— Eres un maldito bastardo - Lillith estalló en coraje, la loba había vuelto a entregar el control y Lillith se veía aterradora, sus ojos estaban negros, tanto como la mujer que se encontraba en cuclillas, todo un mundo de poder y misterio la envolvía, por escasos tres segundos los ojos negros de la mujer se posaron en el hombre que yace en el suelo con Lilibeth tomando fuertemente las manos de su padre.
— Hazlo por papá— Susurró Lillith, aquellas palabras hicieron que la niña cerrara sus ojos y sus pequeñas manos sacarán la flecha que Killian tenía en el pecho con determinación, aún seguía respirando la fuente de vitalidad eran los hilos del corazón de su hija, que con una mano arrancó la flecha y con la otra seguía sin soltar las manos de su padre.
— No lo toques— Alana grito y se acercó a Killian con furia y con claras intenciones de empujar a Lilibeth con todas las fuerzas que poseía, pero antes de llegar a la niña su cuerpo fue empujado hasta caer al suelo, tiempo suficiente para que todos los desterrados se colocarán en posición de combate, por supuesto Rox aún seguía en poder de Rombel.

— Ni siquiera lo pienses maldita - y sin dudar Lillith fiel a su estirpe asesina le cortó el cuello - Nunca me detengo si tengo la oportunidad de matar a la persona que intente ponerle una mano encima a mi hija - La daga se introdujo más profundo en el cuello de Alana la sangre manchó el rostro de la loba y sus manos, pero aquello era arte para Lillith.
En ese momento el Padre de Killian Gritó dejando que su lobo tomara el control, pero al mismo tiempo que el Alfa gritaba, el grito de una mujer también se escuchó, el cielo parecía estar furioso, los relámpagos iluminan el rostro de todos, pero entonces Muriel cayó al suelo.
— Yo que tengo el don de la Maldición los invoco en la Tierra —Las manos de la bruja se alzan con dirección al cielo, mientras que los desterrados gruñen, habían tomado el control sus lobos y cada uno de ellos protegen a Lillith en su corazón.
Lilibeth sintió el llamado de la maldición de su abuela, llevándose sus pequeñas manos manchadas con la sangre de su padre en su corazón, ella era la marca del Mestizo ella es mestiza de Sangre pura, la más pequeña y la que puede llevar a la perdición a todos, pero el llamado de la maldición de su abuela hace que ella sienta dolor.
— Voy a matarte maldita Loba, me debes la vida de un hijo - La voz del padre de Killian se escuchó a través del enlace mental, por supuesto él es el Alfa Rey y aquello aún no ha cambiado, solamente había hecho creer a Killian que el Rey era él.
— Cállate - Lillith era extremadamente asesina si alguien llegaba a despertar aquel lado suyo - ¿Piensas que voy a tenerte miedo a ti?— Lillith se burló - Puede que lo hayas vuelto un tonto, pero ¿Lo viste? Incluso en su inconsciencia es capaz de dar la vida por mí - Lillith agarró una estaca y empezó a avanzar, Rombel también empezó a avanzar con Rox, el Alfa Rey también lo hizo, el imponente animal avanzaba hasta la Loba, entonces varios gritos, aullidos, y como si fuera canto de pájaros también se escuchaban.

— Papi, despierta, quieren matar a mi mami, quizás no nos recuerdes, pero por favor no nos dejes como lo hiciste cuando mamá estaba embarazada, no sabes todas las noches que ella lloró porque la marcaste, ella te reconoce como su suyo, eres su igual y ella es tu igual, en algunas noches ella maldijo aquel encuentro cuando ella fue desterrada y quiso atacar a Kairo, pero también aquel encuentro valió la pena para mami porque he nacido yo, yo Lilibeth Vanckford siempre fui la motivación más grande ella para seguir incluso cuando a ella la torturan, incluso si querían abusar de ella como lo hicieron con las otras lobas - la voz de la niña había temblado.
— Despierta y defiéndenos tú eres un desterrado, tu propio padre te desterró cuando el mismo te ordeno matar a la abuela, y te juzgo por el mismo crimen, de allí emprendiste un largo viaje por supuesto para que eso suceda tuvo que ocurrir otro acto, pero tú conoces la historia, tú la conoces Papi, abre los ojos, despierta y te daré un regalo que atesorar durante toda la vida, quisiera contarte la misma historia que le has contado a mamá, pero no hay tiempo, cada segundo que tardo es un segundo que mamá también lo hace, ella nunca supo cómo darte por perdido, ella te ha esperado durante el día y la noche, en cada estación de Luna, con cada tormenta que pasaba y cuando las olas del mar se enfurecía esperaba que tú fueras arrastrado a la orilla - Las lágrimas de Lilibeth caían, y lo hacen por encima de la herida - despierta Killian - Esta vez llamo a su padre por su nombre.
A lo lejos los ojos rojos de Deán Ashford se observó, Valle de Zafiro cada vez más estaba cubierto por enemigos, conoce perfectamente la cabellera de la niña que estaba por encima del cuerno del hombre que el Vampiro espero no volver a ver.
Lillith guiaba sus pasos escasos centímetros de distancia los separaba y el Alfa Rey, aquel enorme animal observaba a la mujer con odio por detrás de ella Rombel con Rox como rehén y por detrás de ellas los desterrados aunque no eran muchos eran asesinos cuya sed de sangre y muerte fue suprimida durante 7 años, pero ahora eran más letales, eran más salvajes.

— Tú fuiste el que destruyo la Vida de Killian cuando dejaste que matará a su madre, allí no fuiste un Alfa, allí fuiste un cobarde, cualquier esclavo vale más que tú, quieres que yo pague por la muerte del Alfa de los Alfas aquel miserable que es igual que tú— Mientras Lillith avanza la estaca tocaba el suelo con cada paso que ella daba, el animal escuchaba cada palabra expresaba por la mujer - Pero, yo cobre venganza por Muriel sin saberlo, tú destruiste a su hijo por unas migajas de poder, porque querías mostrarte cómo el Alfa fuerte al cual no le importa la vida o la seguridad de su hijo, para ti que eres una lacra fue más fácil condenar a Killian - Lillith hablaba y seguía avanzando - Pero yo disfruté tanto matar a tu hijo, disfrute ver que su sangre caía al suelo.— El lobo gruñó - No volverás a hacerle daño a mi familia.
Lillith había dado media vuelta y la estaca se clavó profundamente en el corazón de Rox, tan profundo tan doloroso al mismo tiempo que el Alfa Rey acompañado por todos sus guardias y de Killian atacaron fue allí que se escuchó el rugir de los desterrados, ellos eran Bestias, Rox una vez más no fue oponente para Lillith la estaca abrió el tórax de la mujer la herida de muerte era una Ala negra, el Alfa atacó y se lanzó por encima del cuerpo de Lillith, pero antes de que logre arrancarle la cabeza dos alas salieron por su espalda cubriendo por completo el cuerpo de la Loba, la mujer se puso de pie al mismo tiempo que el Alfa observó a Lillith, tan hermosa, pero tan asesina.
Un cuchillo vino a parar a los pies de la mujer y en un abrir y cerrar de ojos, Lillith hirió profundamente en línea Recta al Alfa Rey y con tres flechas envenenadas, dos en el cuello uno en el corazón dejaron caer el cuerpo del Alfa al suelo, Muriel, la mujer que los unió y otra flecha de Seúl dejaron sin vida al Alfa Rey, la Corona que posaba como dije por la cadena que portaba cayó al suelo, el brillo de la misma poseía el mismo color de ojos de Killian y Lilibeth.
Lillith con sus alas negras la tomó en manos y sintió el poder correr por sus venas - No pude tomar el puesto de tu hijo en el Congreso, pero voy a tomar el Tuyo - Lillith se colocó la cadena este, rápidamente estiro el corazón de ella, que cerró los ojos mientras sus alas se ocultan y los Lobos aúllan a la Luna, los Desterrados vuelven a la cima.
Al mismo tiempo que los Mestizos de Sangre Negra avanzan - Mami - Lillith se dio la vuelta al observar aquel grito, pero ya era tarde Deán tenía a Lilibeth, el Vampiro tiró a la niña al suelo fuertemente, y sacó un Hacha dispuesta a herir a Killian, todo sucedió en cámara lenta, pero antes de que aquel objeto mortal le corte la cabeza al Beta, este despertó y con un movimiento inesperado y ágil dejó que su lobo tomará el control.
En eso la Loba Blanca atacó al Vampiro que sostenía a Lilibeth, la sangre negra brotó del hocico del animal, pero Lilibeth ya estaba por encima del lomo de su madre.
— No cruces la Línea Negra, porque todos nos convertimos en cenizas - Fueron las palabras de Deán y efectivamente las Hadas estaban dispuestas a destruir y morir en aquel Valle - Nos volvemos a ver Vanckford - Un lobo marrón y una Loba Blanca que sostenía a una hermosa niña, por delante de un Imperio de Mestizos de Sangre Negra y Hadas.
Por detrás de los Lobos, los desterrados, también llegaron Magos, y los mestizos de Sangre Pura, Muriel se veía aterradora, sus ojos inyectados en sangre.
— No le hagas daño a tu hijo Dean Ashford, porque si le haces daño ahora a él, también te lo estarás haciendo tu mismo - Las palabras de la bruja se escucharon claramente - Te quiero dos pasos lejos de nuestro hijo - Muriel sonreía descaradamente.