Capítulo 43
772palabras
2024-04-28 09:37
DESPUÉS DEL INCIDENTE entre Adan y Levi, Layla arrastró a Adan a la cocina mientras Levi y su amante subían las escaleras.
Layla le preguntó a Adan la razón por la que se habían enfrentado a puñetazos, y Adan le contó los detalles al respecto.
"¿Sabes qué, Emma? Tu marido es bipolar. Por lo que cuenta Adan, es muy posesivo. ¿Por qué? ¿Qué lo lleva a actuar así? ¿Acaso le gustas o pasa algo entre ustedes dos?". El tono inquisitivo de Layla le dio un poco de miedo a Emma, porque tenía razón.

Y tal vez Levi había reaccionado así porque creía que Adan estaba interesado en ella, y temía que le contara lo de la sala de juegos y todas las torturas que había sufrido. Pero Emma no era así, ella sabía guardar silencio.
"No, a menos que esté empezando a sentir algo hacia ti, Emma", reflexionó Adan; Layla se rio con sarcasmo.
Layla tocó el hombro izquierdo de Adan, lo que hizo que él se pusiera algo incómodo. "¿Sabes qué, guapo? Déjame decirte algo que no sabes, y espero que te quede claro. Emma le pidió un favor a su padre, como el señor Hollis sabía que Levi se opondría, buscaron a su madre y dejaron que la tía Isabella ratificara el acuerdo". Layla levantó una ceja sin apartar la mirada de Adan.
El hombre se acomodó en la silla de madera y puso las manos sobre la mesa. "¿Entonces?".
"Emma es la única que tiene el poder para romper el acuerdo...".
"Layla, basta con eso. Ya está hecho, lo que sea que quisieras insinuar, no lo digas. Ya estoy aquí. ¿Por qué tienes que volver sobre ese tema?", Emma rompió el silencio.

"Es porque hiciste algo incorrecto, Emma, y ahora sufres las consecuencias. Te odio por la decisión que tomaste. Pero te amo, porque soy tu mejor amiga y no soporto el hecho de saber lo que pasa y no poder hacer nada al respecto. Eres terca y siempre lo eliges". Layla negó con la cabeza, era drástica, pero lo hacía porque estaba preocupada por su amiga.
"Le quitaste la libertad, ¿crees que tiene intenciones de darle una oportunidad a tu matrimonio? No creo en absoluto que esté tratando de hacer que la relación funcione, en realidad, eres tú la única que lo desea. Te dije que podemos contarle lo que vimos ese día, luego dependerá de él si nos cree que esa maldita es una embustera o no...".
"Espera", interrumpió Adan.
"¿Tú también lo sabías?", preguntó, lo que hizo que Layla frunciera el ceño, se cruzara de brazos y se apoyara en la silla de Emma.

"¿Y tú también lo sabías?", retrucó Layla mientras levantaba una ceja.
Adan asintió.
"¿Y no le dijiste? ¿Qué clase de amigos son...?".
"Le informé al respecto". Adan se volvió hacia Emma. "¿Recuerdas, Emma, la última vez que vine, cuando me echó?".
Emma asintió.
"Nos vimos después de ese incidente y, créeme, se lo conté. Le dije que había visto a Gianna besando a otro hombre, pero él no me creyó. Ahora estoy tratando de buscar evidencia al respecto, y entiendo por qué Emma le hizo esto". Luego Adan miró a Layla. "Pero Layla también tenía razón, Emma. Conozco a Elías desde hace mucho tiempo, y no se enamorará de nadie con facilidad, sobre todo si se trata de ti, pues me ha dicho que nunca buscará conquistarte ni quererte".
Emma se rio sarcásticamente. "Eso es porque tiene a Gianna. Pero ahora estamos casados, le dará una oportunidad a esta relación".
Layla se dio una palmadita en la frente con la mano derecha. No importaba cómo intentaran convencer a Emma, ella no daba el brazo a torcer.
"No lo sé, Emma. No sé". Layla negó con la cabeza. "Quizás tengas razón y sea una cuestión de tiempo. Esta será la última vez que intentaremos persuadirte de que dejes a Levi". Layla se puso de pie empleando buenos modales y miró por la ventana.
"Ya está anocheciendo, hay que comenzar la minifiesta de barbacoa junto a la piscina. Se me ocurrió un bonito juego", comentó Layla alejándose.
"¿Adónde vas?", preguntó Emma.
"Llamaré a esos dos", respondió ella. "Y Adan". Layla se volvió hacia él. "¿Podrías ayudar a Emma a preparar la comida y a disponerla en la mesa?", le pidió.
Adan asintió; Emma exhaló un profundo suspiro y comenzó a cargar las bandejas.
"Tu amiga es inteligente, deberías pensar como ella".
"¿Perdón?", respondió Emma ofendida. "Sé que no soy tan inteligente, pero no es necesario que me lo recuerdes". Emma puso los ojos en blanco y se dirigió hacia el área de la piscina.