Capítulo 71
1065palabras
2023-07-29 19:27
No aguanto más la presión. Mi hermana sigue desaparecida y no sabemos dónde puñetas puede estar, no hay rastro que seguir ni pistas.
Mi madre llora desconsoladamente en el sofá de la sala común de la casa de la manada, ha insistido en venir aquí para estar al tanto de todo lo que averiguamos, pero la desesperación se cierne sobre nosotros en cuanto pasan las horas y no tenemos pistas.
Los padres de Mark salen de la sala de interrogatorios, abatidos. He tenido que usar el puto comando alfa por tercera vez en dos semanas, mi padre no lo usó nunca en décadas. Siento que esto me supera, no estoy preparado para esta mierda, era demasiado pronto.
“Hijo”, me conecta mentalmente mi padre, “puedo leer tus pensamientos mirándote a la cara. Esto nos supera a todos y eso no significa que no seas un buen alfa, es una situación extrema. Nunca me he visto en nada igual antes y sabe la diosa que no volverá a suceder esto, pero necesito que te mantengas frío y no dudes de ti mismo. Tu hermana te necesita, la manada necesita que su alfa dirija esta situación, estoy contigo hijo.” Lo miro y le dedico una media sonrisa, aunque mis fuerzas flaqueen siempre sabe qué decir.
Los padres de Mark están con mi madre, con la cabeza agachada y pidiendo disculpas por lo que está haciendo su hijo, su padre está furioso. La escena me aturde, esta gente cargará con el peso de las acciones de su hijo toda su vida, y no se lo merecen.
El teléfono me suena, en la pantalla aparece el número del Alfa Kyrion, de una de las manadas con las que tenemos el pacto.
“Alfa Kyrion”, respondo simplemente.
“Alfa Roy, siento mucho lo que está sucediendo. Te llamo porqué un integrante de mi manada dice haber visto un lobo muy grande con una chica atada a su espalda pasar rápidamente por los lindes norte de mi terreno”. La piel se me eriza, debe ser Mark por narices.
“Mándame las coordenadas, me desplazaré hasta allí de inmediato”. Me giro hacia mis padres y Eros, por fin tenemos una pista.
“Acaban de ver a un lobo grande con una chica atada a su espalda por los lindes norte de la manada Dark Night, creen que puede ser Mark con Ellie”. Mi madre solloza, mientras mi padre la abraza. Eros aprieta los puños y me contesta.
“Pero esa manada está muy lejos de aquí, transformados nos llevaría casi un día llegar hasta allí sin parar… ¿Cómo ha llegado hasta allí en 12 horas y cargando a Ellie? ¿Ese es otro efecto de las puñeteras pastillas, una especie de ultra velocidad?” Las preguntas de Eros tienen sentido, es imposible que haya podido llegar tan rápido cargando con una persona si no es por efecto de las pastillas.
Mi padre se levanta del sofá y se dirige a la sala de interrogatorios en la que tenemos a todos los implicados en el caso de las pastillas. Eros y yo lo seguimos en silencio. Entra abriendo la puerta de golpe y se dirige al centro de la habitación.
“Hablad, desgraciados”, comando alfa. Mi padre acaba de usar un comando alfa. “Vuestra mierda de pastillas, ¿altera la velocidad de quién las toma?” inquiere con los puños apretados.
“Sí, alfa”, contesta en seguida otro profesor de química. “La idea era que los lobos se volviesen más fuertes y rápidos, una manera de mejorar las filas de nuestros guerreros y poder combatir sin necesidad de cansarse demasiado”.
“Así que sí, de esa manera ha conseguido llegar en tan poco tiempo…” comento, ahora tiene sentido, con esas pastillas y aún cargando a Ellie, ha conseguido atravesar terrenos más rápido de lo que haríamos ninguno de nosotros. “Arturo, que preparen el helicóptero, nos vamos a la manada Dark Night, es la única manera de llegar rápido y poder captar todavía el olor”. Arturo asiente y sale de la habitación.
Eros y mi padre me miran y asienten, no voy a perder un puto segundo más aquí, si mi hermana y ese desgraciado están cerca de esa manada, los voy a encontrar.
“Hay algo que no me cuadra, puedo entender que huya de los terrenos de nuestra manada para hacer más difícil su búsqueda, pero, ¿por qué ir al norte? ¿Qué narices puede querer hacer con Ellie en el norte?” pregunta mi padre, desesperado, mientras vamos de camino al “helipuerto.
“Mi manada” susurra Eros, lleno de rabia. “¿Y si está llevándose a Ellie hacia mi manada?”.
“¿Pero por qué se llevaría a Ellie hacia allí? ¿Qué razón puede tener?” pregunta mi padre. Yo tampoco lo acabo de entender, mi cabeza da vueltas con toda la información que está tratando de procesar.
“Quiere hacernos daño. Supongo que pensará que no lo buscaremos en las tierras de mi manada porqué está lejos y además sería peligroso, pero por eso mismo puede resultar más seguro. No tendría ningún sentido llevarla hacia el norte si no quisiera hacerle daño en mi propia tierra, para que no pueda olvidar jamás esto”. Su voz es ronca y los colmillos empiezan a asomarse, se está transformando, la idea de que hagan daño a Ellie por su culpa y en su manada lo está consumiendo.
“Chico, respira. Necesitamos subir a ese helicóptero y llegar cuánto antes a Ellie. Si ese es su plan lo atraparemos antes de que le toque un pelo a mi hija, nadie va a quitarnos a mi cachorra ni a tu compañera” le dice mi padre a Eros. Me resulta extraño oír hablar de compañeros con Ellie, sé que todo el mundo lo cree, incluso yo mismo creo que esos dos son compañeros, pero nunca había oído a mi padre decirlo en voz alta.
El efecto de la palabra “compañera” cala en Eros, que suaviza sus facciones y poco a poco vuelve a transformarse, respirando hondo. Tenemos que encontrar pronto a Ellie o acabaremos mal todos.
Despegamos rápidamente y nos dirigimos a los terrenos de la manada Dark Night, por suerte el helipuerto de la manada se encuentra en la zona norte, así que tras algo más de una hora de trayecto nos encontramos en la zona donde ha sido vista por última vez.
En el helipuerto nos espera el Alfa Kyrion y su beta, acompañados por otra persona. Debe ser el testigo visual del que han hablado antes.