Capítulo 29
1186palabras
2024-01-26 06:58
La voz de mi madre es suplicante, ni hablar de su mirada, mamá Consuelo la mira como si se tratara de una víbora con la que desea acabar, y Mort... bueno él está mirándome molesto porque claramente me dijo que me quedara arriba; ahora me arrepiento totalmente, hubiera sido más sencillo para él echar a mi madre como sin nada, pero ahora yo estoy aquí, con las miradas de todos sobre mi... es muy tarde para regresar a mi habitación, supongo.
Aunque no siempre podré correr de los problemas, a Mort y mamá Consuelo no les corresponde lidiar con mis problemas, eso es asunto mío, así que no más esconderme y salir corriendo, por lo menos esta vez.
Dado a lo que acabamos de hablar Mort y yo hace un momento allá arriba, no es difícil de adivinar la razón por la que mi querida madre me mira como cordero rumbo al matadero.
— Si viene a tratar de convencerme de que la mantenga a usted, mi padre, la víbora de mi ex amiga y el vividor de mi ex marido, puede irse por donde llegó, porque eso no pasará.
Aparentemente le di al calvo, ya que su postura vulnerable cambió por otra más rígida, su mirada suplicante se volvió llameante, cargada de odio y desprecio.
— ¡Eres una mal agradecida, engreída y altanera, Valeria Palacios!
Me señala con el dedo índice cada vez que dice algo malo para referirse a mí, no queda nada de aquella mujer pasiva que entró, ahora todo en ella es hostil, su postura, su mirada, su voz... dura y acusatoria, cargada de un odio por mí que jamás pude entender.
¿Qué le hice para que me odie tanto?
En este momento se la respuesta a esa pregunta, pero incluso desde antes de que fuera lo que soy ahora con ellos, ella siempre tuvo algo contra mí, jamás disimuló su desprecio y resentimiento hacia mí.
— Si, bueno... si ya terminó de insultarme, se puede ir, ya que me queda claro que solo vino a lo que comenté anteriormente, tengo cosas mejores por hacer que estar hablando con usted, como dormir, por ejemplo.
Aprieta con fuerza sus labios rojos, al igual que sus manos que toman el dobladillo de su elegante vestido azul marino, tiene la apariencia de toda una mujer de la alta sociedad, cabello perfectamente arreglado y rizado, un maquillaje impecable y ropa elegante, está a punto de perder todo eso, ella lo sabe y por eso está tan desesperada, su estatus actual lo es todo para ella.
— ¿Como puedes ser tan cruel? Piensa en tu padre, es mucho para él, puedo entender que tengas tus problemas contra mí, pero tu padre nunca fue malo contigo....
Su intento desesperado de convencerme me parece tan estúpido, porque está prácticamente aceptando que ella fue mala conmigo y quizás mi padre no lo fue tanto como ella, pero también hubo malos comentarios de su parte, además de que nunca se opuso cuando mi madre hacía algo malo contra mí, es tan culpable como ella a mi parecer.
— Si es mucho para él, pueden poner a ayudar a los dos zánganos que recibieron en su casa, además, si tan preocupada está por él, puede trabajar para ayudarlo usted también, yo no les debo nada a ninguno de ustedes y a pesar de todo lo malo que me hicieron en el pasado, no dudé en darles todo cuanto tuve, estar al borde de la muerte me sirvió para darme cuenta de lo poco importante que era para ustedes, que lo único que querían de mi era mi dinero; no necesito ni quiero personas como ustedes cerca de mí, arréglenselas como puedan ahora.
— ¡Maldita perra desgraciada, eres una estúpida buena para nada!.– no puedo evitar levantar ambas cejas sorprendida, ya me había hablado mal en innumerables ocasiones, pero no con esa rabia y esas palabras.— ¡Estoy segura que todo lo que tienes fue por andar de zorra revolcándote con aquel hombre que te dejó todo... por eso te pasó lo de tu marido con Cristina, es tu karma por maldita, todo se paga en esta vida y pagarás caro lo que nos estás haciendo a tu familia, prefieres tener a estos dos desconocidos en tu casa y a nosotros echarnos a la calle... Como me arrepiento de ser de tu madre, como te odio Valeria, ojalá te hubieras muerto...
Un fuerte estruendo resonó por el lugar, mamá Consuelo puso fin a los reproches de mi madre dándole una fuerte bofetada, mi madre se lleva rápidamente su mano a la zona golpeada, sus ojos están rojos, llorosos, no sé si del enojo o del dolor, mamá Consuelo esta furiosa, su pecho sube y baja mientras respira con irregularidad.
— Usted no debería de llamarse madre, es una víbora, no merece una hija como ella, la única mal agradecida que está recibiendo su Karma es usted, o le tengo que recordar como la echaron a la calle a su suerte cuando ella era más joven... lárguese antes de que la muela a golpes. ¡Vamos, largo!!
Mamá Consuelo toma a mi "madre" del brazo, jalándola con brusquedad para sacarla de la casa, mi madre me echa una última mirada asesina antes de ser empujada fuera de mi casa y recibir el azote de la puerta en la cara.
Las miradas de Mort y Consuelo recaen sobre mí, me miran como a un cachorro herido, no puedo soportarlo.
— Bueno... yo... iré a dormir...
Sin más, me doy la vuelta y subo las escaleras, al llegar a mi habitación cierro la puerta y recargo mi espalda en ella... siento que mi garganta arde y en mi pecho un dolor muy fuerte, al poco tiempo las lágrimas que no tenía idea que estaba conteniendo empiezan a correr por mis mejillas, parecen interminables.
Me dejo caer poco a poco, hasta quedar en el suelo abrazando mis rodillas mientras lloro desconsoladamente como una niña pequeña, no puedo creerlo, ¿cómo se supone que lo tome? es mi madre... mi propia madre me deseó la muerte y que no fuera su hija, no fue la madre más amorosa ni agradable, pero es mi mamá, a pesar de todo la quiero.
Toda esta situación me está matando, porque estoy actuando independientemente de mi dolor, no quisiera hacerle esto a mis padres, Cristina y Jair como sea, pero ellos son mis padres me siento muy mal de hacerles esto; pero pienso en el pasado y me duele igual lo malos que fueron conmigo, y como después de esta enfermedad no se preocuparon por mí, al contrario, ellos querían mi dinero...
No puedo detener las lágrimas, mucho menos calmar el dolor en mi pecho que no hace más que aumentar, me siento perdida, no sé qué hacer, una parte de mi quiere olvidarse de todo y hacer como que nada pasó, pero la otra parte no puede, sabe que lo mejor es estar lejos de esas personas que no dudarían en clavarme un puñal en la espalda si tuvieran la oportunidad, lo que me mata es que se trata de mis padres, mi familia.