Capítulo 42
1305palabras
2024-02-04 13:40
Estoy en el hospital, escondida en un piso superior en donde tienen a mi padre, en parte las palabras de mi madre tenían un poco de razón, la única información que tengo por el momento es que tuvo un ataque al corazón causado por un fuerte estrés y sin duda esta algo grave.
No puedo evitar sentirme culpable, muy culpable, me remuerde la conciencia y en parte me arrepiento de lo que le echo, no era mi intención causarle algo así; me encuentro en dilema con mis emociones, rependiendome por mis antiguas actitudes.
Estamos actuando con discreción ya que mi madre está en el lugar y estoy segura que no me permitirá ver a mi padre o iniciara todo un escándalo, lo menos que necesito ahorita es estar envuelta en más polémica.

Mort está haciendo todos los movimientos mientras yo permanezco aquí, ansiosa y con los nervios de punta; por medio de una enfermera nos encargamos de que preguntara a mi padre si podría entrar a verlo, no tenía intencion alguna de molestar o llegar por sorpresa y él se pusiera más mal, curiosamente respondió que estaba esperando con desesperación mi llegada; por ahora Mort se tiene que encargar de alejar a mi madre para yo poder entrar a la habitación.
Camino desesperadamente de un lado a otro mientras muerdo ligeramente mis uñas un tanto largas y arregladas, tiendo a sobre pensar mucho, y en este momento mi mente está en todo y nada a la vez, una mano se posa sobre mi hombro, me reconforta encontrarme con esos ojos celestes que me vuelven loca casi siempre.
— Tu madre recibió una llamada y salió de el hospital no estoy seguro a donde o cuanto tardará así que es el momento perfecto para entrar.
— Bien...
Ambos caminamos con rapidez por el pasillo rumbo al elevador; no se como describir mi sentir en estos momentos, mis emociones y sentimientos esta tan revueltos y desordenados. Mi corazón empieza a latir a gran velocidad, y un sentimiento de incertidumbre me carcome el pecho.
Conforme nos acercamos a la habitación no puedo evitar sentir un nudo en la garganta que no hace más que intensificar junto con un gran sentimiento de culpa.

Nos detenemos al frente de la habitación, estoy estática al frente, siento que mis extremidades tiemblan ligeramente... Mort posa su mano en el pomo de la puerta causandome un escalofrío que recorre mi cuerpo completamente, permanezco con la mirada perdida en su mano, lo siguiente que llega a mis oídos es su voz, habla en un tono bajo como si se dirigiera a una niña pequeña.
— Estaré aquí esperando por si me necesitas, de acuerdo, tranquila....
— El esta aquí por mi culpa....
Mis ojos empiezan a humedecerse, me sale un hilo de voz cargado de sentimiento amenazando con iniciar a llorar, Mort aparta su mano de la puerta y pone ambas manos sobre mis hombros girandome para verlo de frente.

Esta vez no detecto nada en su mirada, ni calidez ni tristeza... nada, lo cuál me parece extraño ya que el es muy expresivo.
— No digas eso ¿de acuerdo?.– me habla tan despacio para que mi padre dentro de la habitación no nos escuché .— No te abrazo porque sin duda empezarás a llorar, se que es un momento difícil para ti, todo esto es tan repentino y no tuve ni tiempo de tratar de consolarte un poco, pero lo que le paso a tu padre no es culpa tuya, escuchaste lo que dijo la enfermera, el ya tenía problemas del corazón hace tiempo... me encantaría entrar contigo pero creo que necesitan estar solos pero Valeria, porque lo veas en ese estado no dejes que te hable mal como lo hace tu madre
Asiento rápidamente levantando el rostro para regresar las lágrimas, Mort tiene razón, probablemente mi madre y él estén tratando de utilizar esta tragedia en mi contra, para hacerme sentir mal, y debo decir que da muy buenos resultados pero no debo ser tan débil.
Suspiro y yo misma me pongo frente a la puerta y la abro, lo primero que llega a mis oídos es el sonido de las máquinas conectadas a mi padre que dejan apreciar el sonido de sus débiles latidos.
Aprieto los labios en cuanto entro y lo miró, en verdad no es fácil y a pesar de que hace unos segundos dije que iba a ser fuerte no pude, es una imagen desgarradora para mi, las lagrimas se empiezan aglomerar en mi ojos; mi padre el verme abre mucho los suyos.
Jamás me había mirado con esa emoción y arrepintiendo a la vez.
— Valeria... pequeña si veniste, gracias...
Me acerco a la camilla, sentándome en la silla que está al lado de él, me resulta tan extraño que me agradezca por venir a verlo, la idea de que fuera un plan para hacerme sentir mal se evapora instantáneamente, mi padre no está en una posición hostil, además de que me habla de una manera tan suave con la que jamás me había hablado.
— Papá... yo lamento tanto... – Ni siquiera me deja terminar de hablar, me interrumpe posando su cálida mano sobre la mía que descansaba al borde de la cama.
— No Valeria, tu no me debes disculpas de nada, no merezco lástima y mucho menos tu perdón, soy consiente de eso, todos estos años fui un padre horrible, ausente e injusto
De pronto empieza a toser con fuerza, el ritmo de su corazón se acelera lo cuál hace que las máquinas comiencen a sonar mucho más fuerte asustandome.
— Llamaré a un doctor, no te esfuerces...– intente levantarme pero apretó con más fuerza mi mano
— No Valeria... – el ritmo de su corazón comenzó a estabilizarse, me acomode en el asiento nuevamente sin dejar de ver con preocupación la máquina.— No quiero que me salven, pero no me puedo ir aún hay algo importante que tengo que hablar contigo antes de dejar este mundo...
— Papá... – las lagrimas corren por mis mejillas .– No digas eso, haré que te lleven al mejor hospital, para que te atiendan los mejores doctores
El empezó a negar con la cabeza.
— No Val... en verdad quiero morir ya... quiero reunirme con el amor de mi vida.
— Ooh...
Agacho la cabeza, sus palabras me dejan pensando en mucho, probablemente papá tuvo un amor en el pasado, quizás mi madre quedo embarazada por accidente de mi o que se yo, y él se caso con ella perdiendo la oportunidad de ser feliz con esa mujer que dice... tiene sentido, quizás por eso nunca fue tan afectivo conmigo hasta cierto punto justificaría un poco el comportamiento de mamá también, aunque describir que soy un ser indeseable que llego a arruinar la vida de más de uno no es gratificante.
— Valeria... Lo que te voy a decir no es fácil... después de enterarte de todo si quieres odiarme hazlo, lo merezco y lo entenderé pero mereces saber la verdad...
— ¿De qué estás hablando?
Levanto el rostro para verlo directamente a los ojos, no entiendo de lo que habla pero tengo el presentimiento de que la hipótesis que acabo de desarrollar tiene que ver con su confesión.
— Yo.... hace muchos años atrás... me enamore perdidamente de una mujer... ella era perfecta, encantadora, era una completa belleza tanto por dentro como por fuera... – No puedo creer lo que escucho, me parece sorprendente a verlo adivinado, pero supongo que eso era más que obvio tomando en cuenta su actitud conmigo a lo largo de tantos años, de pronto continua hablando.– Esa mujer... se llamaba Valeria... tu verdadera madre.
Mi rostro se desencaja totalmente, mi corazón se detiene y mi mente se queda en blanco de pronto, estoy escuchando mal acaso... ¿¡como que mi verdadera madre?!