Capítulo 57
832palabras
2024-01-16 09:18
En verdad, aquel accesorio no era una pulsera, sino un simple collar masculino.
Elisa lo había encontrado en su muñeca hace cuatro años, tras despertarse aquella noche del "accidente".
Ella siempre había cuidado ese collar como un tesoro, porque creía que le pertenecía a Fabián. Incluso después del divorcio, aunque renunció al amor por ese hombre, seguía reacia a dejar de usar esa joya.

Además, dicho accesorio le recordaba a sí misma que la relación que tuvo con Fabián fue un gran error desde el principio.
Por otro lado, que Fernando dijera que el collar era suyo, dejó pasmada a la chica, ya que eso significaba que fue con él con quien pasó aquella noche hace cuatro años, no con el joven James.
Fernando tomó el collar, que Elisa había estado usando como pulsera, y se lo puso alrededor del cuello.
La mujer se quedó mirando el colgante y, tras un rato, dijo: "Entonces ya no tengo nada tuyo, ¿verdad?".
En silencio, el hombre se inclinó hacia adelante para mirarla. "Te equivocas, Elisa", contestó, muy cerca de ella.
Mientras hablaba, él levantó el mentón de la chica y la besó por un par de segundos. Luego, se lamió los labios, diciendo: "Tú me perteneces, Elisa".

Él sonrió, mostrando unos ojos sumamente encantadores.
Fuera del restaurante, Fabián acababa de salir y, por casualidad, los vio besándose.
De pie allí, él se quedó mirándolos por un rato. Hasta que de repente, notó el collar que llevaba Fernando, lo que hizo que sintiera un fuerte dolor en el pecho.
Por supuesto, él recordaba perfectamente dicho colgante. Una vez, él volvió a su habitación para recoger algo y vio a Elisa quitárselo. De lo contrario, no se habría dado cuenta de que se trataba de un collar masculino.

Asimismo, el hombre rememoró que, en los tres años de casados, ella casi nunca se quitó dicho accesorio de su muñeca.
Fabián sabía que ese colgante le pertenecía a un hombre, pero nunca le dio importancia.
A fin de cuentas, él no quería a Elisa, y en verdad no le interesaba saber a quién amaba ella.
Sin embargo, al ver dicha escena, el joven James sintió ganas de acercarse y arrancarle el colgante del cuello a Fernando.
Mas, antes de que pudiera recuperarse de sus pensamientos impulsivos, Fabián escuchó la voz de su enemigo: "¿Se encuentra bien, Sr. James?".
Fernando levanto ligeramente las cejas, como si estuviera presumiendo lo que acababa de suceder.
El joven James se mantuvo serio mientras observaba a su exesposa, quien estaba detrás de Fernando. "Te he subestimado, Elisa", le dijo.
A Fabián le preocupaba que ella se dejara engañar por el joven Dawson, pero al final quedó como un t*nto.
El buen humor de Elisa se vio afectado por los comentarios de su exesposo, por lo que no dudó en responder.
Ella dio un paso adelante, tomó la mano de Fernando y, mirando los ojos burlones de Fabián, se rio ligeramente. "Sr. James, no sabía que alguna vez me sobrestimó".
Al hombre no le agradó para nada la respuesta de su exesposa, lo que dio a notar en su tenebrosa expresión facial.
El joven Dawson miró a la chica y apretó su mano en tanto le arreglaba el cabello por detrás de su oreja. "Elisa, no tomes tan en serio las palabras de este hombre".
En cuanto terminó de hablar, él llevó a la mujer de la mano hasta su auto y le abrió la puerta.
Sin dudarlo, Elisa entró en el coche, tomando el asiento de copiloto.
Fernando tomó el volante de inmediato, arrancó el automóvil y se alejó rápidamente.
Fabián se quedó mirando el auto negro mientras se alejaba. Al mismo tiempo, la escena de Elisa y Fernando tomados de la mano, besándose, invadió su mente.
Cuando Hugo salió del restaurante, vio a su amigo aturdido, por lo que le preguntó: "Fabián, ¿qué te pasa? Dijiste que tenías hambre y ahora ya no quieres comer".
Sin siquiera mirar a Hugo, el hombre entró a su coche sumamente enojado.
Él cerró la puerta de su auto con tanta fuerza, que el joven Hurtado sintió cierto temor, así que no se acercó más.
"¿Qué le pasa?", se preguntó Hugo en tanto veía que su amigo se alejaba.
Fabián fue capaz de ignorar a Elisa durante su matrimonio, en cambio, ahora que estaban divorciados, no entendía por qué le enfadaba tanto verla con otro.
Ante eso, Raúl opinó: "Los hombres creen tener cierta autoridad hasta en las personas que ya no les pertenecen".
"¿Qué? ¿A qué te refieres?", inquirió Hugo.
Muy serio, Raúl miró a su amigo y explicó: "Déjame hacerte una pregunta. Si tu exesposa encuentra un nuevo novio antes que tú, ¿cómo te sentirías?".
Hugo se quedó atónito por un momento antes de responder: "Bueno, si ella no me fue infiel y estamos divorciados, entonces los bendeciría. No tendría por qué estar en contra de su felicidad".
Al oírlo, Raúl no supo cómo refutar, por lo que solo dijo: "Está bien, olvídalo".