Capítulo 70
1586palabras
2023-08-31 02:03
Dejar la cama cuando su cuerpo caliente en todos los sentidos me llaman a estar con ella me cuesta trabajo, pero el deber llama.
Daniel esta empeñado en que reforcemos la seguridad y no se siente confiado con los nuevos integrantes de la manada aunque él siendo honestos no confía en nadie y su intensidad se ha incrementado desde que nos trasladamos de casa. Pero eso es bueno, uno de los dos debe estar con los pies en la tierra y yo con pena debo reconozco que pienso más con mi amigo colgante que con la cabeza! Si por mi fuera no saldría de esta casa y me mantendría clavado entre esas piernas que son mi perdición!
Salimos y Samuel esta en la puerta esperando y su aura me indica que algo lo inquieta

- Buenos días Alfas, Frank esta revisando el perímetro y me pidió avisarte que te espera para autorizar algunas modificaciones - Habla mirando a Dániel.
- Gracias Beta ¿Vienes conmigo? - Me pregunta, pero se que Samuel quiere hablar conmigo en privado o de lo contrario no se tomaría el trabajo de venir hasta acá cuando podía haber avisado a través del enlace.
- Iré a traer el almuerzo para dejárselo listo cuando despierte y te alcanzo - Le digo y él se transforma y se aleja, cuando ya no esta a mi vista me dirijo a Samuel
- ¿Que ocurre? - Me mira nervioso
- Es Joseph y su familia. Están dando problemas y piden hablar contigo - Maldit* sea, me estoy ganando problemas sin necesidad.
Vamos juntos por la comida de Victoria y le dejo una nota antes de salir.

Nos encaminamos, ellos están ubicados al final del que fuera mi territorio inicial. Me recriminó al notar que debería haber informado a Dániel y buscar una solución juntos, pero temo a su reacción.
- Alfa, por fin te dignas a visitarnos - La voz de este hombre me irrita y ver a su hija me pone de peor humor
- No tengo tiempo, así que habla rápido - Les digo desde la entrada, no quiero estar cerca de ellos
- Te hemos servido y esperamos que tu tengas un trato especial con nosotros. Quiero parte del territorio y algunos miembro* de la manada nueva para poder iniciar la propia. Nosotros no estamos para recibir ordenes . - Me habla con su tono demandante y Máximo me asoma los colmillos criticando mi pasividad.

- jajaja. Bájate de esa nube Joseph, no los he sacado porque te tengo respeto por tu tiempo al lado de mi padre, pero no abuses de tu suerte. Quiero que te mantengas alejado de nosotros. Te ayudare a buscar un prospecto para que tu hija se aparee y se vallan en paz de acá. - Mis palabras lo irritan y su postura cambia, pero guarda silencio.
- Esta es mi manada, soy yo quien deberia ser la Luna no es insignificante humana. Y en Dániel fue hasta comprensible que se dejara nublar. Pero pense que tú serias mas fuerte que esto
- La escucho decir mientras se para frente a mi. Mis ojos cambian por su estupid* comentario ¿que se cree esta mujer? - Daimon tú y yo podríamos ser felices si la dejas y... - Asomo mis colmillos y empiezo a gruñir.
- No hablaras asi de mi mujer. La vas a respetar. Y tu y yo jamás pasara Ashley, jamas. Te aborrezco, tú solo fuiste un desahogo y un hueco donde meter mi polla. Quiero que para hoy desocupen y se vallan tan lejos que no vuelva a ver tu cara. Si no lo hacen los sacare en bolsas de basura. ¿ME HAN ENTEDIDO? - Les digo usando mi voz de Alfa y ellos se inclinan a pesar de no quererlo.
《¿Que ocurre? ¿Necesitas ayuda? 》 Me habla Dániel a través del enlace. Seguramente sintió mi alteración
《Nada que no pueda solucionar. Tranquilo》 Le respondo
- Daimon te vas a lamentar por haberme humillado de esta manera. - Me dice Ashley limpiando sus lagrimas mientras voy dando la vuelta.
- Samuel, asegúrate de que de esta noche no pase que ellos estén fuera - Le digo y me marchó a encontrarme con mi hermano, debo contarle lo que esta pasando, no quiero mentirle y esta bola de nieve se me esta creciendo.
Esta noche lo pondré al corriente de todo, aunque seguro me implicará un sermón.
Debí haberlos sacado el día que Joseph me encontró en el río. Fui un tonto al no actuar desde el principio.
Corro dirigiéndome a la ubicación que me ha dado y solo me detengo cuando lo veo, esta con varios hombres instalando el cerco eléctrico que considero es una medida exagerada.
Mientras otros se están haciendo cargo del circuito cerrado de cámaras de seguridad que tratan de montar por todo el perímetro, trabajo por demás dispendioso y complicado debido a la exuberante vegetación que tiene el territorio. Pero él no va a estar tranquilo hasta que tenga controlada cada hoja que cae y que pueda acercarse a ella, de manera que todos nos ponemos a trabajar para terminar pronto y que Dániel pueda respirar tranquilo.
La tarde va cayendo pero el llamado de uno de los hombres que custodian la casa nos pone en alerta.
Sin pensarlo salimos a correr y al llegar la encuentro sentada en el sillón en compañía de Susy, esta pálida y me mira con desconfianza.
Me acerco pero un horrible olor me pone los pelos de punta.
- ¿De quien es ese olor? ¿Por qué hueles a otro macho? - Mi voz suena furiosa Máximo esta descontrolado ¿Quién se atrevió a acercarse tanto como para que ella huela de esa manera?
- Me maree y uno de los chicos me tuvo que cargar. - Me responde apartando mis manos de las de ella. ¿Por que esta tan extraña? Tengo la mandíbula apretada y la irritación me esta consumiendo.
- ¿Paso algo mas? ¿Te sientes en condiciones de ponerte de pie? Me gustaria que fueramos a bañarnos y luego llamaremos al médico para que te revise. - Le dice Dániel más calmado aunque se que es solo de apariencia porque también le molesta que la hubieran tocado.
Sus ojos no se despegan de los míos, pero algo le ocurre. Esta irritada.
- Si amor, pero me gustaría hablar algo con Daimon un momento en privado primero, luego tomaremos la ducha juntos - ¿Juntos? ¿Me piensa dejar fuera? Dániel me mira igual de confundido, pero se levanta para alejarse.
- Iré a la otra casa a traer la comida, no tardo - Dice mientras sale en compañía de Susy
- ¿Sucede algo amor? - Me siento a su lado, tratando de no inhalar y mantenerme calmado. Tomo sus manos pero las aparta nuevamente como si mi contacto la quemara.
- Explícame por qué razón le diste acogida a la mujer que Dániel expulsó de la manada. - No! Esto no me puede estar pasando a mi. Que día mas de mierd* estoy teniendo. Necesito comprobar si el olor es de Joseph o de su hijo, si se atrevieron a acercarse a ella yo mismo les arrancaré el corazón.
- Mi tesoro, puedo explicarlo. Cuando ella llego pidiendo asilo, la recibí honrando la amistad que su padre tuvo con él mio. Pero luego te conocí y las cosas cambiaron. - Trato de hablar pero los nervios me tienen temblando.
- ¿Donde estabas? ¿Estabas esta mañana en compañía de Dániel? - La sangre me cae a los pies, le han sembrado dudas para ponerla en mi contra. El corazón me duele al notar que estoy poniendo en riesgo nuestra felicidad.
- ¿Como supiste lo de Ashley? ¿Quien te lo dijo? - Es un intento fallido por tratar de ganar tiempo y poder organizar mi cabeza y contarle lo que paso.
- ¿Estabas con Dániel? ¿O debo llamarlo y preguntarle a él? - Su tono de voz es agresivo como jamás lo había escuchado.
- Victoria, no! Todo tiene una explicación. - Diosa, no permitas que esto la aleje de mi!
- ¿Estabas con ella Daimon? - Sus ojos se llenan de lagrimas y yo me siento morir al ser el causante de su dolor. La amo. La amo más que a nada en el mundo.
- No, amor! No es lo que estás pensando! Todo tiene una explicación, solo permiteme contarte - Sujeto su mano evitando que se valla, quiero contarle, quiero que me entienda, que no me juzge.
- Suéltame! No puedo creer que me estés haciendo esto! - Me dice mientras Dániel entra y ve la escena.
- ¿Que esta pasando acá? ¿Por qué llora Victoria? ¿Que sucedió Daimon? - ¿Que hare si me culpa por mi estupide*? Si ella decide alejarme de su vida me muero.
- Dániel, yo... yo... cometí un error, no he sido sincero. Pero jamás le he faltado al amor que le siento y le profeso a Victoria. - Les digo mientras ella se suelta y sale corriendo hacia las escaleras para encerrarse en la habitación.
- Frank, entra por favor, llamare a Susy para que se quede acá. No la dejen sola. Si decide salir acompañala. - Les habla mientras fija su mirada en mi - Y tú ven conmigo. - Me dice y salimos juntos hacia el bosque.
Elevo mi mirada hacia la ventana de nuestra alcoba, pero ella no está ahí.
- No quiero irme Dániel! No quiero perderla, por favor! - Le digo con la voz quebrada.