Capítulo 54
1069palabras
2023-07-28 22:09
Me doblo en la entrada de la casa tratando de recobrar el aire; sus golpes me dejaron adolorido, pero esta vez no tengo ansias de revancha.
Siento sus pisadas cerca, pero lo espero. Esto era algo común en nosotros cuando éramos adolescentes. Estar en el gimnasio me hizo recordar tantas cosas...
Soy consiente de que actúe de forma arrebatada e imprudente. Tiene razón no debí besarla, pero es que tenerla cerca nubla mi mente, me altera la capacidad de razónar. Esperaba una reacción mas agresiva de su parte, pero me alegra que él supiera comprender que mis ansias son mayores que mi autocontrol. Y eso él lo debe saber bien, porque también sufre la misma ansiedad que yo.

Lo siento pensativo, analítico, supongo que es por la inminencia de lo que se nos viene, volveremos a vivir juntos.
Subimos a la habitación donde nos espera ella en la cama, me sudan las manos producto de los nervios, me siento como un cachorro. Tengo claro que no pasará nada sexual, pero me emociona saber que voy a dormir a su lado.
Pero la propuesta de mi hermano de que la lleve conmigo esta noche me deja completamente sorprendido.
Ella lo mira con tanta incredulidad como yo y siento su renuencia a acompañarme. Dániel no es un hombre dado a la paciencia, así que sin dejarla pensar mucho le alista algo de ropa y la presiona a que acceda a aceptar.
Antes de que ella se arrepienta él la sube en mi lomo y Máximo corre para llevarla a casa. Me comunico a través del enlace para avisar a Samuel y cuando llegamos varios de la manada están esperando en la puerta para darle la bienvenida.
Mi corazón late emocionado, estoy feliz. Ella es una mujer demasiado tierna, sus ojos brillan al sentir el amor con el que todos la esperan y es que ellos sufrieron conmigo las semanas de doloroso infierno que viví al pensar que nunca la tendría. Pero ahora esas noches de lamento, dolor y llanto han quedado en el pasado.

No quiero perder el tiempo y la llevo a la habitación de donde no quisiera dejarla volver a salir! Lo que sucedió después no puedo ni describirlo! No encuentro palabras.
Ver su cuerpo desnudo, recorrerla con la certeza de que nada nos va a separar, que esto será para siempre!
Yo nunca había sentido tanto amor! La lista de mujeres que habían pasado por mi cama que un tiempo atrás eran motivo de arrogante alardeo en este momento se convertían en un motivo de vergüenza al ver su inocencia, al saber que repartí besos y caricias que le pertenecían solo a ella!
Duerme en mis brazos y los rayos del sol la hacen ver hermosa, entregada a sus sueños, complacida y feliz. Ella ilumina mi mundo y yo me siento perdidamente rendido a sus pies.

Admiro con orgullo mi marca que ahora acompaña a la de mi hermano, formando una luna llena.
Y aunque ella no nos pueda dejar a nosotros una señal de propiedad gravada en la piel como lo hacen las lobas, en nuestros ojos se podría ver a kilómetros que le pertenecemos! Que somos por completo suyos.
El reloj suena y ella se mueve perezosa tratando de no despertar aún, pegando su cuerpo mas al mío y el mio responde de inmediato a su choque, deseo con toda el alma volver fundirme en su interior, sentir ese calor que me hace adicto.
Le acaricio la espalda suavemente tratando de alejar los pensamientos pecaminosos que ocupan mi mente ahora y despacio abre sus ojos y sonríe al verme!
- Si no fuera porque hemos quedado de vernos con Dániel, estaría enterrado entre tus piernas! - Le digo mordiendo suavemente su hombro. Su cuerpo es muy receptivo y tiembla ante mi contacto. - Las ganas que te tengo no se han saciado ni siquiera un poco. - Y veo como su rostro se pone rojo al oírme.
- ¿Sabes amor? Tengo muchas expectativas sobre lo que pueda pasar hoy. Mi hermano puede ser muy dominante!! Esto será placentero, ya lo veras - Y eso es suficiente para que su garganta la traicione y deje salir un gemido que me recorre la espina dorsal!
Así que me levanto y me meto al baño rápidamente antes de que las cosas se calienten más y ya no pueda controlarme. Cuando salgo, la habitación ya está organizada y ella está envuelta en una toalla esperando su turno para bañarse.
Bajo de su mano a desayunar y los ojos se posan en nosotros.
- Alfa, no te conocíamos esa sonrisa - Me dice Samuel y ella se sonroja.
- Mira Samuel! Agradece que estoy tan de buen humor y tan hambriento, que por esta vez voy a pasarte el castigo! - Le digo y todos en el comedor rien.
Les aviso que deben llegar para unificar la manada con los otros y empezar a distribuir los trabajos. Más miembros es más responsabilidad, pero ahora somos dos dirigiendo y eso me tranquiliza.
Pronto estamos de camino al río y a pesar de que no es tan lejos la llevo cargada en mis brazos como a un niño pequeño, su cuerpo se cansa más rápido que el mío y la actividad de anoche ha dejado ojeras marcadas en su hermoso rostro. Al principio se rehúsa a dejarse alzar pero al final accede.
Cuando nos acercamos veo a Dániel sentado en una piedra mirando fijo el agua arremolinarse.
Esta tan distraído que no nos siente llegar sino hasta que solo nos separan unos pocos metros. Se levanta pero no se mueve de su sitio, su cara cansada refleja que no durmió! Siento una punzada al pensar en la tormentosa noche tuvo que pasar.
La bajo y ella corre a su lado, sus manos lo envuelven como si de eso dependiera su vida y su contacto es bálsamo para él.
- Te faltaron horas de sueño mi pequeña - Le dice mirándola enamorado.
- Bueno, por tu cara parece ser que tu tampoco dormiste mucho ¿No? - Le digo y él gruñe en respuesta.
Sus ojos se posan en la marca aún roja que resalta en su cuello y la acaricia suavemente con los dedos admirando nuestra obra.
- Esta hermosa! Parece una luna en nuestra Luna! Ahora tendremos quien ilumine nuestro camino. - Dice mientras se inclina a repartir besos en toda su cara.