Capítulo 5
1012palabras
2023-11-07 14:24
¿Él había visto todo?
¡M*ldición! ¡¿Él la vio en esa situación tan patética?!
Yue se recuperó de su conmoción y luchó con enojo. "¡Suéltame! Eres su amante, ¿no? ¡Ustedes dos, son un par de adúlteros! ¡Lo sé! ¡Por eso me las pagarán!".
Ante esas palabras, el rostro de Shenxing se oscureció, dejando en evidencia su molestia.
Entonces apretó más su agarre. "¿Nadie te enseñó modales?".
Yue gritó con un atisbo de dolor en su voz: "¡Suéltame!".
El hombre le soltó la mano con disgusto. Luego, sacó un pañuelo de su bolsillo y se limpió suavemente los dedos. Actuaba como si lo que acababa de tocar no fuera la muñeca de Yue, ¡sino un montón de basura repugnante!
Esa era una costumbre de Shenxing, pues tenía misofobia y era bastante grave.
Yue, tan pronto como pudo, se agarró la muñeca; le dolía tanto que pensó que estaba rota. Luego miró a Shenxing con hostilidad y le dijo: "Te aconsejo que no te entrometas en los asuntos de los demás. ¡Lárgate de aquí! O de lo contrario, ¡ni siquiera te darás cuenta de cómo moriste!".
Shenxing entrecerró los ojos con malicia y luego habló: "¿En serio? A ver, ¿por qué no lo intentas?".
Aquellos que se atrevían a desafiarlo normalmente no acababan bien.
¿Qué pasó con la primera persona que se atrevió a gritarle? Si no recordaba mal, ese tipo se había vuelto loco. Y así como él, muchos otros más no tuvieron un buen final.
Shenxing esbozó una sonrisa perversa, que lo hizo parecer un dios del infierno. Eso asustó a Yue, por ende se calmó y se quedó allí de pie, mirándolo con atención.
El hombre ante sus ojos tenía un temperamento que la gente común no poseía; era posible que fuese un pez gordo de la ciudad.
Tomando en cuenta la situación, Yue sabía que el error era suyo, y que si su padre se enteraba, no lo dejaría escapar sin una reprimenda.
Por eso pensó que lo mejor sería mantenerse alejado de los problemas.
Eso significaba que no debía meterse con ese hombre.
Entonces, decidió desahogar su ira con Cha.
"Cha, estás triste porque te dejé, ¿no? Pero date cuenta, Sisi es mejor que tú, ¡no le llegas ni a los talones!".
Al escucharlo decir eso, Cha se puso furiosa.
¿Estaba ciega? ¿Cómo es que acabó enamorándose de un tipo tan asqueroso?
Había sido él quien traicionó su relación. ¿Cómo es que osaba criticarla a ella?
¿Quién le dio el derecho de hacerlo?
Cha resopló y levantó la cabeza con orgullo. "Por lo que veo tienes mucha confianza en ti mismo, pero ¿sabes qué? Puedo tener al hombre que yo desee. ¿Quién demonios te crees que eres?".
Luego, tomó a Shenxing del brazo y se aferró a él con fuerza. "Por cierto, ¿de verdad crees que tuve una aventura anoche? Pues bien, ¡permíteme aclararte las cosas! Para empezar, ¡no fuiste tú quien me dejó, sino que fui yo quien lo hizo! ¡Este hombre que ves aquí es mi prometido y estuve con él ayer! ¡Ni siquiera imaginas lo encantador y vigoroso que es! ¡Es cientos de veces mucho mejor que tú!".
Shenxing se sorprendió al sentir a la mujer tan cerca de él.
Curiosamente, no le molestó que ella lo tocara.
Pero, ¿qué era lo que acababa de decir? ¿Que él era su prometido?
¿Y que era encantador y vigoroso?
Al repasar esas palabras en su mente, Shenxing por alguna razón se sintió mucho mejor.
Estaba ansioso, quería ver qué tipo de truco se traía entre manos esa mujer.
Yue quedó desconcertado cuando ella le dijo todo eso. Por su parte, Sisi maldijo en voz baja y lentamente dio un paso adelante. "Hermana, entiendo que no puedas aceptar el hecho de que Yue te dejó. ¡Pero no puedes mentir diciendo que este caballero es tu prometido!".
Por supuesto, Sisi dijo eso con plena seguridad, pero ¿por qué?
Resultó ser que ella había hecho arreglos para que Cha pasara la noche con un famoso gánster de la ciudad, no con ese hombre arrogantemente guapo que se encontraba frente a ella.
Aquel tipo al que Sisi contrató, no solo era feo, sino que también tenía una enfermedad horrible.
Es por ello que Sisi, de inmediato, sospechó que Cha estaba mintiendo.
"Ah, ¿no me crees?", preguntó Cha. Luego, sin pensarlo dos veces, se puso de puntillas, tomó la cara del hombre y lo besó.
Los labios de aquel sujeto eran un poco finos y fríos, pero suaves; incluso despedían un olor masculino delicioso.
Como Cha quería callarle la boca a su hermana, no tuvo más remedio que hacer eso.
Era una locura, sí, pero para ella estaba bien besarlo, después de todo ya había pasado todo lo que tenía que pasar con ese hombre, así que ¿cuál sería el problema?
Después de separar sus labios de los de Shenxing, Cha lo tomó de la mano y con una expresión seria le dijo: "Vámonos, cariño. Estos dos seres son tan repugnantes que me siento sucia cuando los miro".
Una vez que Yue vio que ella tomó la iniciativa de besar al hombre y que él no reaccionó negativamente, él le creyó.
Tal parecía que Sisi tenía razón. ¡Durante los tres años, Cha le fue infiel!
Durante todo el tiempo que estuvieron juntos, él hizo todo lo posible para que ella intimara con él, pero eso nunca pasó. Por eso, ¡jamás la perdonaría!
Cha ignoró la mirada de odio de Yue y se alejó, sosteniendo la mano de Shenxing.
Cuando Sisi se percató de que Yue seguía mirando en dirección a Cha, ella se mordió el labio con molestia y lo abrazó por la cintura. "Cariño, ya cálmate, no te molestes por ella. Todavía nos tienes a mí y a nuestro bebé. Siempre estaremos a tu lado en el futuro".
Yue estaba muy alterado, así que rechazó su toque y le dijo: "Sisi, no estoy de humor. Así que, ¡toma un taxi y vete a casa!".
Luego, se fue con una notable expresión de disgusto en su rostro, dejando a Sisi sola en el lugar.