Capítulo 37
1259palabras
2024-01-28 14:38
Las puertas de mi casa se abren de par en par y soy la primera en entrar, cierro los ojos, me dejo deleitar con el aroma floral a alguna vela aromática por ahí.
Extrañaba mi hogar, ya pasó un mes desde mi atentado que estuve hospitalizada, en ese tiempo mamá Consuelo y Mort estuvieron muy al pendiente de mí, es agradable tener otro aroma, en verdad solo de recordar el olor a desinfectante del hospital me causa escalofríos.
Fueron días largos, muchos tipos de estudios y en ocasiones algunas complicaciones con mis heridas, pero al final de cuentas todo bien.
— Bienvenida My lady, lamento decirte que salió de su zona segura para entrar en terreno peligroso de nuevo, pero puedo garantizar que aquí en su fortaleza está a salvo.
— Tenemos una plática pendiente me hiciste esperar mucho... vamos al despacho.
Mort sonríe de esa manera que me hace perder el aliento, durante este mes fue más atento, más lindo más de todo... en más de una ocasión estuve a punto de tocar el tema de su "chica especial" pero no tuve el valor además de que no era el momento probablemente pero más que nada es porque no sé de qué manera empezar con esa conversación.
Durante el tiempo que estuve en el hospital no quiso tocar el tema del incidente que nos tenía a todos ahí, Mort decía que no era el momento, que no me preocupara porque el se estaba encargando de todo, que me concentrara en recuperarme... y bueno ahora estoy más que bien llego el momento de hablar.
Entramos al despacho, me siento en mi escritorio dejándome caer en el respaldo de esta, podrá ser raro pero extraño trabajar, Mort cierra la puerta y camina hacía una de las sillas al frente de mí, con su caminar elegante y silencioso como el de un gato, su aspecto perfecto y provocador.
— Bien Mort soy todo oídos, tienes muchas cosas que contarme.
— Bueno después del incidente como Consuelo te lo dijo, contraté seguridad y me encargué de convertir este lugar en una fortaleza impenetrable, nadie sin tu consentimiento entra aquí, la empresa está siendo manejada por su socio Roberto, así que todo está en orden ahí.
La situación con tu atentado es un poco más complicada, me avergüenza y molesta como no tienes una idea que un simple mortal me esté dando tantos problemas, los hombres de la moto solo dijeron que fue una mujer quién los contrató, instantáneamente pensé en tu "amiga"
— Cristina... – tenía sentido, de esa mujer se podía esperar cualquier cosa.
— Así es, pero no fue ella, me metí en la mente de esos hombres, curiosamente la imagen de la mujer estaba irreconocible y ellos habían olvidado por completo su imagen, eso solo puede ser obra de una bruja, sospecho que fue la misma que te puso la maldición.
Instantáneamente me llevo la mano a la nuca, esto es sin duda preocupante, estamos enfrentando a alguien que prácticamente es invisible para nosotros, me imagino que es alguien muy poderosa ya que le está dando problemas hasta a Mort.
— ¿Será ella la 5ta persona implicada de la cuál desconocemos la identidad?
— No lo creo... veo más probable que alguien de tus familiares esté recurriendo a una persona con esas habilidades.
— ¿A una bruja? Como podrían encontrar una...
— Las están por todos lados Valeria, las mujeres que hacen amarres, len cartas y todas esas cosas, son brujas algunas son un fraude, pero unas cuantas si poseen las habilidades...
— ¡Hechiceras o Videntes! ¡Somos videntes! . – mamá Consuelo entra con una charola con botanas para nosotros, en cuanto Mort la escucha gritar sonríe y bueno yo también extrañaba verlos pelear.
— Para mí son brujas todas...descuida ya no estamos en aquella época en la que te mandaban a la hoguera por acusarte de serlo, auch!. – mamá Consuelo lo toma de la oreja
— Podrás ser la muerte, pero recuerda que soy unas cuantas décadas más grandes que tu así que respeta
— ¿Que se supone que son ustedes? – pregunto, Mort y mamá Consuelo me voltean a ver confundidos, ahora yo me siento algo nerviosa. – Me refiero a como terminaron siendo lo que son no se...
— Bueno acá el señor muerte es un Ángel... yo soy un alma que alcanzo la perfección no soy inmortal como él lo es... pero en cada reencarnación conservo mis memorias de vidas pasadas, lo único difícil de esto es pasar por tanta vida es ver y recordar a las personas que pasaron por ellas y ya murieron, que si las vuelves a reencontrar en otra vida ellos no te recuerden...
— Suficiente, mucha información para Valeria, su alma está lejos por mucho de llegar a ese punto así que no sobrecarguemos su cabecita... – Mort se puso rígido de repente y algo incomodo, no quiero terminar la plática, al contrario, quiero saber más, mucho más.
Ahora siento mucha curiosidad por conocer más de ese mundo que ignoro, más de mamá Consuelo, más de él... es que rayos, es un Ángel no lo puedo creer, está muy lejos de la perspectiva que tenía de él, lo miraba más bien como un ser de ultratumba y escalofriante, no como un Ángel celestial.
El sonido de un celular irrumpe en la habitación llenando el silencio que se formó de repente y sacándome de mis alocados pensamientos... Mort mete la mano en el abrigo de su traje y se lleva el celular a al oído, solo respondió con un cortante y molesto "Dime", su rostro cambió ligeramente, levantó ambas cejas asombrado y sus ojos celestes se posaron en mi causando un revoloteo en mi interior; termino la llamada con un simple entendido y guardo su celular sin dejar de verme.
— ¿Problemas? .– le pregunto sin ninguna sorpresa aparente en mi voz, problemas es el pan de cada día últimamente.
— En la mañana desalojaron a tu madre y padre de su casa... bueno tu casa, se me paso decirte que en el tiempo que estuviste internada el banco paso la propiedad a la venta a pesar de los intentos de tu madre por conservarla en cuanto eso paso la compre inmediatamente.
— Bien... ¿Que hay de Cristina y Jair? .–
No puedo evitar sentir curiosidad por ellos ya que a lo que tenía entendido vivían todos en la misma casa.
— Después del baile, Jair se mudó a vivir con un amigo y Cristina estuvo un tiempo aún con tus padres, pero al cabo de unas 2 semanas se fue también a casa de sus padres.
— Ok, entiendo... ¿Y cuál sería el problema en todo esto? – Mort se dejó caer en el respaldo de su silla y suspiro.
— Bueno tu madre contacto a un miembro de la prensa y ahora está una noticia circulando en las redes sobre la exitosa empresaria y presidenta de industrias Carraga es una despiadada mujer que echo a la calle a sus propios padres.
— No puedo creerlo. – recargo mi codo en el escritorio, en verdad esto no puede estar pasado, salgo de un chisme para entrar en otro, pero esta vez no me quedaré callada, no como siempre. – Mort contacta a Alicia Castaño del diario Imperial... dile que acepto su entrevista, invítala a casa, le daré la exclusiva.
Me pongo de pie y salgo del despacho para ir directo a mi habitación, quiero darme un buen baño con agua caliente antes de dejar salir mis tormentos en TV.