Capítulo 11
1436palabras
2023-07-19 05:16
Los padres de Taylor llegaron unas horas después de que Pamela les avisó que su hijo estaba siendo intervenido quirúrgicamente. Ellos tenían la plena seguridad de que encontrarían a su nuera muy destrozada.
Sin embargo, se sintieron tristes y decepcionados al ver que ella no estaba. Pero luego pensaron que se había ido a descansar al hotel, entonces la dejaron pasar.
―Familiares del paciente Taylor Morotova, ¿se encuentran aquí? ―Preguntó una enfermera, justo después de que los señores llegaron.

―Sí, dígame, señorita. ―Respondió la madre de Taylor, al mismo tiempo lo hizo Sandy.
―¿Y tú, quién eres y por qué te haces pasar como familiar de mi hijo? ―Reclamó la señora Valquiria con molestia y sorpresa.
―Soy su mujer. ―Respondió con altanería Sandy, como si ella fuese la más importante en la vida de Taylor.
―¡Cómo! ―Exclamaron al mismo tiempo los señores Morotova, llenos de sorpresa, confusión y furia.
―Señores, estoy aquí para darles noticias sobre el paciente ―Les interrumpió la enfermera. ―Es condenable que se estén peleando por recibirlas.
Además, les recuerdo que no es admitido que los familiares de pacientes estén discutiendo en plena sala de espera, les pido que se retiren por su cuenta o me veré en la obligación de llamar a seguridad.

―No es necesario, ya está todo bien, nosotros somos los padres de Taylor, puede decirnos en privado cuál es su estado de salud, por favor. ―Pidió la señora Valquiria.
―No pongamos en más aprietos a la señorita, deja que nos dé la noticia como sea y dónde sea. ―Le consoló su esposo.
―Bueno, señores, todo ha salido muy bien, es un milagro que haya podido resistir a esa peligrosa intervención, es como si una fuerza lo impulsara a salir adelante. ―Anunció la enfermera y de inmediato se retiró.
―Claro que sí hay una fuerza, nuestro hijo, Taylor me prometió que por nuestro hijo se esforzaría para que todo saliera bien. ―Dijo Sandy, no importándole el dolor que les está causando a los ancianos.

―Esto es demasiado, amor, te exijo que alejes a esta mujer de mi vista. ―Le pidió a su esposo, la madre de Taylor. ―Mi nuera, seguro que pronto vendrá y no quiero que vea a esta loca aquí.
―¿Tu nuera? Ja, ja, ja, dirás ex nuera, ella hace rato, se ha marchado, ella me confesó que aprovecharía esta oportunidad para abandonar a su esposo, desde entonces soy yo la que estaré a su lado.
Lo quieran ustedes o no, se tendrán que aguantar porque yo no me pienso ir de su lado, además su nieto viene en camino y tendrán que aceptarme en su familia.
Pass, un fuerte golpe sonó, la mano de la señora Valquiria aterrizo en la mejilla de la chica.
―Nunca te atrevas ni siquiera a poner en mal el nombre de mi nuera, ella es muy humilde y jamás se atrevería a huir. ―Dijo, la señora, haciendo eco en sus palabras amenazantes.
Una semana después
Taylor ya está en casa de sus padres con el proceso de recuperación. Cuando despertó de su operación, lo primero que hizo fue preguntar por Pamela, nadie de su familia le quería dar la lamentable noticia, hasta que la metida de Sandy habló y le dijo que ella había decidido huir porque no quería lidiar con su carga.
Eso fue un golpe de decepción para Taylor, pues, acaba de darse cuenta de que está enamorado de ella y finalmente ha vuelto a convertirse en un hombre solitario y sin sentimientos para las mujeres.
En un inicio se negó a creerlo, pero cuando le mostraron la nota que Pamela dejó en la cama junto con el anillo de matrimonio que él mismo colocó en su dedo el día de su boda, hasta entonces se convenció de que todos estaban hablando de verdad y desde ese momento comenzó a maldecir y odiar a su esposa y decidió que Sandy se quedará en la familia.
―No puedo procesar el hecho de que Pamela me haya abandonado, papá. Me siento jodidamente engañado porque ella me demostró que estaba interesada en mí y no solo en el dinero. ―Se queja Taylor, y es que aunque él la quiera olvidar, no lo logra.
Su presencia en esa casa se extraña, las veces que ella le preparaba su desayuno, aunque él se lo rechazara y lo lanzara al cesto de la basura, todo su cuerpo la extraña y no quiere aceptar la realidad, ella se convirtió en su falsa esposa, pero con el tiempo ya la consideraba de verdad.
―No entiendo que fue lo que la llevó a tomar esa decisión.
Perdóname por haberte orillado a que te casaras con cualquier desconocida, sé que lo hiciste por engañarnos a nosotros para seguir siendo el CEO y quién sabe qué cosas le ofreciste para que ella te aceptara.
Pero nosotros tuvimos la culpa por haberla enviado como tu asistente. De ahora en adelante estaré de acuerdo con tus decisiones sobre tu vida.
―Ahora estoy seguro de que Sandy es la mujer que debería honrar con mi apellido, ella es la que ha estado pendiente de mi recuperación, además, pronto nacerá nuestro hijo y me quiero hacer responsable de él. ―Comentó Taylor, mientras se le forma un nudo en la garganta al saber que ha perdido a Pamela.
Él está sumamente dolido por la acción repulsiva que tomó de abandonarlo cuando más la necesitaba y por eso cree que merece su desprecio.
Por su parte, Sandy está demasiado contenta con la decisión que ha tomado Taylor. Nadie más que ella sabe el motivo por el que Pamela ha huido, prefiere que todo siga así porque de lo contrario se verá afectada también.

Pamela se encuentra en casa de su prima, ha viajado hasta allí para poder sacar adelante a su hijo sin la mala influencia del padre de este.
Su prima ya le tiene preparado un trabajo, sin embargo, no han corrido con buena suerte, pues, a los tres días la despidieron a ella porque según las normas de la empresa privada no puede haber familiares trabajando en la misma área.
Por fortuna, la prima no se ha molestado y se ha trasladado a otra empresa y le ha dicho a Pamela que cuando el bebé nazca se turnarán en sus trabajos para que una de las dos esté siempre en casa hasta que por lo menos la criatura cumpla su primer año.
Pamela continúa con sus estudios, ahora lo hace en línea. Ella no se ha vuelto a comunicar con sus compañeros que tenía en aquella ciudad, es mejor no hacerlo porque teme que Taylor vaya y los investigue hasta sacarles la verdad acerca de su paradero.
El tiempo va pasando de prisa, siempre con altos y bajos, pero Pamela sigue adelante y ahora está a tan solo un mes para que su bebé llegue al mundo. Le preocupa mucho el hecho de no poder ser suficientemente buena madre, sin embargo, su prima le alienta y le dice que todo va a estar bien.
De la vida de Taylor no ha vuelto a saber nada, ha decidido no ver la televisión ni tampoco redes sociales, está decidida a no volver a escuchar el apellido de esa familia y mucho menos conocer a la hija fuera del matrimonio.
En su carrera universitaria le va muy bien, dentro de dos años podrá cumplir su sueño de graduarse y con eso aspira a tener un mejor empleo que le permita mejorar su calidad de vida.
Ahora su sueño ya no es trabajar para las empresas Morotova como decía al inicio, ahora ha cambiado de profesión y anhela trabajar en un hospital en donde pueda ayudar a muchos niños.
Por otro lado, Taylor ha convertido en su mujer a Sandy. Aunque no se pueda divorciar de Pamela porque ella no está presente, pero aun así se nota que es feliz estando alejado de ella y a pesar de que no está enamorado de la actual la trata muy bien.
A Pamela nunca la ha buscado durante este tiempo, él está muy enfadado con ella y tampoco su familia lo ha hecho, pues, a ninguno le ha sentado bien lo que hizo.
―Oye guapo, ¿qué harías si un día te encuentras de frente con la arpía de tu esposa? ―Le pregunta Sandy a Taylor.
―No puedo hacer nada, salvo pedirle el divorcio y problema resuelto.
Esas palabras hacen que Sandy se sienta elogiada y por ende se aferre aún más al pecho de Taylor, quien la acaricia con lentitud, como si su mente de un momento a otro se haya trasladado hasta otro lugar en busca de su amada.