Capítulo 38
1286palabras
2024-01-30 10:05
El equipo de cámaras se está instalado en la sala, la reportera Alicia aún no llega a casa, pero está en camino, me puse un bonito conjunto de camisa de manga larga blanca, pantalón de vestir holgado negro y zapatillas, dejé mi cabello suelto ya que se encuentra un poco húmedo.
Bajo la cabeza hasta mis manos, hablar frente a muchas personas nunca fue lo mío, de solo pensar que varias personas me miraran mis manos comienzan a templar ligeramente; hasta que de pronto un par de manos grandes y frías toman las mías.
— Tranquila. – levanto la cabeza para toparme con esos ojos celestes hermosos, brillantes como las estrellas, lleva una de sus manos hasta a mi cabello, donde acomoda un mechón detrás de mi oreja. — No estés nerviosa, tú eres fuerte
— Gracias... – le digo con voz baja, más que nada un susurro, es que cuando estoy cerca de él y percibo su enigmático aroma es como si flotará entre las nubes.
— Valeria Palacios... después de más de un año por fin aceptaste la entrevista.
La voz de la reportera Alicia me hace dar un brinco lo bueno que ella no fue capaz de notar todo en su totalidad ya que la imponente figura de Mort me cubría, el se hizo a un lado, cuando Alicia logró contemplarlo de frente en sus mejillas apareció un pequeño rubor.
Ella es una mujer de cabello cobrizo, piel blanca con algunas pecas en sus mejillas, una complexión física menuda, esta vestida muy elegante con un vestido y zapatillas rojas.
— Bueno, tú sabes que eso de hablar sobre mí y ante las personas no es lo mío, pero dentro de poco sabrás por qué acepte hasta ahora... ¿Empezamos?
— Por supuesto vamos....
Ambas tomamos asiento ella está al lado de mí, al frente tenemos un cámara, luces y un equipo de varias personas sin contar a Mort y Consuelo que también nos observan.
La cámara enciende una luz verde que indica que estamos al aire, Alicia empieza hablar dando una introducción y mencionando a la empresa de publicidad para la que trabaja... suspiro, esto será difícil.
— Gracias por recibirme en tu casa Señorita Palacios, sí que hace honor a tu apellido. – Sonrío algo nerviosa y bajo la cabeza, dios hace calor. — Bien Señorita Palacios no sé por dónde empezar pero que tal con la noticia que se filtró a los medios sobre que corriste a tu madre a la calle, supongo que ya sabes lo que la mayoría de la gente piensa sobre eso, es un escándalo fuerte que podría afectar las acciones de tus empresas.
— Si lose, pero en si yo no la corrí... hace meses caí enferma en cama, estando en esa posición me di cuenta de que la familia no es siempre buena, mis padres dieron por hecho que moriría y no solo ellos mi ex esposo incluido también, estaban ansiosos por mi muerte para quedarse con todo lo mío, no contaban con que me recuperara y al hacerlo y descubrir sus traiciones me deslinde de todos ellos. La casa en donde mi madre vivía efectivamente era de ella, pero no estaba liquidada en su totalidad y yo dejé de pagarla.
— ¿No crees que es algo cruel hacerle eso a tus padres?
Sabía que estas preguntas llegarían en cualquier momento, no importa que tanto me hicieron ellos, la gente siempre se fija cuando uno explota, pero no todo los que tuvo que aguantar para llegar a ese punto.
– No, porque sé que ellos tienen una casa, ellos tienen un techo al cuál ir, crueles fueron ellos, que al terminar la universidad me echaron de casa, a la calle, sin trabajo, sin comida, ni techo pase varias noches durmiendo en hoteles baratos, trabajando para pagar un techo en el cuál dormir y cuando no alcanzaba me tocaba dormir en la intemperie. – Alicia abrió mucho los ojos, no puedo con esa mirada de entre lástima y asombro.
— ¿En verdad?
— No tendría por qué mentir, tengo testigos que lo pueden confirmar, como la mujer que me acogió como su hija, una completa desconocida me brindó un hogar cuando yo no tenía a nadie más, y no fue solo eso ellos siempre fueron malos conmigo, ellos siempre me trataron mal, y aun así cuando logré tenerlo todo no dudé en darles a manos llenas, compartir con todo ellos y mi objetivo al decir todo esto no es hacerme la víctima si no el dejar a relucir que clase de personas fueron ellos conmigo y el porqué de mis acciones, tarde o temprano todos se cansan de ser buenos con quienes no lo merecen.
— Debe ser difícil para ti ver que a pesar de todo lo que hiciste por ellos busquen la manera de perjudicarte.
— Son mal agradecidos, estar al borde de la muerte me sirvió para darme cuenta de que no necesito ese tipo de personas a mi alrededor. A veces los desconocidos resultan ser mejores que la propia familia.
— Y lo que te paso queda como evidencia de tus palabras... ¿Qué me dices de tu ex marido? Antes de tu reaparición se rumoreaba un romance entre él y una chica llamada Cristina, pero al tu aparecer y su repentino divorcio empezó a decirse que tenías un amorío con tu escolta personal y esa fue la razón de su divorcio.
Amorío entre yo y Mort... demonios se me vino a la cabeza el beso de aquella noche, no, no puede ser, tranquila Valeria relájate; me costó mucho, pero creo que no estoy roja como un tomate, pero lo menos no siento ese calor en mis mejillas lo cual sería fatal.
— La razón de mi divorcio con Jair fue porque descubrí a él y la tal Cristina teniendo relaciones en la que era nuestra habitación, que por cierto Cristina era mi mejor amiga y con respecto a mi escolta, no tenemos ninguna relación amorosa, si lo dicen porque él fue al baile conmigo pues, la razón es porque no tengo amigos, no había nadie más que me acompañara y no quería ir sola.
— Entiendo– ella agachó la cabeza sonriente como si le causara un gran alivio el saber que no éramos nada yo y él. – Te a tocado una vida difícil e Valeria...
— Bastante, pero no me rendiré, y a todas esas personas que en el pasado me humillaron, manipularon y trataron mal, no me queda más que decirles que ya no soy la misma Valeria con la que jugaban a su antojo, no volveré agachar la cabeza nunca más, ya no me siento sola como antes, tengo maravillosas personas a mi lado ahora.
Espero que esas palabras lleguen a los oídos de todas esas personas que buscan hacerme mal, ya no estoy sola y no soy tan débil como lo fui antes.
El resto de la entrevista ya dejando a un lado las habladurías del momento y haberlas aclarado, empezaron las preguntas del ámbito profesional.
Cuando la entrevista terminó me despedí de Alicia y después de mucho contenerme miré a Mort, cuando nuestros ojos se encontraron una reluciente sonrisa se dibujó en el rostro, haciéndome sonreír a mí también.
Sonrisa que se me borró de inmediato cuando miro a Alicia acercarse a Mort y tomarlo del brazo... se le acerca de una manera tan provocadora, pega sus pechos a él intencionalmente al no sé "abrazarlo" después le da un papel en blanco que él toma y le echa un vistazo.
Es increíble ¿cómo Mort? ¡¿Porque toma ese papel?! Si siquiera recapacito en mis acciones me giro y voy a encerrar directo en mi habitación como una pequeña emberrinchada.