Capítulo 66
1057palabras
2024-03-03 13:59
Cuando levanto la cabeza mi mirada se une con la de él, me molesta verlo sonriendo tan divertido, me sorprende como no le remuerde la conciencia ni un poco todo el mal que a echo, se acerca mucho a mí, tengo unas ganas de gritarle en la cara que es un ser despreciable, el comienza a reír de nuevo se inclina con todas las intenciones de quitarme el pañuelo de la boca.
— ¿Qué pasó? ¿Quieres decir algo?
— Ni se te ocurra quitarle ese trapo de la boca
Una mujer aparece desde la oscuridad, mis ojos se abren de par en par al principio pero después la fulmino con la mirada, la mujer, es nada más y nada menos que Cristina, aparece triunfante y sonriente en el lugar, en verdad de ella no me sorprende tanto como lo esperaba, curiosamente a estado involucrada y presente en mis desgracias desde siempre; lo único que sé, es que en verdad me siento estúpida con lo que a Roberto respecta, es una persona terrible y lo tuve tanto tiempo cerca como puede ser que no me di cuenta.... pero bueno en ese entonces era ciega en más de un sentido, no puedo creer que Mort tuviera razón.
— Ay Valeria... han pasado ya 50 años desde la última vez que pasamos por esto.... Que tienes tu para gustarle a él que yo no...
Arrugo la frente ante el comentario, se me hace extraño, pero en más de una ocasión me amenazo para alejarme de Mort ya que supongo se encapricho con él pero que quiere decir con eso de que han pasado 50 años... en ese tiempo... no, como es que ella... siento que mi cabeza va a explotar.
— ¿Ya ataste cabos? Eres tan tonta que no te has dado cuenta, a este punto estoy segura de que Mort ya te conto la historia de la bruja que los separo... y si soy yo, en el transcurso de estos años me eh encargado que tengas una vida triste y miserable.
Muevo la cabeza y mi cuerpo como una completa loca, hasta que por fin logro liberar mi boca, tanto ella como Roberto abren mucho los ojos y ella parece estar a punto de correr, pero se detiene al escucharme gritar.
— ¿¡Por qué?! ¿¡Yo que te hice para que fueras tan mala conmigo o me tengas tanto odio...?! - sus ojos se llenan de rabia y se tornan de un color morado brillante.
— Porque él me desprecio innumerables veces por ti, ¡a mí! un ser inmortal, bello y poderoso por una maldita humana ordinaria, ustedes no bebieron de estar juntos nunca, pero él prefirió sufrir a tu lado en lugar de ser feliz conmigo, si mueres lejos de Mort él perderá el rastro de tu alma y le será imposible encontrarte en tu siguiente vida, así será siempre si él no me escoge a mí, yo me encargare que no sea feliz a tu lado y hacer tu existencia miserable vida tras vida.
Desde que naciste me encargué de que Mónica te tratará mal, al crecer nunca mostraste ningún interés en un hombre hasta en la universidad... Jair, al darme cuenta que también le gustabas a él no permitiría que tuvieran su felices para siempre, con lo que no contaba es que tuvieras tanta suerte en esta vida, reencontrándote con Jair y siendo una heredera millonaria, mágicamente te convertiste en la ídolo de todos, fue difícil manipularlos hasta ese entonces, pero de repente saliste embarazada, ese bebe significaría mi fracaso si nacía así que... tuve que encargarme de que no llegara a este mundo, con eso nuevamente tome el control, todos te odiaron por eso, como estabas dando muchos problemas lo mejor era acabar contigo se una manera indirecta y discreta, ya sabes lo demás de la historia...
— ¡¡Eres una malita!! ¡¿Como pudiste hacerme eso?!
Mi bebe... ella... Mort tenía razón, lloro de una manera desconsolada, como es que la ambición y la obsesión pueden llevar a alguien a esos extremos, a hacer tanto mal a quienes no lo merecen todo para conseguir lo que desean.
— Tenía que... como te dije si ese bebé nacía tus padres, Jair los cuidaran como lo más preciado del mundo, Mónica siempre quiso más bebes pero era estéril y Jair estaba loco por convertirse en padre, si ese bebe nacía ambos quedarían cautivador y embebidos con el mocoso... o mocosa y perdería a mis dos piezas importantes en mi juego contra ti, por eso te ocasione el aborto, al perder algo tan deseado e importante para ellos también, fue fácil poner a todos a tu alrededor en tu contra, Jair, Mónica... haciéndolos creer que tú, te habías deshecho del bebé, que eras muy mala persona... a Mónica fue fácil manipularla pero Jair... me costó un poco más pero era fácil mantenerlo a raya, solo había que recordarle lo que hiciste con el bebé para que se olvidara de entrar en esa habitación donde estabas encerrada... y bueno Roberto pensé que era una amenaza al estar de tu lado, luego descubrí que ya tenía sus problemas contra ti así que fue fácil hacernos aleados.
— Para mí fue todo un honor tener a una deidad como usted de mi lado... espero una buena recompensa por ayudarla.
Roberto habla y se dirige a Cristina, Clili ya ni se cuál es su verdadero nombre, ella sonríe y asiente,
— Recuerda que nada es gratis en esta vida, espero alguna ofrenda y tu adoración a futuro, pero al ayudarme en esto te daré protección y poder para esconderte de la muerte, y vaya que la necesitaras cuando se dé cuenta de lo que le hicimos a su amada.
Ambos sonríen de una manera perversa, ellos son malos sin duda, Roberto intentó dañarme desde hace mucho, al igual que al pobre señor Uriel y quien sabe a quiénes más no dañaran estos dos juntos... la muerte no me gusta siento que no tengo el poder de decidir quién debe vivir y quien no, si llamo a Mort sin duda matara a estos dos, no deseo que nadie muera pero... considero que es lo correcto, que es lo que se debe hacer, en ocasiones la mera existencia de algunas personas es perjudicante para otros y bueno de estos dos no se puede esperar nada bueno.