Emma metió una carga de ropa en la lavadora antes de regresar a la cocina para prepararse algo. Cuando estaba a punto de abrir el refrigerador, Levi caminó hacia ella.
"Iré a buscar a Gianna, debes prepararle algo de comer," le ordenó.
La chica tan solo asintió y le dio la espalda. Luego tiró de una silla y comenzó a comer, pero se detuvo cuando Levi acercó una silla frente a ella y se sentó.

No obstante, lo ignoró y siguió comiendo, sin molestarse en siquiera mirarlo a la cara. Cuando terminó, se puso de pie y se dirigió al lavadero, ignorándolo todo el tiempo. Al fin y al cabo, si alguna vez ella intentaba iniciar una conversación con él, su esposo actuaba de manera grosera, lo que la hacía cerrar la boca.
Levi estaba bebiendo una taza de café mientras observaba la espalda de su mujer. Su repentino trato hacia él no le parecía nada agradable, lo hacía enojar. ¿Cómo tenía las agallas de ignorarlo?
Terminó de tomar su café, caminó hacia donde estaba ella y dejó la taza en el fregadero. Emma miró su mano de reojo. Solo observó su mano… no su cara. Esto era algo nuevo para él ya que su esposa siempre lo miraba a los ojos.
La chica dejó de hacer lo que estaba haciendo, esperando que Levi soltara su taza. No obstante, él se quedó así unos cuantos segundos, sujetando el asa. Ella comenzó a irritarse un poco ya que estaba encima del plato que necesitaba enjuagar. Soltó un profundo suspiro e intentó quitarle la taza de la mano, pero Levi apretó más fuerte. Emma cerró los ojos para no perder el control y decirle algo.
"Emma, no estamos jugando a que me ignores y te quedes callada..."
"Solo deja la taza ahí, Levi, por favor," respondió, pero no lo miró a los ojos en ningún momento. Cogió el plato y la cuchara debajo de su mano, y siguió enjuagándolos. Solo estaba lavando dos cosas, pero le estaba tomando demasiado tiempo porque Levi la estaba molestando.

Aunque, se sentía un poco feliz de que pasara tiempo con ella por primera vez. Era la primera vez que se acercaba a ella para lo que se podría considerar "molestarla".
"Gianna debe estar esperándote. Pon eso ahí." A pesar de estas palabras, Levi no respondió.
Entonces, Emma se alejó de él, pero cuando estaba a unos metros de distancia, un objeto duro la golpeó en la espalda. Gimió de dolor y casi se cayó al suelo cuando no pudo sostenerse en la mesa. Luego se escuchó un fuerte crujido. Se tocó la espalda mientras unas lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos… de nuevo. Mientras gemía de dolor, comenzó a quejarse.
Volteó hacia Levi, quien le había arrojado una taza a la espalda, y gritó con su voz mezclada con un quejido estridente: "¡¿Por qué?!"

"Odio cuando las personas osan ignorarme. ¡Sobre todo si esa persona eres tú!" exclamó mientras se alejaba de la cocina.
La chica se quedó sola, llorando de dolor. Débil, se sentó en la silla mientras se tocaba la espalda. La taza había impactado en la parte baja, por encima de su cintura, golpeando su columna. Sus sollozos hacían eco en el lugar mientras se masajeaba para que no se hinchara.
"Mamá…" susurró mientras sollozaba. Sin embargo, sabía muy bien que no podía hacer nada al respecto. Amaba a Levi y sabía que todavía existía una oportunidad entre ellos. Seguiría soportándolo. Se estremeció de dolor cuando se puso de pie. Por mucho que le hubiera gustado quedarse sentada por un rato, tenía que terminar de lavar la ropa. Si se quedaba llorando porque Levi la había golpeado con una taza, no podría hacer nada. Además, Layla vendría en la tarde y también tenía que preparar algo de comer para la p*rra.
"¿Por qué no comen afuera como siempre?"