Capítulo 4
633palabras
2023-11-07 14:13
Yue sostenía a Sisi en sus brazos cuando levantó la cabeza y miró a Cha. "Por supuesto, que lo hice. Vi claramente cómo la empujaste. ¡¿Cómo puedes tener el descaro de defenderte?!".
La mujer se cubrió el vientre y sacudió la cabeza con el rostro pálido. "Yue, no la culpes. Fui descuidada...".
"Sisi, no seas tonta, ¿por qué sigues defendiéndola?", le dijo Yue mirándola con mucha más angustia en sus ojos. "No tengas miedo. ¡Yo esté aquí, no dejaré que esta p*rra te intimide!".
¿P*rra?
¿Cómo se atrevía a llamarla de esa manera?
Ella lo había esperado por tres años. Además, hizo todo lo posible para proteger la relación. ¿Y así era como él le pagaba? ¿Llamándola p*rra? ¿Acaso no le bastaba el haberla traicionado?
¡Definitivamente, ella no era más que una est*pida que le dio su amor a un imb*cil desagradecido!
Cha de repente vio la verdadera cara de Yue. Entonces, dejó a un lado la tristeza y miró fríamente a la despreciable pareja frente a ella. "Sisi, te gusta mucho actuar, ¿no? Bueno, me quedaré aquí a verte. Si no puedes hacerme sentir que mueres de amor, ¡no me iré!".
"¡Cállate!", exclamó Yue con los ojos enrojecidos de furia. "¿Eres humana? No ves que Sisi está embarazada y no puede soportar tu humillación. ¡¿Cómo te atreves a hacerle eso a propósito?!".
Cha sonrió con sarcasmo. "¿Acaso acabas de conocerme? ¿Tienes algún problema con ello?".
"¡Tú!". El aliento de Yue estaba atrapado en su pecho. Pronto, con su mano temblorosa, la señaló y le dijo: "¡Bien! ¡Muy bien! Cha, déjame decirte algo, ¡a partir de hoy, ya no somos nada! ¡Terminamos!".
"¡Oh! Has querido decir eso desde hace mucho tiempo, ¿no?", le dijo Cha burlándose. "Hasta que al fin, se te dio la oportunidad. Dime, ¿estás feliz?".
Yue volteó intentando evadirla. Entonces, por mera casualidad, notó algo en su clavícula.
Resultó que justo debajo del cuello de la camisa que Cha llevaba puesta, destacaban unos ch*petones de color rojo oscuro. Con solo darle un vistazo, podía saber lo que le había sucedido.
Yue parecía haber encontrado su debilidad. En un segundo soltó a Sisi y se puso de pie. "¡Genial! Cha, no esperaba que fueras una mujer tan sucia. Cuando estabas conmigo, siempre eras conservadora y mantenías tu v*rginidad. Ahora mírate. ¿Qué son esas marcas? Dime, ¿con quién te acostaste anoche?".
Cha frunció el ceño e inconscientemente se llevó una mano al cuello.
Al ver su expresión de culpabilidad, Yue continuó humillándola. "De haber sabido que eras tan traviesa, te habría obligado antes, y...".
¡Paf!
Cha apretó los dientes y lo abofeteó. "¡Yue, tú no tienes ningún derecho a insultarme! ¡Aquí el traidor fuiste tú!".
Yue se cubrió la cara y le dirigió una mirada fulminante. "¿Cómo te atreves a pegarme? ¡P*rra!".
Al terminar de hablar, él levantó la mano, listo para golpear a Cha.
Pero tan pronto como lo hizo, alguien haló su muñeca hacia atrás, haciéndolo gritar de dolor.
Enseguida, Yue levantó la vista y miró ferozmente al hombre frente a él, quien lucía frío y elegante. "¡¿Quién eres?! ¿Por qué me detuviste?".
Al detallarlo mucho más, se sobresaltó.
Era un sujeto muy alto, mucho más que él.
Llevaba un traje de alta costura hecho a mano, lo que lo hacía lucir aún más refinado.
Sus rasgos faciales estaban impresionantes, era como una obra de arte tallada por los mismos ángeles.
Sisi también quedó estupefacta. Nunca había visto a un hombre tan deslumbrante.
¡Comparado con él, Yue era como una basura!
Cha mantuvo su mirada fija en el individuo que estaba parado frente a ella, protegiéndola. Desde su ángulo, podía ver su apretada mandíbula y el perfil exquisito que tenía.
Un momento, ¿no era este el g*goló al cual ella había humillado pagándole un dólar?
¿Por qué la estaba ayudando?