Todo está oscuro de nuevo, pero hay una pequeña luz al fondo, estoy atada de manos y pies, supongo que esta vez no ha querido correr ningún riesgo. Cuando mis ojos se acostumbran a la oscuridad reconozco que estoy en una especie de cueva.
“H-hola?” intento gritar, pero de nuevo tengo la garganta seca. Mi voz suena como un hilo que se pierde, aunque un pequeño eco rebota entre las paredes húmedas.
“Así que la zorrilla está despierta de nuevo, ¿eh? Esta vez no tendrás más excursiones, me he asegurado bien de eso” me dice Mark señalando mis ataduras. “Pero tranquila, esta noche tendremos un hermoso paseo bajo la luz de la luna hacia el claro de las transformaciones, después de todo hoy es tu cumpleaños, perra”. Mark me escupe eso y entonces soy consciente, hoy debería transformarme, hoy sería el día que sabría si Eros y yo somos compañeros. Una lágrima recorre mi mejilla, la cara me escuece magullada por los golpes.
“Mark, todavía estás a tiempo de arreglar esto, te lo juro por la diosa Selene, por favor!” le sollozo, y el ríe de nuevo.
“Perra, deja de mentir. Tu tiempo se agota, esta noche cuando estés a punto de transformarte morirás en el claro de luna. Nunca sabremos si eres mi compañera o no, pero me importa una mierda. Además, así mejor, le dejaré un bonito recuerdo a tu alfa en su terreno”
“Mark, por favor, ¡por favor!” suplico y lloro con todas mis fuerzas, pero él simplemente se acerca a mí y me coge de la barbilla con su mano. Saca su lengua y me lame la cara, mientras una sonrisa diabólica aparece en la suya.
“Sabes a sudor, sangre y desesperación…me estoy poniendo cachondo, puede que incluso nos divirtamos un poco antes de que te mate…¿cómo era que te llamó el gilipollas en el lago el día que te lo follaste? Ah sí, <
>.” Eros tenía razón, ese día en el lago nos habían estado espiando, recuerdo que en la fiesta de Roy dijo que había regresado unos días antes… Las lágrimas me inundan la cara y le escupo con fuerza, si voy a morir, con suerte me mata aquí y no encuentran mi cadáver en los terrenos de Eros. Mark se limpia mi esputo de su cara con una sonrisa socarrona y me pega un puñetazo en la nariz. De nuevo el dolor me acompaña y la visión se vuelve borrosa. Oscuridad.
“Estúpida desgraciada. ¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué me tengo que ensuciar las manos? ¿No podría haberme deseado como yo a ella? Ahora tengo que matarla en el culo del mundo y huir de nuevo…¡joder!” Me despierta una discusión de fondo.
“Aah, pero se lo merece, claro que sí, esa zorra se lo merece. Nos expulsaron por su culpa y ahora va a morir por ello. Podríamos jugar un poco más… sigue dormida, podríamos quitarle esos ridículos pantaloncitos y desgarrar su ropa interior con nuestras garras…”
“No, no… mejor no tocar, no dejar nuestro rastro… aarrrgggggh!”
Abro los ojos poco a poco, confusa miro a mi alrededor para ver a un Mark en su forma de persona, solo, completamente solo. Debe de estar volviéndose loco, pone voces y discute consigo mismo. Su aspecto es horrible, sus ojos están rojos e hinchados y tiene unas horribles bolsas debajo de ellos. Su ropa está hecha jirones con restos de sudor y sangre en lo poco que queda de su camisa, mientras su pelo está sucio y alborotado.
Mis ojos buscan alguna señal del exterior y veo la entrada de la cueva en la que estoy, se ve un trocito del cielo anaranjado, está anocheciendo. Un escalofrío recorre mi cuerpo, me quedan apenas unas horas de vida, por lo menos pronto habrá acabado todo, pronto podré descansar en paz. Ha sido una vida corta pero intensa, las lágrimas brotan de mis ojos al recordar todo aquello que dejaré atrás, todo lo que me perderé…y el sufrimiento que voy a causarle a la gente que me quiere. Desesperada por salir de aquí intento desatarme moviendo con brusquedad mi cuerpo con las pocas fuerzas que me quedan.
“Yo de ti reservaría mis fuerzas, Ellie. En un rato nos ponemos en marcha, nuestro destino está muy cerquita”, me dice Mark con su apestoso y caliente aliento en la oreja. “Pronto se acabará todo, muñeca”. Vuelvo a llorar con fuerza y de repente noto algo duro y puntiagudo metiéndose en mi cuello.
“Oh relájate, solo es acónito. Como no tienes a tu loba te dejará dormida un buen rato, pero hay la suficiente cantidad como para que no pueda despertarse durante la hora de la transformación. No queremos que de repente te conviertas y me jodas el plan en el último momento, ¿verdad? Eso sería de muy mal gusto, Ellie, y tú eres una buena chica…” pronto dejo de oír su voz y todo vuelve a ponerse negro, muy negro.
Estoy en un prado, el sol brilla y emite un agradable calor. Sentada en el borde de un riachuelo mis pies están dentro de la fría agua mientras una suave brisa mece mis rojos rizos, respiro paz, mucha paz. <<¿He muerto ya?>> me pregunto. Observo a mi alrededor, todo es verde. Los pájaros cantan alegres y las montañas con cimas heladas se divisan a lo lejos, en el norte. No muy lejos, hacia el sur, se ven casas y edificios, parece un pueblo.
<>, me dice una suave voz. Busco a mi alrededor, pero no hay nadie, extrañada me pregunto si realmente he oído algo. <>. Respiro profundamente, no entiendo que quiere decir, pero cierro los ojos y sigo el sonido de su voz, cuando vuelvo a abrirlos hay una preciosa loba roja sentada en la otra parte del riachuelo.
Su pelaje es brillante, sus ojos son color miel y me miran con ternura, es increíblemente bella y me transmite confianza y tranquilidad.
“¿Quién eres? ¿Dónde estoy?” le pregunto.
<> me contesta, mentalmente. Estoy muy confundida, se supone que no puedo hablar ni conocer a mi loba hasta la primera transformación, no entiendo nada. <>.
“¿Nuestro compañero?... ¿Eros?” pregunto, con miedo, aterrorizada ante una posible negativa.
<>. Desaparece de delante de mí mientras todo se vuelve oscuro de nuevo.
Abro los ojos poco a poco, estoy en un claro en medio de un bosque, miro al cielo y la luna casi está en el centro de éste. A un lado está Mark, que no parece haberse dado cuenta de que he despertado, cogiendo un enorme cuchillo. Me da un escalofrío, tengo que mantener la calma. No sé si lo he soñado o qué, pero si no es así, debo intentar sobrevivir y regresar con Eros, mi vida no ha hecho más que empezar, me niego a morir aquí y así.