Capítulo 45
1164palabras
2023-09-23 19:21
Killian dirigió su mirada hasta Lillith y antes de que la loba u otros acompañantes en la cabaña pudieran reaccionar los labios del Beta se unieron a los labios de la Loba, fue un beso apasionado que nubló los pensamientos de Lillith - Cuídate nos veremos pronto - La loba no tuvo tiempo de reaccionar cuando observo la espalda del Beta alejarse, ella sabía que iría por su padre, y entonces ella cayó en cuenta que era el momento de tomar las riendas de la Hermandad de manera absoluta, tanto Saúl como Seúl sabían que vendrán nuevas órdenes, los perímetros fueron alertados por la presencia de Lobos que bien podían tener un rango superior a los de los desterrados, pero eso no debía de importar en absoluto.
- Seúl controla y ayuda a los guardias del Perímetro Norte a cubrir aún mejor la Zona - Ordenó Lillith - Y tú Saúl ve en el Territorio de la Hermandad, lleva los guardias necesarios y protege aquel Territorio mientras ustedes se mantienen aquí, señora si es necesario yo sé que usted es una buena curandera ellos no vienen en Paz y tendremos heridos atiéndalos de inmediato - Con aquella orden y con los Guardias que Killian mandó para proteger a Lillith salieron de la cabaña la sensación de ser observados aumentaba considerablemente.
Los pasos del Beta para llegar hasta el Perímetro desde donde se observa la llegada del Alfa Rey eran firmes, necesitaba ver al hombre que había destruido sus sueños ni bien Killian había llegado junto a sus guardias, estos se sintieron tranquilos, nunca dudarían de la capacidad de Liderazgo del Beta.

Por otro lado, el Alfa Rey sentía una fragancia peculiar y muy familiar, pero lo único que le importaba en estos momentos era encontrar a la loba que había matado a su hijo.
— Tenemos a la loba en la mira - Informó uno de los guardias— Pero la entrada se nos está complicando, los perímetros están fuertemente custodiados, tanta la Alfa como el Beta están dejando que sus fragancias motiven a asesinar a los suyos, ellos no tendrán contemplaciones con nosotros.
— No quiero destruir a los Lobos, quiero destruir a la loba que mató a mi hijo, solamente iremos por la Loba, lo demás no importa— El Alfa Rey al sentir aquella fragancia se había acobardado prefería no atacar a los lobos y llevarse a la loba que encontrarse con algún suceso que no estaba entre sus planes.
— Entonces debe seguirnos su Alteza - El Alfa Rey hizo lo que su guardia le indicó y habían llegado a uno de los Perímetros, pero para sorpresa de los recién llegados todo estaba fuertemente custodiado, si querían entrar tenían que enfrentarse a los guardias y aquello era a lo que el Lobo del Rey no quería llegar.
Una rara neblina de polvo había llegado a caer, no había viento, pero la polvareda embestida, el cuerpo de los lobos que estaban en Guardia, los que estaban en el interior de las casetas habían obligado a sus compañeros a entrar.
¿Qué está ocurriendo pregunto Lillith? - a los guardias que lo estaban acompañando, pero antes de que el Guardia emitiera alguna respuesta, Killian había llegado junto a Lillith, la loba se había sorprendido, no esperaba que el Beta volviera tan temprano junto a ella e inmediatamente supuso que algo no andaba bien, y confirmó sus sospechas cuando sintió las manos de Killian buscando las suyas.

— Pase lo que pase, no sueltes mis manos - Murmuro Killian al oído de Lillith que sintió su piel erizarse ante la cercanía del Beta.
— ¿Qué está ocurriendo? - pregunto la Loba apretando las manos de Killian - ¿Es tu padre el que está aquí?
— Mi padre no me asusta en lo absoluto y efectivamente si está aquí, pero siento la presencia de ellos, los mestizos también están cerca y conociendo el lado asesino de ellos, los nuestros están en peligro.
— Tenemos guardias que son capaces de protegerse y proteger el territorio— Killian y Lillith habían salido hasta el perímetro Sur, bastaba con la compañía del otro para sentirse protegidos, y con sus manos fuertemente unidas era cimi llevarse el mundo por delante ya no importaba nada mucho menos nadie.

Lillith de vez en cuando limpiaba sus ojos que tenía lágrimas debido a la arena que se levantaba, Killian la atrajo a sus brazos.
— Están muy lentos— Expresó Lillith— no voy a negar que esperaba a que atacarán a que vinieran dispuestos a cortarnos la cabeza, de hecho esa fue la manera en la que nuestros guardias los describieron, esperaba ver sangre correr.
— No cabe dudas de que eres una dura desterrada— Killian había sonreído, pero de vez en cuando su vista viajaba a los costados él estaba esperando por alguien - Pero mi padre se ha acobardado al sentir la fragancia mía, él quiere creer que aquello solamente fue producto de su imaginación - Killian había sonreído.
Entonces sucedió, una sacudida mortal, el Gran Bosque se había incendiado, los Guardias no pudieron evitar que el fuego se disipará, maldiciones iban y venían lobos caían muertos, fue allí que el Alfa Rey ordenó proteger a los Lobos, sean desterrados o no.
— Protejan a todos - Espetó el Alfa Rey en el Perímetro Norte.
— Salgan del Territorio - Fue la orden dada por Killian en el Perímetro Sur, la Luna se había ocultado.
Varios magos sobrevolando el bosque.
— Nos volvemos a ver Killian Vanckford— la voz de aquel Vampiro de Sangre Negra hizo que Killian le dé un apretón a la mano de Lillith, pero no importa cuán poderosos eran los desterrados, no importa cuanta fortaleza tuvieran.
— Debemos de distraerlo y que nuestros guardias salgan, si caemos lo hacemos tú y yo juntos - Fueron las palabras de Lillith a través de la conexión.
— Llevo varios años esperándote— La voz de Killian se escuchaba más profunda.
— ¿Es ella la mujer con la que Killian Vankford se unió? - Preguntó el Vampiro dejándose ver.
— Es la única mujer con la que Killian Vankford quiere estar - Fue la respuesta contundente del Beta.
— Salgan - Fue la orden dada por Lillith— Váyanse y busquen un respaldo Lobuno nosotros los volveremos a encontrar - Ordenó Lillith a través del Enlace mental.
— Maldición Mortal - Magos - Mestizos - Grito el hombre y lo último que se escuchó fue una explosión y el grito de Killian diciendo— nooo.
♤ 7 años después ♤
— Sus ojos azules estaban tristes, las marcas en su muñeca eran un claro recordatorio de lo ocurrido hace años atrás.
— Mami - una voz lechosa se escuchó al lado de la mujer, quien de inmediato había bajado la mirada hasta la pequeña niña.
— Me duele los dedos, la bruja me ha torturado mucho - Las lágrimas de la niña caían, sus ojos como los rayos del sol carecían del brillo que los caracterizaba.