Capítulo 42
750palabras
2024-04-28 09:34
FURIOSA, Layla se dirigió hacia el salón. Si no fuera porque valoraba la decisión de Emma, se habría abalanzado sobre Levi, lo habría golpeado y le habría dado una buena bofetada a su p*ta, de lleno en su repugnante cara.
"Disculpa, Levi. ¿Te puedo pedir prestada a Gianna? Sabes, planeé una minifiesta de barbacoa en la piscina esta noche, y estamos luchando en la cocina. Emma necesita algo de tiempo para prepararse, ¿puede freír el pescado Gianna? Son solo cinco porciones", dijo Layla, lo que hizo que Levi frunciera el ceño. La mujer, que estaba sentada en el regazo de él, la miró altanera.
"¿Gianna? Cocinará... ¿freirá pescado? Imposible", Adan se burló, y esbozó una sonrisa mientras jugaba en línea, en su teléfono.

"¡Perdón! S-sé freír". Jazmín se puso de pie. "Vamos", dijo y caminó hacia la cocina.
Layla fue tras ella y una sonrisa maliciosa apareció en su rostro.
Ni bien las muchachas se fueron, Levi le clavó la mirada a Adan y arremetió contra él. "¿Qué estás haciendo aquí, hijo de p*ta?", lo insultó Levi, lo que hizo que Adan se riera entre dientes, dejara el teléfono a un lado y lo mirara a los ojos.
"Me quedaré aquí hasta que la amiga sexy de Emma se vaya".
No era la respuesta que Levi quería, así que lo amenazó lleno de ira: "No pongas a prueba mi paciencia, Adan. No dudaré en destrozarte...".
"Pues bien, Levi. No tengo miedo".

Levi estaba cada vez más enfadado, y le pidió a Adan hablar a solas en otro sitio, así que se dirigieron hacia la piscina. Cada vez que a Adan le tocaba hablar, optaba por mantener la distancia.
"Tu solicitud ha sido aprobada y empezarás el entrenamiento cuando lo desees, esa es la razón por la que estoy aquí", explicó. Bueno, era cierto, pero quería saber cómo estaba Emma.
Levi le lanzó una mirada fulminante. "Pudiste llamarme por teléfono, si ese era el motivo, ¿no? Además, me dijiste que estarías en una misión durante meses y que no podrías visitarme durante un tiempo. Entonces, ¿por qué estás aquí? No me digas que cambiaste de opinión, porque no me lo creo".
Adan se burló: "¿Por qué volvemos a eso, Levi?".

"Es simple, no quiero que te acerques a Emma".
Adan dejó escapar una carcajada y miró a Levi, no lo podía creer. "Ahora…", se rio entre dientes de nuevo, "eres posesivo con ella. ¿Por qué? ¿Te enamoraste? ¿Tienes miedo de que ella ponga los ojos en otra persona y que se dé cuenta de que solo le harás daño? ¿Que se dé cuenta de que no vales...?".
Adan no pudo terminar lo que tenía para decir, el puño de Levi impactó en el maxilar izquierdo, lo que hizo que su cara diese un brusco viraje hacia la derecha.
"Supiste que era su culpa desde el principio y deberías haberme apoyado, porque yo soy el que está sufriendo a causa de este maldito matrimonio".
Adan apretó los puños, y esta vez no dudó en lanzarle un puñetazo.
"¡Eres un maldito idiota!", Adan gritó. En medio de todo ese alboroto Emma y Gianna se precipitaron hacia ellos.
Emma no llegó a acercarse a Levi, fue Gianna quien lo apartó de Adan. El dolor agudo en su pezón no superó el que sintió cuando se dio cuenta de que había perdido otra oportunidad... otra vez. Gianna había llegado antes, a su lado, en vez de ella.
Emma se volvió hacia Adan y lo ayudó a levantarse, fue entonces cuando, sin querer, el roce en su pecho le provocó un tremendo dolor. Se encontró con los ojos de Adan, sintió que estallaría por dentro de tanto sufrimiento e hizo una mueca.
"Por favor, no pelees más con él", fue todo lo que pudo decir.
Después de un momento, Layla se acercó a ellos. "¿Que pasó aquí?".
Emma le esbozó una sonrisa y se encogió de hombros.
"¿Estás bien?", Emma le preguntó a Adan, que ya se había puesto de pie y miraba en dirección a Levi, que estaba detrás de ella. Ella quería darse la vuelta, pero no quería ver el desprecio en los ojos de su marido.
"El imbécil de tu marido me está mirando... corrección, me está clavando la mirada. Ya tiene una p*ta, pero parece que también te quiere a ti, Emma". Las palabras de Adan sorprendieron tanto a ella como a Layla, quien en realidad lo dudaba, pero a Emma le daba esperanzas.
Anhelaba que hubiera una posibilidad para su relación.