Capítulo 35
1170palabras
2024-04-22 11:01
Ya eran las once y cuarto de la mañana cuando Emma terminó de lavar la ropa. Levi y su p*rra todavía no habían llegado y la comida que les había preparado ya estaba fría. No pudo evitar volver a llorar porque había sido por nada. Levi no le había aclarado si sería el desayuno, el almuerzo o la cena y sentía que era su culpa por no haberle preguntado.
Sin contar que le dolía la espalda y parecía que, en cualquier momento, su cuerpo colapsaría. Cuando Layla le dijo que ya estaba en camino a su casa, se quedó atónita y no supo qué hacer primero. Decidió poner la ropa seca en la canasta grande y llevarla arriba a su habitación para doblarla más tarde.
También se aplicó crema en la espalda. Rompió en llanto de nuevo al ver el lugar donde la había golpeado la taza de Levi. Su piel se había puesto roja y tenía miedo de que le quedara un moretón. Cuando terminó de aplicar la medicina, bajó para cocinarle a su amiga. En cuanto a la comida que le había preparado a la p*rra, tan solo la recalentó.
No sabía que le gustaría comer a Layla y su amiga le había dicho que cocinarían juntas cuando llegara. No obstante, podría llegar cansada y quería servir bien a su invitada, incluso si era su amiga de confianza.
Se encontraba aderezando su ensalada de verduras cuando el timbre sonó. Se quitó los guantes, pero se dejó el delantal, y se dirigió a la puerta.
Se arregló el cabello, recogiéndolo y metiendo algunos mechones rebeldes detrás de su oreja.
Observó el monitor al lado de la puerta, pero no podía ver a nadie, ante lo que frunció el ceño. Tan solo abrió y, para su sorpresa, sus ojos se abrieron como platos ante lo que vio.
"¿Qué haces aquí?"
Era Adan, con una canasta de frutas en su mano izquierda y tres cajas en la derecha.
"¿Puedo pasar?" preguntó el hombre.
Ella abrió la puerta por completo y lo dejó entrar. Estaba a punto de cerrar cuando un taxi llegó a la entrada. El portón principal se había abierto de manera automática gracias al sistema de Cameo Shores. Una vez que alguien pasaba por la entrada, la puerta se abrirá para permitirle entrar. Todos sus datos estaban registrados en el sistema y, como Adan era dueño de Cameo Shores, sabía que estaban a salvo. Después de todo, era amigo de su esposo.
El vehículo se detuvo frente a la casa y no pudo evitar fruncir el ceño al ver a Layla bajando del taxi.
"Ay, p*rra. ¿Por qué te quedas ahí parada?" preguntó Layla, quitándose las gafas de aviador.
Emma sacudió la cabeza y se acercó para darle un abrazo. "¡P*rra! Sí que te gustan mucho las sorpresas."
Se soltaron cuando el taxista dejó a un lado su pequeño equipaje.
"Ven, p*rra," dijo Emma y la llevó al interior de su casa. Cuando entraron, Layla la tocó con el dedo. "¿Quién es ese chico tan sexy?" preguntó mientras apuntaba con sus labios en dirección a Adan, quien ya estaba sentado en el sofá.
"Un amigo de Levi," respondió y llevó a su mejor amiga al sofá.
"Adan, te presto a Layla, mi mejor amiga," la presentó ante el chico. Sabía que Layla estaba interesada en él y estaba dispuesta a ayudarla, pero él era un mujeriego. Tal vez hablarían al respecto tarde, si… estaba en lo correcto sobre las intenciones de su amiga.
"Hola," saludó Adan con una actitud casual antes de girar hacia ella. "¿Dónde pongo esto?" preguntó, señalando las cosas que había traído.
Emma tan solo sonrió, tomó la canasta y dejó una caja de pizza con ellos. "Lo pondré en la cocina. Tan solo quédense aquí y esperen a que les traiga algo de tomar," respondió, alejándose.
De repente, hizo una mueca de dolor cuando sintió una punzada en la espalda.
Una vez que dejó la canasta y las cajas de pizza en la mesa, caminó hacia el refrigerador para sacar una caja grande de jugo de mango. Llenó dos vasos, los puso en una bandeja pequeña y regresó a la sala de estar. Frunció el ceño cuando vio a sus dos invitados. Adan estaba deslizando la pantalla de su celular con desinterés, por lo que ella supuso que tal vez estaba jugando algo. Por otro lado, Layla estaba inclinada en el lado opuesto, observándolo. Sin embargo, el hombre tan solo la ignoraba. Emma sacudió su cabeza ante esta escena.
"Aquí tienen un poco de jugo. Abran la caja de pizza, yo terminaré lo que estaba haciendo, ¿está bien?" preguntó mientras dejaba la bandeja sobre la mesa. Puso un vaso frente a Adan y otro frente a Layla, pero ninguno respondió a lo que ella había dicho.
"Oye." Emma intentó llamar la atención de Adan y se puso a su lado antes de quitarle su teléfono. El hombre soltó un quejido, pero sonrió cuando la miró a los ojos. La mujer enarcó una ceja. "Bebe y come," le dijo, a lo que él asintió. Ella puso los ojos en blanco al ver su reacción.
"Oye, Layla. Límpiate la baba…"
"No estoy babeando," reaccionó Layla. Emma comenzó a reír ante la reacción de su amiga, pero se detuvo cuando su mirada se encontró con la de Levi, quien acababa de entrar.
"Bebé..."
De pronto, le dio la espalda y regresó a la cocina. ¡Había venido con su p*ta! No sabía si Levi la había visto sonreír de nuevo y ella no sabía qué haría si la hubiera visto.
"¿Qué haces aquí, Adan?" preguntó Levi, caminando hacia la sala de estar.
Su amigo sonrió y lo miró. "Creo que merezco una disculpa después de que me golpeaste..."
"Solo vete de mi casa…"
"Oye, Levi," lo llamó Layla. "Soy Layla. No tienes que ser grosero con tu amigo tan guapo. Siéntate y comamos algo antes de que Emma nos llame para almorzar."
El hombre le lanzó una mirada aburrida antes de sentarse.
De repente, los ojos de los dos invitados se abrieron de par en par y la chica jadeó al ver que Gianna se sentó en su regazo. No obstante, Layla volvió en sí casi de inmediato.
"Hola, Gianna. No sabía que estabas aquí. Solo para que lo sepas, hay dos sofás grandes y cuatro individuales. Dos de ellos están libres, así que elige, el grande o... bueno, ambos son grandes," comentó Layla mientras soltaba una carcajada y Adan hacía lo mismo.
"Tiene razón, Gianna. Además, parece que Levi no se siente cómodo contigo ahí en esa posición," añadió Adan.
"Pero si solo me senté en el reposabrazos. Bebé..."
"¿Bebé? ¿Es en serio, Levi?" preguntó Layla sorprendida ya que Emma le había dicho que su esposo estaba intentando hacer que su matrimonio funcionara.
Emma estaba justo regresando a la sala para llamarlos a comer cuando escuchó a Layla hablar. Antes de que Levi pudiera responderle, su esposa se abalanzó sobre su amiga y la llevó a un lado.