Capítulo 33
2226palabras
2023-09-23 19:12
Los pasos de la loba dejaban huellas había dado las vueltas por todo el territorio hasta encontrar una pequeña laguna allí ella se había acercado Lillith había observado su reflejo, pero aquello que ella estaba observando el pelaje de su hermosa loba, sus ojos rojos como la sangre escarlata ella misma se sentía satisfecha ante aquello que estaba observando era hermosa, y sabía que Killian era el único lobo digno de ella, sabía que no podía borrar la historia del Lobo y aquella ha escuchado de sus propios labios y de su propia voz áspera que ha acabado con la vida de la mujer que le trajo a la vida ella sabía que detrás de esa historia había una historia más oculta.
— Nunca lo juzgaríamos - la conexión entre loba y mujer se había entablado.
— Por supuesto que nunca lo haríamos - Fue la respuesta dada por Lillith - En algún momento él nos va a decir las razones que tuvo mientras esperamos, por eso disfrutemos y llevamos nuestras responsabilidades por encima de todo, demostraremos que los Pícaros seguimos siendo aunque salvajes también leales - El pelaje de la loba Blanca se había removido por la suave brisa fresca mientras seguía observándose en aquella cristalina agua.

El animal había tomado la decisión de avanzar, el recorrido había terminado de la misma manera que la noche también había caído el Territorio se encontraba sometido a una calma que alejaba cualquier pensamiento malo, la loba blanca se encontraba en el medio del inmenso bosque su mirada había recorrido cada parte quería guardarse cada recuerdo de aquel sitio en lo más profundo de su ser, hasta que tomó la decisión de entregar el control a la mujer, Lillith se había dirigido hasta uno de los árboles encontrando la prenda para cubrir su desnudez, pero los pasos de alguien acercándose le había llamado la atención.
— Ya te estabas tardando - Lillith por la fragancia que desprendía su acompañante supo de quién se trataba.
— ¿Me estabas esperando? - Rox se encontraba llegando por su espalda, pero Lillith jamás se sentiría intimidada por alguien que quiera atacarla.
— Sabes que sí.— Lillith hablaba con cierto misterio.
— ¿Y se puede saber para qué me estás esperando? - Rox se encontraba cada vez más cerca y Lillith seguía dándole la espalda.
— Para lo mismo que tú me estás buscando - Sentenció Lillith dándose la vuelta - Para matarte y hoy no voy a perdonar tu miserable vida, no lo haré - Lillith tenía una mirada rara, asesina, pero con un toque de misterio.

— Podrás ser más fuerte, quizás te tachen de más poderosa, pero las Guerras se ganan en el campo de Batalla.— Rox hablaba con arrogancia - Si yo te mató, Killian seguirá siendo mío, este duelo es por él y Killian es todo lo que quiero y no me importa de donde tenga que sacar la fuerza para doblegar tu fortaleza, pero ten por seguro también vengo a matarte por mi hombre soy capaz de desafiar al mundo entero.
— En cambio si yo gano, no me quedaré con tu hombre, porque nunca fue tuyo, él es mío, somos almas gemelas y tú lo sabes, por lo menos sabes su vida pasada, conoces de sus hazañas y de sus caídas - Lillith a medida que hablaba se acercaba de manera sigilosa a Rox.
— No me interesa su pasado, yo soy su presente y su futuro, voy a borrar tu arrogante sonrisa, así tenga que sacrificar mi alma al mismo demonio, juro que voy a matarte, nunca debiste aparecer, nunca - Recalcó Rox.
— Nuestros destinos están entrelazados mucho antes - Susurró la Loba con desdén en la mirada.

Al momento en que Lillith con su mirada había transportado a Rox a un mundo aparte, las manos de Lillith la agarraron del cabello, obligando a Rox que se llevará la cabeza hacia atrás mientras Lillith avanzaba con ella hasta llegar a la corteza de un árbol, Rox realizó el intento de reaccionar, pero vamos era Lillith ella era más fuerte incluso más que un Lobo promedio normal.
— Baja tus cualidades a mi nivel y pelea de igual a igual conmigo - Rox estaba tentando al demonio.
— ¿Eso quieres? - Lillith se burló - Para que veas que tengo consideraciones contigo pelearé en mi forma humana y tú de la forma que quieras —. Lillith la soltó y Rox se quedó analizando a su oponente que carecía de baja autoestima ella sabía perfectamente que Lillith podría destruirla en cuestión de segundos, pero los pícaros no acostumbran a morir sin intentarlo.
— Bien.— Rox había sonreído aquello era una ventaja y sabía que si utilizaba bien sus trucos podría lograr su objetivo - No puedes dejar que tu loba tome el control, si lo haces estás faltando a tu palabra - Rox también era consciente de que estaba cayendo bajo, pero en la guerra y en el amor todo se vale y prefería morir en el Intentó antes de perder definitivamente a Killian.
Rox y Lillith estaban frente a frente, sus miradas contenían fuego, aunque en la mirada de Rox había ansias y odio y aquello era lo que más odiaba de ella misma, porque mientras su mirada reflejaba sus nervios, la mirada de Lillith derrochaba tranquilidad, la loba Blanca nunca demostraría inseguridades.
— Ven por mi Rox - Expuso Lillith con una sonrisa de plena arrogancia— 3, 2, 1 - Luego de que Lillith Expresó aquellas palabras, Rox tomo el impulso necesario y su loba había tomado el control.
El animal se había impulsado con fuerza queriendo desestabilizar a Lillith y desencadenar el ataque feroz para destruirla, pero al realizar el salto, Lillith se había puesto en una posición bastante llamativa antes de que la loba se apoderará con sus garras de ella, Lillith se colocó como un ovillo y la loba había saltado por encima de ella, Lillith se había puesto de pie de manera inmediata negando con la cabeza.
— Primer error - el viento soplaba con fiereza y la loba se sentía amenazada por la humana ante sus ojos.
El animal volvió a impulsar todo su cuerpo bestial con hambre de matar, esta vez Lillith esperó por ella, la Loba logró su cometido al arremeter con todas las fuerzas que le quedaba en el cuerpo de Lillith la mujer había caído al suelo, mientras realizaba una pequeña mueca, aquello que Rox no sabía era que Lillith con cada golpe que ella le diera despertaría al Ángel Infernal que llevaba en su interior, Lillith se sacudió y una vez más y con toda la decisión la loba volvió a lanzarse en busca de ella y esta vez ha logrado dejar el cuerpo de la mujer por debajo de su cuerpo.
La mirada de la loba era de satisfacción, mientras que Lillith ni siquiera pestañeó.
— Me gusta que mantengas tu palabra de Mujer Loba - la voz de Rox entabló. Una conexión con Lillith, pero la susodicha no había respondido, las miradas de segundos parecían ser eternas y los ojos azules de Lillith se habían tornado negros un negro que reflejaba su verdadera alma, con la loba inmovilizando su cuerpo y con ella sin dar ninguna respuesta, pero aquellos segundos fueron interrumpidos cuándo el animal le propinó una mordida a la altura del hombro.
La gota que colmó el Vaso, el rugido de la mujer, sobresaltó a la loba, y antes de que pudiera reaccionar Lillith se había puesto de pie en un abrir y cerrar de ojos agarrando del cuello al enorme animal, sus manos eran eléctricas Lillith sentía los latidos del animal que sostenía del cuello.
— Yo seguiré manteniendo mi palabra de no entregar el control a mi loba, pero mi lado humana es más peligrosa que 10 lobos juntos - Lillith tiró con fuerza el cuerpo del animal al suelo, la loba emitió un chillido, pero volvió a levantarse con la furia en su mirada, pero Rox parecía tener conciencia porque no se había lanzado a atacar a Lillith de manera inmediata.
Lillith miró la Luna, sabía que estaba acercando la hora de su Unión secreta con Killian, la mujer no dejó que la loba la atacará, siendo ella la que fue por ella con una velocidad sobrenatural inesperada para la Loba, Lillith había desaparecido y segundos después con un salto se había posicionado por encima del lomo del animal que no se esperó tal acción.
— Eres muy lenta, no estás a la altura de Lillith Becker, y en unos minutos las Vankford.
El animal se removió, pero Lillith la sostuvo del cuello con aquella fuerza ya familiar para la loba, y antes de que pudiera el animal pudiera reaccionar, Lillith había jugado su última carta con la daga secreta que tenía en sus manos le había apuñalado a la loba, Lillith saltó de su lomo posicionándose ante el animal.
— Toma el control Rox.— Expuso la Loba tomando la rama que tenía ante sus ojos, colocando por debajo del cuello ensangrentado del animal.
Para Rox mirar a Lillith era como mirar un Ángel, pero no cualquier Ángel, la loba entregó el control dejando a Rox de rodillas y desnuda ante Lillith aquello no la incomodo, los lobos se veían desnudos, el cuerpo no era igual al alma cualquiera podía ver tu cuerpo en una transformación, pero la desnudez del Alma solamente lo podía ver tu alma gemela.
— Sabes que la Unión se sella con la sangre de tu última víctima - Lillith sonreía aún faltaba la última jugada de la Loba - Que yo me haya detenido aquí no fue por casualidad sabia perfectamente que tú nos viste saliendo del sendero de espinas y rosas, me iba a convertir en una loba sin dueño, pero Killian fue preparado para mí nunca para ti, sé perfectamente que si yo fuera más fuerte que tú, mi estimada Rox tú ya me habrías matado - Lillith sonrió mientras veía la debilidad de la mujer - Killian y yo no uniremos esta noche en escasos minutos, y tu sangre la voy a lanzar con dirección a la Luna, lo haré feliz por ti, te lo he dicho antes Rox, tú no eres oponente para mí, nunca lo fuiste ni siquiera estaba en mis planes frustrar mi vida por ti.
— Cada vez que acaricies su cuerpo basta a acordarte que antes que tú fuiste yo, su piel con la mía fusionándose, sus manos acariciando mi cuerpo haciéndome suya - La voz de Rox se escuchaba más baja, la herida que le provocó Lillith no fue para matarla, no aún.
— Rox, puede que hayas sido antes que yo, que hayas estado en su cama, pero soy yo la que lleva su marca, es a mí a quién Marco, no soy una chiquilla inmadura, por supuesto que lunes fue antes que martes, pero a quién va a desnudar no solo el cuerpo sino que el Alma es a mí - Lillith no fue afectada por las palabras de Rox - ahora voy a hacerte una última pregunta.
Rox la miró con cara de confusión.
— ¿Si Killian no se habría fijado en mí de igual manera me irías a matar? - Una pregunta desconcertante, pero la respuesta era clara.
— Sí, porque te odié desde el primer momento en que te había observado.
— Me agrada tu sinceridad - Lillith había sonreído - Dile algún mensaje a Killian porque será la última vez que le dirigirás algunas palabras.
Con aquellas palabras, Rox supo que Lillith ya había tomado la decisión de matarla.
— Te odio - Murmuró Rox.
— No más que yo, créeme, no más que yo, se acabó el tiempo, me voy y espero que nos volvamos a encontrar en el inferno y con toda mi Alma negra deseo que ya estés a mi altura.
Con aquellas palabras Lillith provoco una herida profunda y letal en la Yugular de Rox, el objeto puntiagudo no salió, no hasta que Rox cayera al suelo aparentemente sin signos de vida, Lillith saco un pequeño frasco, dejó que las gotas de sangre acumuladas por la daga dejará caer 7 gotas en el pequeño frasco, antes de alejarse Lillith volvió a mirar a Rox - si no te mataba hoy lo haría más adelante.
La mujer se alejó, sin percatarse de qué pequeños cuerpos emergían de la Laguna que se encontraba a metros de allí, eran los enviados del Paraíso Infernal aquellos que venían a vengar el secuestro de el Hada en manos de Saúl Depolo.
— Arranquen el corazón de la muerta, eliminen cualquier sentimiento que albergue por este bosque y por sus integrantes, después ya saben lo que tienen que hacer - Expresó uno de los Dioses observando la Luna.
Mientras tanto, Lillith había llegado hasta la cabaña, observaba la imponente espalda de Killian que al sentir su presencia se había dado la vuelta.
— Pensé que ayudarte en aquella caza estaría bueno, no quería esperar ni un minuto más— Susurró el Beta observando las manchas de sangre en las prendas de la Loba.
— Estaré contigo en un momento - Murmuró Lillith.
— Y aquí estaré esperándote para hacerte mía en cuerpo y Alma, uno solo en la Tierra, en el Cielo y en el Inferno - Sentenció Killian Vankford.