Capítulo 82
1707palabras
2023-08-18 04:00
Una semana después, Ellie, su familia y amigos se desplazaron a la manada de Dawn, pues al día siguiente celebrarían la ceremonia del Alfa. Ellie y su familia se alojaban en casa de la familia de Eros, mientras sus amigos se quedarían en la casa de la manada. La tarde de antes de la ceremonia Eros y Ellie recorrieron los terrenos de la manada, Eros quería enseñarle algunas de sus zonas favoritas, y aunque tenían todo el tiempo del mundo por delante, él quería aprovechar cada minuto con ella. Pasearon hasta llegar a las colinas, dónde los riachuelos las recorrían alegremente. Ellie se descalzó y metió los pies en uno de los riachuelos, sentándose en la orilla y jugando con el agua y sus pies. Eros la observó, esa imagen le resultaba extrañamente familiar, pero estaba seguro de que era la primera vez que Ellie estaba ahí. Entonces se acordó, cuando Mark agredió a Ellie la primera vez él soñó con una hermosa chica de cabellera roja sentada en un riachuelo.
<>, pensó Eros para sí mismo, <>.
<>, una voz grave recorrió su mente, Kai lo llamaba. <<¿No lo entiendes? Más allá de que supieses en la transformación que Ellie era tu compañera, la Diosa te mandaba señales. Supongo que quería que estuvieses cerca de ella. Nuestros destinos estaban unidos, Eros, de siempre y por siempre>>. Eros entendió entonces que Kai tenía razón, ella era para él y él para ella, no había otra explicación.

Una imperiosa necesidad recorrió su cuerpo, sabía que era lo que tenía que hacer, le comentó a Kai su plan y Kai correteó por su mente, feliz.
“En qué piensas, Eros? Parece que no estés aquí”, Ellie interrumpió sus pensamientos.
“Pienso en que estás preciosa aquí sentada, en la suerte que tengo de que seas mi Luna, y en que no puedo esperar a compartir mi vida contigo”. Ellie se sonrojó y recorrió descalza la pequeña distancia que los separaba, la hierba le acariciaba los pies y la suave brisa mecía su larga melena.
“Yo tampoco puedo esperar, Eros, eres mi todo, eras lo único en lo que pensaba en los pocos momentos de lucidez que tenía cuando, ya sabes… cuando me transformé y sentí nuestra conexión sentí que aunque estaba en un momento crítico, la diosa me regalaba una bocanada de felicidad. Estoy deseando ver qué nos depara la vida”. Ellie rodeó el cuello de Eros con sus brazos y de puntillas se acercó a sus labios. “Te quiero, mi compañero”. Y ahí, mientras la fresca brisa les acariciaba y el mundo parecía desaparecer a su alrededor, la joven pareja compartió un tierno beso, uno que acababa con una parte de su historia y empezaba con la nueva.
****Desde la perspectiva de Ellie****
Llevo todo el día nerviosa, hoy es el día. Aunque hace dos semanas que lo sé, el hecho de que falten horas lo hace innegablemente real, hoy me convierto en Luna. Mamá está todo el rato conmigo, ayudándome a prepararme y tranquilizandome cuando los nervios me agobian.

“Mamá, ¿y si no soy una buena Luna? ¿Pueden desterrarme o algo parecido?” Cualquier escenario en el que soy un desastre me parece bastante probable hoy.
“Por la diosa, Ellie, vas a ser una gran Luna, has estudiado para dirigir una manada, estás más que preparada, te has enfrentado a tu propio secuestrador.. si hubiese un carnet de Luna tú serías la primera en tenerlo. Ahora deja de moverte que si no no puedo acabar de arreglarte la diadema de flores!”. Creo que mi madre está más nerviosa que yo, y eso me parece complicado.
“Tranquila nena, estás más que preparada, has visto a tu madre cumplir con su papel toda tu vida, sabes lo que hay que hacer. La Diosa no te hubiese puesto en esta tesitura si no estuviese segura de tí”, Ari me apoya también mientras se arregla. Suspiro y me miro en el espejo.
Llevo un precioso vestido blanco, aquí también es tradición que la Luna vista del color de la pureza y parecida a una novia. Tuve la increíble suerte de enamorarme de un vestido de novia humana en una tienda de la ciudad y que encima me quedase perfecto. El vestido de corte de sirena acentúa mis curvas y se adapta a la perfección a mi, su cuerpo en forma de corsé con encaje aporta un elemento de distinción mientras que la falda, que se abre un poco más arriba de las rodillas para darme más movilidad, es completamente lisa, contrarrestando la parte superior y otorgando equilibrio.

Mi pelo está suelto y una bonita diadema de flores lo adorna, elegí flores pequeñas y muy separadas entre ellas en una diadema transparente, por qué quería que pareciese que las flores estaban flotando en mi pelo. Me veo espectacular, pocas veces me he sentido así de guapa.
Veinte minutos después llegamos a la plaza de la manada, donde han montado una precioso cenador con cortinas en tonos rosa pálido y adornado con unos sencillos ramos de flores. Cuando llego Eros está hablando con su familia, y mete algo en su bolsillo antes de que su madre le de un fuerte abrazo y su padre haga lo mismo. Me acerco a ellos y le doy dos golpecitos en la espalda a mi chico, que se gira y me mira con los ojos como platos.
“Wow, Ellie, estás increíble…no tengo palabras”, su cara lo dice todo, me mira como si estuviese admirando el paisaje más bonito del mundo.
“Gracias, mi amor, tu también estás guapísimo”, y realmente lo está. Lleva un traje azul klein y una camisa blanca con corbata, que contrasta con su pelo negro. Está increíblemente atractivo y en mi mente solo pienso en cómo podría usar esa corbata a mi favor. Eros siente mi excitación y se ríe, no hemos estado juntos desde la última vez en el lago, reservándonos para esta noche, en la que por fin nos marcaremos, y cualquier mínimo roce entre nosotros hace que salten chispas.
Los padres de Eros nos indican que llega la hora de tomar nuestras posiciones, la ceremonia debe empezar. Eros me tiende la mano y me ayuda a subir al cenador, donde nos sentamos, yo detrás de la luna Darla y Eros detrás de su padre. La ceremonia empieza con el tradicional discurso del Alfa, seguido del discurso de la Luna, en cuanto éstos acaban, piden que nos levantemos, llega nuestro momento.
“Eros, hijo único del Alfa Troy y Luna Darla, legítimo heredero de la manada Dawn, ¿aceptas aquí y ahora liderar con honor, valentía, sabiduría y coraje tu manada, y defender sus intereses por encima de los propios, en compañía de tu Luna y con la ayuda de la Diosa?” El sacerdote de la manada le pregunta a Eros.
“Sí acepto, y prometo dejarme la piel y el alma por mi manada”. Contesta Eros, solemnemente.
“Ellie, hija menor del Alfa David y Luna Ther, Luna por designio de la Diosa, ¿aceptas aquí y ahora liderar con honor, valentía, sabiduría y coraje tu manada, y defender sus intereses por encima de los propios, en compañía de tu Alfa y con la ayuda de la Diosa?” Llega mi momento.
“Sí acepto, y trabajaré duro por el bien de mi nueva manada”.
“Entonces, con la autoridad que la Diosa Luna me otorga y con el beneplácito de los anteriores Alfa y Luna, declaro al Alfa Eros y su Luna Ellie, líderes de la manada Dawn!” la gente se pone de pie, ovacionando y vitoreando, me siento increíblemente feliz. Nuestros amigos y familia nos miran desde abajo y veo algunas lágrimas rodar por sus ojos. “Con la proclamación de los nuevos líderes, damos por concluida la cerem-”
“Un momento, padre.” Eros interrumpe, todo el mundo se calla y mira sorprendidos. Miro a Eros, no me dijo nada de este momento, y teníamos el esquema de la ceremonia bien aprendido. “Antes de acabar la ceremonia quiero aprovechar que están aquí reunidas nuestras familias, amigos, y miembros de nuestra manada para decir algo”, entonces Eros se gira hacia mí, mientras sigo mirándolo sin comprender nada.
“Ellie, desde el momento en que te conocí supe que eras especial, mi cabeza se inventaba las formas más ridículas y tontas para meter tu imagen en mis pensamientos, llegando a ocupar un lugar primordial en mi corazón. Cuando por fin aceptaste mis sentimientos y empezamos nuestra relación, creí que no podría ser más feliz, hasta el día que, aun con las circunstancias que lo acompañaron, descubrí que eras mi Luna. No solo eres mi Luna, eres mi mejor amiga, mi confidente y la persona en la que más confío, la persona por la que saltaría al vacío sin dudar, y lo eres desde mucho antes de saber siquiera que éramos compañeros. Sé que es una mera formalidad, pero Ellie Hudson, ¿aceptas ser mi Luna, pero también mi esposa?”. El mundo se detiene cuando Eros saca una pequeña caja de su bolsillo, y al abrirla me encuentro con el anillo más bonito del mundo. Es un sencillo anillo de oro blanco con una esmeralda en el centro, puede no ser nada del otro mundo, pero para mí que adoro las cosas sencillas me parece una preciosidad. La gente suelta un jadeo de asombro y veo a mi madre llorando mientras mi padre la abraza.
“Sí Eros, claro que acepto, por la diosa, te quiero”, la respuesta más fácil del mundo. Eros coloca entonces el anillo en mi dedo y me besa con ternura, la gente estalla en más ovaciones y vítores.
“Realmente, podría casaros aquí y ahora, si así lo queréis”, nos dice el sacerdote George. Miro a Eros que me pregunta sin palabras, solo con su mirada, y asiento. Todo el mundo a quien quiero y que querría en mi boda están aquí, así que me parece el mejor momento.
“Sí, por favor, padre”, le contestamos al unísono. El sacerdote entonces pronuncia los discursos nupciales y en poco más de 20 minutos, esta vez sí, damos por concluidas las ceremonias, como Alfa y Luna, pero también como marido y mujer.