Capítulo 72
1241palabras
2023-09-14 11:59
Que lo mejor de las peleas es la reconciliación en nuestro caso es completamente cierto.
Me atormente con la idea de su engaño y poder perderlo! Debí dejarlo hablar antes de juzgarlo. Pero ahora eso ya estaba resuelto y mi corazón latía en paz y enamorado.
Luego de una pequeña siesta para calmar mis nervios que después de la visita de esa zorra venenosa quedaron alterados, nos fuimos a casa de la manada a cenar con todos.

Al llegar al primero que vi fue a Adam y su presencia me da escalofríos, sus ojos me miran de una forma extraña y me tenso al sentirlo cerca.
Pero trato de bloquear el sentimiento y disfrutar de la compañía de mis compañeros, hemos tenido una tarde difícil y ahora merecemos tranquilidad.
Al llegar a nuestro hogar somos solo manos y besos, no se donde empiezan las de Daimon y donde siguen las de Dániel. Estamos tan sincronizados que parecemos uno.
Eso apesar de que con dificultad les llego al pecho pero ellos se las ingenian para que podamos gozar sin problema, de hecho creo que les gusta que sea tan pequeña. Debe ser algún fetiche sucio que tienen.
Mi lívido esta por las nubes, por mi mente no pasaba que pudiera ser tan... ganosa y cachonda, pero ellos me traen húmeda todo el día.
Me subo a horcajadas sobre Dai besandolo con necesidad y él responde gustoso mientras sus manos recorren mis nalgas y las apretan.

Siento las manos de Dáni bajar mi enterizo que ya estorba. Mis senos quedan libres y Daimon aprovecha y los ataca con su boca hambriento por saborearme, su lengua recorre mi pezon y su mano masajea el que queda libre.
Me froto sobre la increíble erección que tiene y gimo por la anticipación de lo que se que pasará.
Me levanto con desgano y Dani termina de desnudarme y su lengua recorre mi columna vertebral hasta llegar a mis nalgas mordiendo cada una.
- Ven acá mi pequeña - Me llama Dani y me trepo rodeando mis piernas en su cadera, me sorprendo al sentirlo desnudo y listo. Los he visto desnudos muchas veces pero el asombro siempre me puede, ¿todos los hombres tendrán este mismo tamaño tan gigantesco?

- No amor, esto es cuestión de Alfas - Dice Daimon a mi espalda adivinando mis pensamientos. Ríen al ver que me sonrojo.
Dániel me gira y mi espalda queda pegada a su pecho mientras su erección se pega amenazante a mi trasero, me sostiene las piernas abiertas y me carga sin el más mínimo esfuerzo
- ¿Estas lista para mi? - Habla Daimon mientras se acerca y sujeta su miembr* rozandolo de manera provocativa en mi entrada que ya está húmeda y palpitante. Acaricia mi clitoris con su mano libre y depronto mis ojos se cierran con fuerza al sentir su invasión. Jadeo, es doloroso a pesar de que él trata de ser cuidadoso y de que solo ha entrado poco más de la mitad.
Se queda quito mientras mi vagina se adapta a su tamaño.
Su legua acaricia mi pecho irradiando electricidad a mi cuerpo permitiendo que me suelte.
Mis caderas empiezas a moverse queriendo más! Deseo sentirlo todo.
Sonríe de lado y muerde sus labios.
- ¿Estas ansiosa? - Me dice chupando la marca en mi cuello y me penetra hasta el fondo haciendo que grite de la impresión y que gima por el placer.
Sus embestidas son fuertes pero el agarre de Dániel no deja que nos movamos un ápice.
Es fuerte y parece que estuviéramos recargados contra una pared.
- Muero de ganas por sentirte - Me dice en el oído dando pequeños chupones en mi cuello. Daimon entiende porque sale de mi interior y nos movemos hacia la cama.
Dániel se acuesta boca arriba y me lleva con él mientras mis piernas abiertas y húmedas se acomodan a sus costados y me clava lentamente cerrando los ojos disfrutando de las contracciones que genera mi vagina al recibirlo.
- Eres mi droga Victoria! Me estas enloqueciendo! Te amo con desespero desde el primer día que te vi! - Me dice mientras entra y sale suavemente.
Disfruto de tenerlo dentro, de la sensación al estirarme para darle acceso.
En mi espalda siento las manos de Daimon masajear mientras esparce un líquido que se va calentando en mi cuerpo, sus manos se concentran en mi cadera van bajando despacio hasta abrir mis nalgas y rozan mi cul*.
Me respingo al sentir su toque, pero la boca de Dániel me atrapa y me impide girar.
Siento un dedo dar suaves empujones sin entrar a fondo, no es incomodo pero si raro y bastante estimulante porque al sentirlo mi orgasmo va aumentando rápidamente. Su dedo entra y sale en repetidas ocasiones.
Luego una pequeña punta fría se introduce y un líquido entra.
Trato de zafarme, pero las manos de Dániel me lo impiden.
- Tranquila mi pequeña, concéntrate en mi - Me dice y empieza a embestir más rápido haciéndome gemir.
La sensación en mi esfinter es caliente! Mucho! Daimon mete un dedo despacio haciendo círculos en mi entrada que ya no le opone resistencia.
Lo saca y vuelve a masajear, chupa mi marca, muerde mi hombro y susurra en mi oído
- Ese cul* me tiene obsesionado! Sueño penetrandolo, quiero que me sientas! Oír tus gemidos mientras voy entrando poco a poco hasta chocar mis pelotas. Me la tienes dura, parada y venosa. ¿Me vas a complacer mi tesoro? ¿Me vas a dar ese regalo? - Me dice y su dedo vuelve a invadir esta vez más profundo y fuerte, entra y sale al mismo ritmo que siento a Dániel penetrar en mi vagina. Luego suma otro dedo y me estremezco mis jugos resbalan por mis piernas y él aprovecha llevandolos a mi puerta trasera para lubricarme mas.
Me siento llena. La verga de Dániel es demasiado grande y aunque tengo muchas ganas también siento temor.
- Calmate mi vida! Solo relájate! Déjanos darte placer. - Me dice mientras las manos de Dániel bajan por mi cintura hasta llegar a mis cachetes y abrirlos dándole acceso y una vista perfecta a Daimon de mi agujero. Sus dedos entran y salen tratando de hacer espacio para lo que viene.
Luego algo duro los reemplaza y se empuja suave en mi entrada.
Giro la cabeza y él esta sudando, me mira con lujuria.
Se empuja un poco y Dániel chupa mi marca. Es increible lo erogena que se ha vuelto esa zona de mi cuerpo.
Daniel sale y da pequeños golpes en mi clitoris con si miembr* mientras Daimon entra un poco más en mi virginal entrada.
- Respira mi tesoro, lo haré suave, solo será una pequeña molestia y luego vas a disfrutar - Me dice mientras besa mi espalda. Sale y siento que un chorro caliente vuelve a entrar en mi interior. - El lubricante nos va a ayudar, tú confía - Dice y vuelve a entrar esta vez más que antes, tal vez hasta la mitad.
Dani no abandona mi clitoris y su toque, besos y caricias ayudan a que mi cuerpo se dilate dándole mejor acceso a su hermano.
El movimiento suave pero firme de Daimon es doloroso pero placentero mientras va haciendo que mi cuerpo se acople a su gigantesco tamaño.
Su respiración es agitada y al girar a verlo noto que tiene las venas de la frente brotadas y los dientes apretados.