Capítulo 11
869palabras
2024-01-10 10:44
El vino tinto se deslizó por el largo cabello de Isabella mientras esta gritaba de incredulidad. A pesar de ello, Elisa no mostró intención de detenerse y la cogió por la muñeca. Antes de que ella pudiera realizar otro movimiento, Fabián repentinamente la detuvo.
"¡Ya basta, Elisa!".
"No quiero", burló Elisa mientras arrancaba la pulsera a Isabella. Arrojándole un cheque en el rostro, le espetó: "Es solo una pulsera de 100 mil dólares. Toma 200 mil, podrás comprarte dos".

Luego de ello, Elisa se retiró del lugar con Anna. Cuando Isabella por fin volvió en sí, estuvo a punto de estallar.
La joven quiso ir detrás de ella, pero Fabián la detuvo.
"¿No has tenido suficiente?", dijo él con frialdad.
"Elisa parecía llevar los pendientes de la línea 'la Luna y el Sol'", dijo un invitado.
"Así es. Su pulsera y sus pendientes vienen en un conjunto. La línea es limitada. Cada conjunto vale nada menos que 3 millones de dólares".
Las miradas se dirigieron hacia Elisa. De repente, otro invitado comentó: "Parece que Elisa lleva puesto un diseño de Tomie. El vestido debe ser a medida, y eso fácilmente cuesta unos 300 mil dólares".

"Qué interesante. El valor total del atuendo de la Srta. Marques no baja de los 5 millones de dólares, sin embargo, la Srta. James la acaba de acusar de haberle robado el brazalete".
Los invitados no cesaban de murmurar. Aunque Isabella había contemplado la idea de defenderse, al escuchar sus comentarios despectivos, se sintió demasiado avergonzada para pronunciar palabra.
Con los dientes apretados, observó en la dirección en la que Elisa se había retirado.
La familia James siempre había ostentado renombre en Los Ángeles, pero hoy ella había perdido toda su dignidad.

Corriendo hacia el salón, Isabella derramó lágrimas durante todo el trayecto.
Elisa salió del salón de banquetes y llamó a su chofer. Luego, se encaminó hacia el cuarto de baño, donde retocó su maquillaje antes de salir.
Se sentía un tanto desconcertada al reflexionar sobre lo ocurrido.
"¿En qué estás pensando? No estarás arrepentida de haber empapado a Isabella con el vino, ¿verdad?", preguntó Anna al notar la expresión aturdida de Elisa.
"Me arrepiento de haberle dado el cheque", admitió la otra joven tras recobrar la compostura. "Si bien no me hace falta, el dinero no crece en los árboles".
Mientras ambas conversaban, un hombre las interrumpió de repente.
"Te devuelvo el dinero, pero debes disculparte con ella", dijo Fabián con frialdad, y luego entregó un cheque a Elisa.
Elisa lo tomó y lo guardó. Dirigió la mirada hacia él y esbozó una sonrisa. "Gracias, pero no me disculparé. Conozco demasiado bien a Isabella. Tarde o temprano se vengará de mí. Lo estoy deseando".
"¡Eres una desagradecida!", espetó Fabián. No pudo evitar sentirse molesto, al darse cuenta de que Elisa no tomaba en serio su advertencia. Pero no dijo nada más y se retiró hacia el salón de banquetes.
Si no fuera por los tres años de matrimonio que compartían, él no se habría molestado en hacerlo. Estaba convencido de que, más adelante, ella acudiría a él en busca de ayuda.
Aunque el banquete había concluido, los sucesos dentro del salón se extendieron como reguero de pólvora en Twitter.
Al fin y al cabo, Elisa estuvo involucrada en el incidente de la caída al agua en el chalet de los James. Los influencers vieron una oportunidad para ganar fama, así que se apresuraron a compartir las publicaciones y dejar comentarios.
Esto hirió los sentimientos de Isabella.
Twitter se inundó de comentarios severos acerca de ella, con la gente acusándola de ser ingenua e irracional. Al leer estos comentarios, la joven no pudo contener las lágrimas.
Cuanto más reflexionaba sobre la situación, más aumentaba su enojo. De repente, al recordar algo, decidió llamar a Mia.
Elisa no se percató de las acciones de Isabella hasta después de concluir su reunión, y no pudo evitar soltar una risa cuando Anna se lo reveló. Al parecer, la joven había inventado una noticia sobre ella y la compartió en Internet.
"De vez en cuando, no puedo evitar preguntarme si ella es realmente la hermana de Fabián. Hay una gran diferencia entre sus coeficientes intelectuales", comentó con cierto sarcasmo.
Elisa colgó el teléfono y, en ese momento, llamaron a su puerta.
De pronto, Lucía entró con unos documentos en los brazos. "Señorita Marques, hace un momento, la secretaria del señor Barker nos ha comunicado que él no irá esta noche a la cena con el Grupo Burke. Quiere que usted vaya en su nombre".
"¿Quién asistirá a la cena del Grupo Burke?".
"Gonzalo".
"Entiendo". Elisa hizo un gesto con la mano para que la otra mujer se retirara.
El Grupo Marqués y el Grupo Burke habían colaborado estrechamente durante un largo periodo, pero el contrato que los unía estaba a punto de expirar. La intención del Grupo Burke era discutir una posible renovación esa misma noche.
Elisa era consciente de la buena relación entre Alan y Gonzalo. Si Alan asistía a la cena, posiblemente podrían cerrar el trato al día siguiente. Sin embargo, de manera sorprendente, el hombre le estaba pidiendo que asistiera ella en su lugar.
No pudo evitar preguntarse qué estrategias estarían tramando esos dos.