Capítulo 56
1371palabras
2023-09-23 19:29
— ¿Qué demonios estás diciendo? - Deán retrocedió, mientras Muriel avanzaba, pero la Bruja no lo hacía sola, cada paso que daba lo hace resguardada por los Mestizos de sangre pura.
— Lo que escuchas Deán, todos ustedes siempre fueron tan estúpidos para seguir el juego que yo misma había ideado cuándo descubrí que estaba embarazada - Los mestizos estaban rodeando el lugar y nadie se estaba dando cuenta.
— Es mentira, no soy tan estúpido, el bastardo es Mestizo de Sangre pura, tiene la sangre de Lobo y tu maldita sangre, Bruja, además tiene los ojos del Rey - Deán pareció reaccionar al mismo tiempo que los mestizos con flechas envenenadas apuntaban en la cabeza de todos los Mestizos de sangre Negra, en los ojos de cada de una de las especies había sed de muerte, ellos querían destruirse.
La loba Blanca y el Lobo marrón no se habían inmutado ante la llegada de la Bruja, aunque el Lobo de Killian parecía molesto con la presencia de su madre, ni siquiera se había dado la vuelta al escuchar la voz de Muriel, mientras más avanzaba más repudio sentía, los lobos que estaban siguiendo las órdenes del Padre de Killian se sienten en una encrucijada, pero aquello solamente duró por un momento, puesto que la loba Blanca había dominado la mente de todos ellos, ella era su nueva Reina aquello era indiscutible, Lillith al matar al Rey es su sucesora, por ende cada lobo tiene la obligación de seguir a su nueva Reina.
Los animales se habían puesto por detrás de los desterrados, que eran los más fieles a la Loba Blanca, incluso el Lobo Marrón se había alienado a la nueva Reina, cuyo pelaje es Blanco, que la deja como la más poderosa de su especie.
— ¿Que es lo que quieres Muriel?.— Deán no sé ánimo a cruzar la Línea, sabe perfectamente cuáles habían sido sus palabras, las Hadas están dispuestas a destruir el lugar, no obstante cada una de ellas están siendo apuntadas con una flecha por los Mestizos de Sangre Pura, mientras que los Mestizos de sangre Negra solamente esperan una mínima orden para atacar - no te das cuenta de que están rodeados - El Vampiro analizo todo a su alrededor, percatándose de que los suyos están rodeados.
— Vine a ajustar cuentas contigo - Y eso fue lo único que se escuchó, segundos después un charco de sangre se vio, el cuerpo de Deán cayó al suelo, estaba herido, pero no muerto, que diferencia de todo su ejército, una atmósfera tensa y peligrosa los envolvió y posteriormente el fuego comenzó.
Lilibeth observaba a su abuela avanzar hasta llegar por delante de los lobos de sus padres, entonces Killian tomó el control, fue cubierto rápidamente por una capa que uno de sus hombres le acercó, Lillith no quería interrumpir ante aquel encuentro, se dio la vuelta para enfrentarse a los Lobos, los tuyos lo miraban con total seguridad de que cualquier decisión que tomé ellos la apoyarán, aquello involucraba a cada desterrado con quienes ellos se encontraron hace 7 años.
Mientras que los Lobos Tradicionales parecen reacios a seguir las órdenes de una Desterrada, el Beta que seguía al Alfa Rey retrocedió, eso significa que ellos no están dispuestos a seguir a Lillith, el hombre se acercó a pasos seguros hasta la Loba, los desterrados saben que el Beta está tentando a la muerte, siguió avanzado hasta que llegó hasta donde quería y era por delante de la loba Blanca.
— Preferimos crear una nueva manada antes que recibir a acatar las órdenes de una mujer, no vamos a estar en la misma Línea que los desterrados, no somos de sangre sucia, somos Lobos tradicionales y por ende somos más importantes que los Desterrados - Lillith lo escuchó, pero antes de responder la Loba negó con la cabeza, segundos después su poderosa voz se escuchó a través del enlace en la mente del hombre.
— Vayas a donde vayas debes de recordar que seré la Reina, pero tienes razón, los lobos tradicionales no están en la misma Línea que los desterrados, porque ustedes ya no tienen el Trono, en cambio, ellos están en la Cima.
— No te va a durar mucho - Respondió el Beta - Porque tarde o temprano te darán lucha.
— Si ya mate al Alfa de los Alfas, si ya he matado al Alfa Rey, estoy en unión con su hijo, tengo su Heredera y soy una Loba Blanca, una simple amenaza tuya ni siquiera mueve los vellos de mi piel, pueden irse, pero no regresen porque seré la primera en matarlos, si ustedes se van, ustedes pierden, yo no soy niñera de absolutamente nadie, no andaré por detrás de ustedes, vayan y encuentren su muerte, pero si regresan, de todos modos la encontrarán porque yo no pienso trabajar con Lobos cuya Realeza es la segunda opción - Los ojos de la loba eran fría y filosas, los desterrados desprecian a quienes los desprecian y Lillith es una de ellas.
Al mismo tiempo que el Fuego consume gran parte del bosque y se estaba acercando a ellos, Killian aún era impenetrable ante su madre - Tus recuerdos.
— No hables, no quiero escucharte, lleva a tus mestizos lejos de aquí, no quiero saber nada de ti ni de lo que tenga que ver contigo, desde pequeño no he tenido madre, ya te he matado una vez, puedo hacerlo por segunda vez, tu presencia aquí no me interesa, además no debiste decir que ese Vampiro era mi padre para distraerlo, soy un Lobo, soy únicamente un Lobo que no tiene nada que ver contigo o con los Mestizos, lárgate y llévate a los tuyos lo más lejos que puedas de mí.
— Déjame ver a la niña - Muriel dirigió su mirada hasta la Loba Blanca con la niña en el lomo.
— No, te quiero fuera de mi vida y la de mi hija - Sentenció Killian.
— ¿Has recordado?. - Preguntó Muriel.
— Más de lo que debí, incluso recuerdo cada palabra tuya cuando descubriste que estabas embarazada, los recuerdos son tan claros como el agua, lleva al Vampiro a tu guarida, cóbrate todo lo que te hizo, porque por algo no lo has matado, pero olvídate que tienes hijo, porque yo toda mi vida olvide que tenía madre, déjame vivir mi Vida, con los míos que son los Lobos - Killian observó todo a su alrededor dándose cuenta de que el único lugar que no estaba ardiendo en llamas era el sitio en donde estaban ellos, pero faltaba poco para que les dé alcance, hasta que la cabellera de la niña entró en su campo de Visión, el humo ya no dejaba mucha claridad.
— ¿Killian estás seguro de que me quieres fuera de tu vida? - Muriel tenía la voz muy baja.
— ¿Aún sigues aquí? - La voz de Killian se endureció.
— Entrégame tu poder de Mestizo - Muriel miró a su hijo, en eso también la Diosa de los Mestizos había llegado escuchando claramente las palabras de la Bruja.
Antes de que cualquiera pudiera reaccionar, Killian agarró la estaca que observo en el suelo, la levanto y se la clavó a la mitad del pecho, Muriel conoce aquel ritual, y de manera inmediata se colocó de rodillas todos los Mestizos de Sangre Pura también la imitaron ellos conoce el Ritual, Killian le entregará su poder de Mestizo sin dudar a su madre todo el poder de Mestizos quedará en manos de la Bruja.
— Te entregaré mi poder, pero quiero que te mantengas alejado de mi familia, de mi Manada, si no estás dispuesta a cumplir con eso, no hay trato, el poder sigo siendo mío.
El fuego ya consumó el cuerpo de los que habían sido heridos con la flecha de los Mestizos, frente a frente estaban Mestizos de Sangre Pura por delante de una bruja poderosa, el Gran Líder y una Diosa a centímetros de ellos, mientras que al otro lado estaban los lobos tradicionales y los desterrados con una Loba Blanca desterrada con la Corona en su poder, con la noche, la Luna y el Fuego como testigos de lo que ocurriría.