Capítulo 76
1311palabras
2023-07-31 16:52
Eros se acercó al punto de encuentro, cuando su madre lo vio transformarse se aproximó corriendo hacia él para abrazarlo.
“Hijo, ¿cómo estás? Tienes una pinta horrible, no has descansado nada, ¿verdad?. Lamento muchísimo que esto esté ocurriendo, vamos a encontrar a Ellie, no te preocupes”, le dijo su madre dulcemente mientras con las dos manos le agarraba de la cara.
Eros suspiró, aunque su madre lo reconfortaba siempre, el pesar que sentía era enorme, necesitaba encontrar a Ellie y ponerla a salvo, la tensión lo estaba matando y su lobo estaba totalmente fuera de control.

“Mamá…estoy asustado.” Susurró, únicamente.
“No deberías decir estas cosas delante de tu beta y de miembros de tu manada, ¡un alfa debe mostrarse fuerte e inquebrantable!” le riñó su padre, que había oído la confesión de Eros al acercarse a él y a su madre.
“Troy, eres un completo imbécil, y me importa una mierda que me oiga tu manada”, le espetó Darla, ante el estupor de Eros. “Tu hijo ha perdido a su posible compañera y lleva días sin descansar buscándola sin cesar, normal que esté asustado. Ser alfa no quiere decir volverse inhumano y ajeno a los sentimientos, por mucho que tú te empeñes en eso. Los sentimientos y la empatía también son necesarios para liderar con éxito una manada, no deberías olvidarlo”.
Troy lanzó una mirada llena de ira a su esposa, desde el altercado con Eros su relación era fría y distante. Darla se había posicionado totalmente a favor de la relación de Eros y Ellie, y odiaba la idea de que su hijo terminase emparejado forzosamente con alguien a quién no quería, obligado a renunciar a la preciosa relación que tenía con Ellie.
Jake y Logan se acercaron a Eros, intentando romper la tensión entre el alfa y su luna.
“Tío, estamos contigo, recuperaremos a Ellie. Ese hijo de puta pagará por todo el daño que os ha hecho, nadie jode así a nuestro alfa ni nuestra luna”, le dijo Jake mientras abrazaba a Eros. Éste se sintió conmocionado, ellos no conocían a Ellie ya que nunca habían tenido la oportunidad de verse, sabían lo que él les había estado contando y poco más. Aun así, la habían llamado Luna, una clara señal de respeto no solo hacia Eros, si no también hacia Ellie, a la que aceptaban ya como parte de su manada sin conocerla.

“Gracias, amigos… necesito que repasemos las zonas por las que Mark ha sido visto, tenemos que encontrar a Ellie, hoy es su cumpleaños y faltan pocas horas para su transformación. Yo…necesito saber que está bien” suspiró Eros mientras Jake y Logan asentían.
“Es una falta de respeto llamar a otra mujer “Luna” cuando por una parte no sabes si es su compañera, y por otra, su futura Luna está aquí…” dijo Arla, acercándose mientras contoneaba sus caderas, “a la que por cierto todavía no has saludado como es debido…Hola, Eros” añadió, acercándose a Eros y agarrándolo por el brazo.
“Arla, no estoy para estas gilipolleces. Sé lo que tu padre y el mío han hecho, pero también sé que sabes que paso totalmente de esta mierda, prefiero renunciar a la manada antes de que seas mi Luna, así que apártate de mi vista, me distraes de lo que realmente es importante: encontrar a mi compañera”, le escupió Eros a Darla. Las mejillas de esta se pusieron rojo escarlata y gruñó fuerte mientras sus ojos se oscurecían.
“Yo no hablaría tan altaneramente, Eros. Puede que creas que tienes poder de decisión aquí, pero no lo tienes. Si la hija del Alfa no es tu compañera, vas a ser mío, te guste o no. Nuestros padres hicieron un pacto sagrado, y no serás tú quién lo rompa dejándome en ridículo.” Le amenazó, enseñándole los dientes.

“Arla, antes me tiro por un jodido barranco que dejo mi manada en manos de una vanidosa y malcriada, como tú. Y ahora, te lo repetiré por última vez: fuera de mi maldita vista.” Contestó Eros gruñéndole también.
“Bueno, bueno… deberíamos calmarnos todos, el ambiente está algo tenso” dijo Richard con su habitual pinta de persona formal y culta. Richard era el tercero al mando del liderazgo de su padre, y por alguna razón siempre se había creído superior al beta, ¿cómo llegó a convencer a Troy para que aceptase el pacto? Ese era el gran misterio, lo lógico es que el pacto se hubiese dado con Yasmine, la hija –también soltera- del beta de Troy, Duke. Sin embargo, por algún chanchullo raro, no había sido así. “Eros, deberías ser un poco más considerado hacia Arla y hacia mí, pero sobre todo hacia tu padre, desafiando un pacto sagrado estás desafiando su voluntad y poniendo en riesgo la manada”, le dijo sonriendo falsamente mientras abrazaba de la cintura a su hija.
“Me importa una grandísima mierda, tercero. No sé cómo mierdas has conseguido ese pacto, pero no vas a llegar a nada más que a eso, a ser un tercero. Ellie es mi compañera, y en cuanto la rescatemos, mi padre y tú os podréis tragar vuestras mierdas”, contestó Eros alejándose y dejando atrás a Richard y Arla, que gesticulaba muy enfadada con las manos.
No habían pasado más de 30 minutos cuando David y Roy llegaron al punto de encuentro montados en un jeep.
Después de los pertinentes saludos y presentaciones acotaron la zona en la que habían sido vistos Mark y Ellie por última vez y, cogiendo otro jeep para ir más rápido, se trasladaron hasta esta para investigar. Un equipo de rastreadores ya estaba en la zona, y el corazón de Eros encogió cuando éstos le comentaron que, exceptuando la confirmación visual, no tenían más datos. No había más pistas ni olor que perseguir, y las horas se agotaban, el cansancio y la desesperación hacían mella en David, Roy y Eros, que acongojados veían pasar el tiempo sin saber qué más hacer.
Eran pasadas las nueve de la tarde cuando el punto de encuentro recibió otro aviso. Unos niños se habían saltado el estado de alerta y habían ido a jugar a una de las cuevas en las que montañas. Al acercarse a una de ellas vieron a lo lejos un lobo grande, desconocido y con cara de loco entrando en la cueva, así que asustados salieron corriendo para regresar a casa de sus padres y éstos contactaron con el puesto de control.
Por fin otra pista. El lugar indicado por los niños estaba a una hora en jeep del punto de encuentro, bastante cerca de las casas de la manada, así que salieron a toda prisa pues el tiempo se agotaba. Eros conocía bien la zona así que condujo él el jeep en el que se desplazaron también Roy y David. Cuando llegaron Eros recordó que él también había estado jugando en esas cuevas de pequeño.
“Aquí hay unas cinco cuevas bastante juntas entre ellas, esta zona se usaba antiguamente para practicar algunas técnicas de camuflaje con los guerreros, pero después construyeron los gimnasios y recrearon las condiciones para no tener que desplazarse hasta aquí, así que los niños empezamos a venir a jugar a ser guerreros”, explicó Eros a Roy y David de camino a la primera cueva. “Los niños parece que no se ponían de acuerdo sobre en cuál cueva habían visto a Mark, así que mejor que revisemos todas a fondo”. David y Roy asintieron y en cuanto llegó el resto del equipo de investigación se dividieron para avanzar y poder investigar mejor.
Los tres alfas acabaron investigando la tercera cueva, desde la entrada de la cual se podía distinguir perfectamente todo el valle, las casas de la manada y los bosques. Cuando entraron el innegable olor a Ellie les golpeó la nariz.
“Aquí! Es aquí!” Empezaron a gritar y a comunicarse con los otros grupos. <> pensó Eros.