Capítulo 53
773palabras
2023-06-28 18:55
“No Ellie, no digas eso, por favor… No me importa una mierda lo que ha dicho mi padre, no me importa el pacto, la luna ni nada… por favor…” Eros sonó desesperado y a Ellie se le rompió el corazón, pero no podía ignorar todo lo que Troy había dicho.
“Eros, no hagamos esto más difícil… Tu padre ha hecho un pacto, sabes que eso es algo sagrado, y más entre un alfa y un tercero. Él tiene razón, Arla es la opción más eficiente para tu manada…yo…yo no soy nadie, al fin y al cabo. Esto ha sido maravilloso, y no me arrepiento de nada… pero sabía que podía pasar, que tuviésemos que separarnos, aunque no esperaba que fuese por un pacto”. Ellie empezó a llorar y agachó la cabeza, las lágrimas le abrasaban la piel y se desesperó al no poder contenerlas. Sabía que llegado ese momento le dolería, pero no esperaba sentir que se le partía el alma en dos.
Eros se sentó frente a ella, de rodillas sobre la cama, y le levantó la barbilla para que Ellie lo mirase a la cara. Sus ojos también estaban llenos de lágrimas, y eso hizo que a ella se le quebrase más el alma.
“Por favor, por favor… Renunciaré a ser un alfa, a la manada, a todo, pero por favor, no me dejes. No puedo vivir sin ti, Ellie, me niego. No voy a aceptar a Arla, no me importa pasar por encima del pacto. Ellie, tu eres mi luna, lo sé, por favor, aguanta hasta tu cumpleaños, sé que eres mi compañera… por favor, Ellie”. Eros estaba destrozado, ella nunca lo había visto así. Dejar las cosas de esa manera la torturaba, pero sabía que sería peor para los dos haber de enfrentarse al pacto.
Ellie agarró con sus dos manos la cara de Eros, y le dio un tierno beso en los labios.
“Eros, te quiero, de verdad, más de lo que nunca imaginé quererte… pero piensa en tu futuro, piensa en todo lo que renunciarías… tu manada necesita líderes fuertes. Si llega mi cumpleaños y no somos compañeros, habrás de cumplir el pacto, y eso será peor todavía. Nos haremos daño y no queremos eso”.
“Eres mía, Ellie. Puede que el miedo no te deje verlo, pero mi lobo sabe que eres suya, sabe que eres su luna. Tu cumpleaños llegará y lo descubrirás, pronto todo esto solo será un recuerdo de mierda.” Le dijo Eros convencido a Ellie. Sus ojos seguían llorosos pero él estaba serio, su voz había sonado como una promesa.
“¿Y si no? Yo no puedo aguantar esto… tu padre no me quiere y entiendo por qué… Nuestra relación se cargaría la tuya con tu padre, no puedo permitir eso -“
“Al cuerno con mi padre, ¡Ellie!” la interrumpió Eros, “¡Nuestra relación murió en el momento en que firmó ese puto pacto!” Volvía a estar furioso, y Ellie se apartó de él. No tenía miedo, pero sabía que podía convertirse en cualquier momento.
Entonces él hizo algo que ella no esperaba para nada. Se incorporó y buscó su teléfono, con el que llamó a su padre.
“Alfa Troy, escucha esto porqué solo lo diré una vez. Me quedo aquí hasta que pase el cumpleaños de Ellie, si es mi compañera regresaremos juntos para la ceremonia de la luna. Si no lo es, regresaré y te desafiaré, y no pienso perder. ¡Ese pacto, el padre de Arla y tú os podéis ir a la mierda!”. Colgó y estampó el teléfono contra la pared de la habitación, haciéndolo añicos.
Se dirigió hacia Ellie, que estaba sentada en la cabecera de la cama, con los ojos como platos.
“Eres mi puto mundo, preciosa, y no me van a apartar de ti. Sé que somos compañeros, no tengo ninguna duda. Pero si no lo somos no pienso acatar un pacto hecho a mis espaldas y a traición. Puede que tú no lo sientas del mismo modo, pero para mí no hay otra posibilidad”. Le besó las lágrimas suavemente, y apoyó su frente en la de ella, “eres mi todo, y no voy a dejar que sea de otra manera”.
Ellie suspiró, sabía que estaba mal, sabía que esto solo alargaba la tortura y que, llegado el momento, todo sería difícil y complicado, pero en su interior había una pequeña llama de esperanza que le decía que aguantase, que resistiese, porqué ellos dos estaban predestinados y podrían con todo.
Acercando sus labios a los suyos lo miró directamente a los ojos, y susurró “te quiero más que a mi vida, mi dios griego”.
FIN DE LA PRIMERA PARTE