Capítulo 52
1618palabras
2023-09-23 19:25
— Soy Killian Vanckford, Monarca de Valle de Zafiro - El hombre miraba directamente a los ojos de Lillith, una tensa atmósfera se había iniciado, pero todos con emociones totalmente intensas y diferentes.
Killian sentía una rara opresión en su pecho, quería decir más, quería agarrar a la mujer en brazos, pero aquello no tenía que ser así, la mujer tomada de sus manos era su Futura Reina la única mujer que despertaba unas emociones en su cuerpo, Alana era la única que hacía vibrar su cuerpo, pero la mujer ante él, despertaba cada bello de su cuerpo, su corazón latía desenfrenadamente, ni siquiera aquella vez que conoció a Alana sintió aquellos desenfrenados latidos, era como si recuerdos ocultos permanecieran en aquellos ojos azules que poseía la hermosa mujer ante sus ojos, paro eran los mismos ojos que parecían estar distantes y lastimados, su cuerpo quemaba y dejaba la sensación de que la única que podía calmar todo aquel arrebato de su cuerpo era ella.
Pero entonces vio a la pequeña niña, esta vez el furor de su cuerpo se sintió totalmente diferente, si los ojos azules de la loba provocaban un arrebato furioso entre deseo y pasión, la niña provocaba la locura pasión de protegerla, sus ojos amarillos idénticos al de él era el imán más fuerte, pero sus facciones masculinas representadas en aquel diminuto cuerpo de pequeña princesa eran encantadores.

— Yo soy Alana Clifford, Princesa del Área Noreste del Valle de Zafiro y futura de todo el Condado - La mujer al sentir la tensión tuvo la loca inquietud de eliminar aquella conexión que atrapaba todo el lugar.
Pero Lillith sentía como un cañón traspasa su cuerpo, mutilando cada parte de ella, destrozándola, convirtiendo todo de ella en cenizas, sus labios temblaron, lágrimas se acumulan en sus ojos, resulta ser que el hombre por quien lloro por días y noches estaba vivo, pero tenía una mujer a su lado, sus promesas se perdieron, nada del pasado importaba, pero ella Lillith Vanckford, sin importar que él estuviera prometido, no pelearía por un hombre, pero el juramento Lobuno entre mestizos y la Diosa era inquebrantable, ella era su igual en esta y en todas las vidas más, ya habrá un momento de hablar, ahora le tocaba morderse los labios y mostrarse fuerte, era el hombre que tenía por delante quién podía proteger sin dudar a los lobos, siempre fue un Líder, además aún no sabía en qué condiciones se encontraba no era el momento de ser impulsiva, su primer error fue decir el apellido, pero ya no podía lamentarse, antes que nada debería de saber que ha ocurrido hace 7 años con Killian, y con los desterrados que ella creía que habían muerto, pero estaban bajo el manto de la protección de Killian.
— El silencio fue terrorífico, ni siquiera Lilibeth le había mirado a Killian, la niña parecía estar lastimada ante aquel acto de su padre, Lilibeth creció conociendo Leyes lobunas y el acto de su padre ante sus ojos era pecado, pero quería salir de inmediato de allí, su único lugar seguro era su madre así que decidió ser ella la que volviera hablar - Su alteza podemos hablar con usted mi mami y yo. — La voz de Lilibeth hizo que Killian temblará, y claramente la niña estaba excluyendo a Alana de aquella conversación.
— Tomen asiento— La mencionada sentina la amenaza y no estaba dispuesta a dejar a Killian a solas con las mujeres.
— Dije entre el Rey, la Alfa y yo - Lilibeth era dominante y aquella mirada doblegó rápidamente a Alana, aquello sorprendió a todos, Lilibeth logró lo que nadie tenía permitido realizar, pero Killian no levantó ninguna llamada de atención.
— Me estás faltando el respeto. — La futura Reina se mostró enojada.

— No le está faltando al respeto, esto es un asunto entre el Rey y yo - Lillith interrumpió, Killian había perdido toda compostura de Alteza y sus ojos seguían puestos en Lilibeth, pero la Niña no le prestaba la atención en lo absoluto, para ella todo era su madre.
— Soy la futura Reina, todas las decisiones y lo que tenga que ver con el Reinado me concierne— Alana respondió más enojada que antes.
— Usted lo ha dicho, es la Futura Reina, mientras el título no sea suyo, deberá respetar las posiciones.— Respondió Lillith, los desterrados gruñeron sintiendo la irá de Lillith.
— Killian - susurró Alana.

— Déjame a solas con ella - Y allí Lillith respiró con fuerza, pero seguía mostrándose fuerte, Alana quiso protestar, pero la mirada de Killian para ella era de amenaza, la misma mirada le había dedicado a Lillith, mientras a Alana la asustaba a Lillith le causaba enojo, era por eso que ella era la Loba para el Beta, nunca se dejaría doblegar por él incluso si este, estuviera cerca de llevarla a la muerte.
Los acompañantes de Lillith cayeron en un precipicio oscuro, sus mentes eran débiles, pero confiaban en la Loba Blanca, salieron de manera obediente por detrás de ellos los Guardias de Killian y Alana, era la primera vez que Killian la apartaba de algo.
Cuándo la puerta se cerró el corazón seguía martillando ferozmente, 2 pares de ojos del color de los rayos del sol y una con el color azul cielo.
— ¿Quiénes son? - Preguntó Killian - ¿Por qué utilizan el Apellido Vanckford?.
— ¿No me recuerdas Killian? - Lillith demostraba calma.
— Por qué debería de recordarte Señora - Lillith sonrió a medias ante la manera de llamarla que empleó Killian, entonces Lillith supo que Lilibeth aún no podría ser partícipe de esta conversación, ella enfrentará al hombre sin importar las consecuencias que arrastraría aquello al hablar.
— Cariño, espérame con la tía Rombel— Killian escucho claramente lo expresado por Lillith y sintió cierta familiaridad con el nombre, pero no sabía de dónde, Lilibeth era inteligente, sabía lo que ocurriría aquí, así que le hizo un gesto a su mamá y la mujer se posicionó a la altura de su hija, todos aquellos movimientos quedaron ante la vista del hombre, pero Lilibeth no permitiría que su padre escuchará las palabras que le diría a su mamá.
— Sea cual sea la decisión que tome mi madre, Lilibeth lo apoyará no permitas que te haga sentir menor a él cuándo eres su igual, no mendigar amor, no lágrimas, si te rechaza, no le avises de una posible huida, mami si aquí no encajamos si papá no nos quiere, Lilibeth si te quiere, nos iremos lejos, lo extrañamos durante 7 años, pero no nos morimos sin él, mucho menos nos moriremos ahora— Susurró Lilibeth en voz baja absoluta segundos después y sin volver a mirar a su padre la niña se alejó, ya Rombel la esperaba en la puerta Lillith ya se comunicó a través del enlace, al momento en que Killian observo a la niña con sus cortas piernas alejarse sintió un vacío, sintió una perdida en su corazón.
— Deberías de conocerme Killian, deberías de recordar las malditas palabras de tu maldito juramento de amor y lealtad en una noche hace 7 años - Lillith habló sin preámbulos tomando por sorpresa a Killian que jadeo de sorpresa ante las palabras de la loba.
— ¿Perdón? - El ya sabio que tenía una conexión tanto con la madre y con la hija; sin embargo, se negaba a aceptar.
— ¿Perdón? - Lillith lo repitió en tono de burla— Tú deberías de pedir perdón, sí, de rodillas, que el suelo contenga espinas, he llorado por ti durante 7 años.
— ¿Te abandoné? No mujer, ni siquiera te recuerdo, quizás te estás confundiendo de persona.
— En el mundo solamente hay un Alfa desterrado por su padre, aquel que mató a su madre, el Hombre que se ha convertido en Beta, eres el Único Killian Vanckford, el hombre que me ha jurado lealtad, el que sería capaz de derramar hasta la última gota de sangre por mí, eres Mestizo, nacido de un Rey Alfa, y de una bruja poderosa - Las palabras de Lillith dejaron pálido al hombre - ¿No lo recuerdas verdad? - Lillith Volvió a sonreír.
— Para, no sé dé que estás hablando— El hombre tenía las manos temblorosas.
— Solamente te diré lo esencial, lo demás voy a hacer que lo recuerdes, así tenga que morir en el intento.
— ¿Dijiste que maté a mi madre? - Killian seguía consternado.
— Lo hiciste, tú la mataste, y yo maté a tu hermano - Un balde de agua fría para el hombre, su padre le había dicho que su madre murió al dar a luz - Killian, eres mi marido, me juraste Lealtad y.
— No lo recuerdo, además me has dejado por 7 años, nuestro matrimonio pierde todo validez, tampoco me interesa, los asuntos que tenga contigo no me interesa, no quiero saber - Killian lo Expresó Furioso— Estoy por casarme, estoy enamorado, usted y yo sin importar el pasado que tengamos, ya no somos ni volveremos a ser, yo voy por un camino, tú vas por otro, pero ¿La niña es mía?
— No vine a rogarte amor, ni siquiera vine para encontrarte - Lillith lucho para no llorar, nada quedaba del pasado, él la olvido, él no la quiere, y ahora mismo no tiene como luchar encontrá de aquello - Si, la niña es tuya, pero no te necesita.
— Ni yo a ustedes, me aseguraré de que no les falte nada, de su seguridad, pero no puedo tener hijos no nacidos de mi esposa, la quiero en total secreto y te exijo que no menciones de la existencia de la niña, ella no es hija mía.