Capítulo 11
707palabras
2024-01-22 09:35
Raelynn se desplomó sobre el colchón y hundió la cara en las sábanas, devanándose los sesos acerca de lo egoísta que sería arrastrarse ante Damien para conseguir su perdón y que le diera una oportunidad para enmendar todo aquello. Sin embargo, ya no se fiaba de sí misma en lo que respectaba a Rodrigo.
Agarró su teléfono distraídamente para echarle un vistazo a todas las nuevas fotos y chismorreos que habían ido apareciendo en la redes entre las tres y las ocho de la tarde.
'¿Estás despierta?', le llegó otro mensaje de Lyla.
'¿Desde cuándo estás tú tan ocupada? Holaaa... Llámame...', le ponía por escrito Ariana.
'Ahora que eres su prometida, ¿significa eso que puedes mantener relaciones sexuales?', vio un mensaje de su madre, acompañado de un millón de llamadas perdidas suyas. Qué irónico que fuera ella quien, cuando Raelynn tenía nueve años, le dijo que tener s*xo con alguien era besarse, y así es como las chicas se quedaban embarazadas.
Le habían llegado notificaciones de unos cuantos amigos, con algunos de los cuales no se hablaba desde la universidad, preguntándole que cómo había hecho para dar semejante braguetazo. También vio una llamada perdida de un número desconocido, cosa que decidió ignorar por completo.
Después de ducharse y terminar de empaquetar las pocas cosas que le faltaban, abrió la nevera para sacar las sobras de la noche anterior. Mientras se preparaba un chai, le llegó entonces otra llamada entrante del mismo número desconocido de antes.
"¿Hablo con Raelynn? Soy la abuela de Rodrigo."
La muchacha, sobresaltada y nerviosa por aquella situación inesperada y extraña, se puso a pasear frenéticamente por la cocina, derramando por el camino la leche hirviendo de la cacerola sobre uno de los fuegos de la cocina.
"No, aún no he desayunado... Vale, estaré allí en unos cuarenta minutos...", fue respondiendo ella a sus preguntas, mirando el mapa.
"Voy a enviar a mi chófer.", le dejó dicho la mujer mayor, antes de colgar sin más.
Raelynn abrió rápidamente su portátil y se puso a buscar información acerca de los abuelos de Rodrigo, llegando a tener abiertas como diez o doce pestañas distintas a la vez. Finalmente, encontró un artículo de hacía un par de décadas.
'Las dos mujeres más queridas de Álvaro Carlos Casares, su esposa y su madre, murieron en esta explosión. Encontraron sus cuerpos entre los escombros junto con Rodrigo, su único hijo, llorando y herido, quien enseguida fue hospitalizado. Se trata de un claro y deliberado boiicot, cuya intención era la de acabar con ellos..."
Raelynn siguió descubriendo más y más casos de ataques, sabotajes y demás ardides en contra de Rodrigo y su padre. De hecho, solía ser el propio Álvaro el foco principal de los sicarios o secuestradores de turno, motivo por el cual dicho hombre solía ir acompañado de bastante personal de seguridad.
Recibió una llamada del conductor, que ya la estaba esperando en la puerta. De repente entró en pánico, creyendo que ahora ella también estaría en el punto de mira como el resto de los allegados a Rodrigo. Así, llamó a este último inmediatamente.
No cogió la primera llamada, la segunda la cortó al tercer timbre, y a la tercera fue la vencida.
"No me toques los huevos ahora mismo, Raelynn, que no estoy de humor."
"Alguien que decía ser tu abuela me acaba de llamar para pedirme que vaya a verla, y ha mandado a un hombre para que venga a recogerme. Ahora mismo le estoy mirando a través del ojo de la cerradura, y tiene una pinta bastante sospechosa. ¿De verdad crees que ha sido tu abuela la que me ha contactado?"
"¿Desde qué número te llamó?"
"Termina en 6033."
"Sí, esa es mi abuela materna. ¿Y el número del chófer termina en 1217?"
"Sí."
"¿Especificó para qué quería verte en persona?"
"No. ¿Me invento una excusa, que tengo gastroenteritis o algo así? Es que me ha pedido que desayunemos juntas."
'No, desayuna con ella y ya está, pero no la mates con tu cotorreo, que todavía me duele la cabeza de escucharte ayer. Mi abuela tiene la presión arterial mal y jaquecas recurrentes, así que comídete un poco con ella, te lo pido..."
Raelynn le colgó de golpe, ante de abrir la puerta.