuerzas antes de sujetar el brazo de Holly y sacarla de la casa de la familia Boyer con todas sus fuerzas.
"¿Con qué derecho apostaste el dinero de la operación de tu esposo, tía?", el tono de la voz de Layla estaba cargado de decepción.

Holly estaba harta de fingir. Curvó los labios. "¡No creí que mi suerte fuera tan mala! Oye, deberías conseguir dinero para comprarle a tu primo una casa como la de los Boyer. ¿Acaso tu esposo no es sumamente rico?"
Layla se quedó pensativa, sin saber si estallar de rabia o echarse a reír.
"¿Por qué tendría que comprarle una casa a tu hijo? Si mi tío fallece, además de hacerte devolver todo el dinero que te dieron los Boyer, ¡me aseguraré de que no pases ni un día de tranquilidad!"
Luego Layla se dio la vuelta para marcharse, sin preocuparle la respuesta de Holly.
Necesitaba encontrar la forma de pagar las facturas médicas de su tío.
A Layla le resultaría imposible recuperar la tarjeta de su cuenta de ahorros ya que estaba en manos de Camron. Aunque lo hiciera, no tenía fondos suficientes para cubrir los gastos.
Había pensado pedirle dinero prestado a Quinn, pero en cuanto entró por la puerta, le cayó encima un termo que le lanzaron.
"¡Chica perversa, hiciste que tu tía viniera aquí a amenazarme! ¡Mi familia no te debe nada! Me he desentendido de todo el dinero que le diste en secreto a tu tío, ¿pero ahora permites que venga a mi casa como una vándala a pedirme más? ¡¿Por quién me tomas?!", exclamó Quinn.
...
"Lo siento mucho. Te juro que no volverán por aquí", se disculpó Layla con sinceridad. "Por favor, ¿puedes prestarme algo de dinero para las facturas de mi tío? Te lo devolveré en cuanto pueda".
En ese momento, Quinn se puso muy molesta.
"¿Acaso no eres la señora Walsh? ¿Por qué continúas pidiéndome dinero cuando ya dispones de millones? Pídele a tu esposo que pague, ¿por qué no lo haces?"