Capítulo 23
1082palabras
2023-09-23 19:04
— Yo no soy de ti ni de nadie - Lillith se deshizo del agarre de Killian - Te recomiendo que vayas a ver a tu loba y a mí me dejes en paz - Su voz ocultaba aquello que realmente estaba sintiendo.
— ¿Estás segura de que quieres eso? - Killian la sostuvo nuevamente de la muñeca.
— ¿Acaso vas a darme lo que quiero? - Lillith se burló - Nadie puede darme lo que yo quiero, porque no hay nada que yo no pueda conseguir por mí misma - el Beta ejerció aún más fuerza en su agarre acercando su rostro al de Lillith.
— Eres muy creída— Killian se burló - Pero bien tú ganas, solamente esperó que no Andes llorando después muriéndote de celos - Killian soltó a la mujer.
— ¿Y de quién voy a estar celosa, de la loba esa? - Esta vez fue el turno de la loba de burlarte aunque su temor era que la Diosa hiciera que se mordiera la lengua porque efectivamente había experimentado el sentimiento denominado celos - La loba no está a la altura de ser rival para mí, y tú tampoco estás a la altura de una loba Blanca marcarte fue un error, fue un mal cálculo yo me vería bien con un Alfa como aquel que mate esos si están a mi altura - ni bien Lillith había terminado de expresar aquellas palabras cuando sintió palpitante los labios de Killian por encima de los suyos, un beso hambriento encendiendo la piel de la loba, sentir los dientes del hombre tirar con rudeza de sus labios provocando que la sangre brote y se mezcle con la saliva de ambos, Lillith se entregó a aquel beso extendiendo sus brazos alrededor del cuello de Killian profundizando aquel cruce de Labios que luchaba por tomar el control, el gemir de ambos erizando sus cuerpos que se reclaman con ansias por encima de las prendas que separaban que dos cuerpos se hicieran uno.
— La excitación había hecho acto de presencia, Lillith había dejado que sus feromonas se mezclen con el ambiente, mientras que el Beta sentía que el bulto en sus pantalones estaba por romper la tela, 3 pasos hacia atrás y su espalda tocando la corteza del árbol, Killian la alzo suavemente y la loba envolvió sus piernas alrededor de la cintura del Beta dejando que sus sexos por encima de las prendas se sientan aunque estaban con barreras sus miradas no ocultaban el deseo salvaje que tenían reprimidos en su interior.
— Lillith había empezado a jadear con fuerza mientras que una hoja caía del árbol por encima de la cabeza de ella, era una hoja aromatizada con la fragancia de la menta suavemente, Killian con una mano sosteniendo a Lillith y con la otra había sacado la hoja apartándose de los labios de la loba escasos segundos para meter la hoja en su boca y volver a reanudar el beso que los dejaba sin aire en los pulmones.
— Eres mía loba - volvió a murmurar Killian mordiendo el lóbulo de la oreja de Lillith que se encontraba roja por la intensa excitación que estaba atravesando su cuerpo, una pasión que se encarna en ambos.
— Entonces tú también debes ser mío— Lillith mordió con fuerza los labios de Killian provocando que esté gruñera, sus miradas se habían conectado profundamente y Killian dejó que los pies de Lillith toquen suavemente la superficie de la tierra.
— Yo no soy de nadie - Respondió el Beta remojando sus labios con la lengua.
— Entonces no esperes que yo sea tuya— la loba volvió a acercarse a él volviéndose un tormento para el Beta, la cercanía de Lillith era el Cielo en el infierno, su lejanía parecía ser un puñal clavado en el alma.
— ¿Si soy tuyo, tú serás mía? - Las manos del Beta se posaron en el cuello de Lillith y esta se echo para atrás con su sensual clavícula a la vista del hombre que se mordía los labios al acariciar el cuerpo de la mujer, Killian había realizado un movimiento imitando a penetrar aquello avivo la pasión y las manos de Lillith se posaron por encima de las manos de Killian.
— Seré tuya cuando tu Alfa no sea una amenaza para la Hermandad - Lillith también dejó que su cuerpo se pegara más al de Killian y esté no dudo en envolver sus brazos por la cintura de la loba, Lillith gimió despacio al oído de Killian que cerró sus ojos y la apretó con fuerza nuevamente, sus manos se posaron en la nuca de ella y un nuevo beso había nacido, pero el movimiento de unas ramas hizo que Killian se apartara de Lillith, las manos de la loba buscaron los del Beta estaban dentro del Territorio de Rosas de Luna, pero de un momento a otro parecía ser que sus ojos no podían distinguir de las sombras, sus vistas parecían estar más nubladas.
— ¿Qué es esto? - Lillith sentía que los bellos de su piel se levantan ante aquella presencia misteriosa, las estrellas del cielo se ocultan y la Luna bajo la intensidad de su brillo.
— Cuenta la Leyenda que el día que las Hadas vuelvan a la tierra a reclamar algo, el cielo cobija a las Estrellas porque el Paraíso ha abierto el Ciclo del Paraíso Infernal, una de ellas está de rehén - Killian tenía mucho conocimiento y tenía la fuerte sospecha de que se vendrán tiempos difíciles.
— ¿Hadas? - Lillith arrugó la frente - Pensé que aquello solo existía en los cuentos infantiles.
— Y los Licántropos además de los Vampiros solamente es un mundo de Ficción - Killian se burló, pero no se soltó del agarre de Lillith - Apenas tienes 18 años, no conoces aún de la vida, cada ser sobrenatural por más mínima presencia que tenga es igual que la nuestra, las Hadas no son como lo cuentan los cuentos Infantiles, tampoco los Vampiros son muertos vivientes porque algunos tienen la ignorancia de confundir a la especie con Zombis, por detrás de la Historia de las hadas y los ángeles se oculta algo que está vinculada con la Diosa Luna y aquello se está intensificando porque tengo la seguridad de que un Licántropo tiene todo que ver con que el Paraíso Infernal sea abierto, un ciclo sangriento en dónde los cachorros son los que más sufren y aquello ocurre cada un millón de años.