Capítulo 46
776palabras
2023-06-28 18:47
No sé el rato que hemos estado fuera, pero se me ha hecho demasiado corto. En mi cabeza las palabras de Eros me dan vueltas, y aunque ojalá Ari y él tengan razón, no puedo evitar pensar que no va a ser tan fácil como cree él.
“Hija, ¿podemos hablar?”. Casi doy un grito al entrar en la cocina casi a oscuras y oír la voz de mi madre.
“Mamá, me has asustado, ¿qué pasa?”, tan ensimismada estaba con mis pensamientos que no he visto a mi madre ahí sentada.

“Solo quiero saber si estás bien con todo esto, que no hagas nada de lo que te arrepientas ni nada para lo que no estés preparada”. Mamá me mira a los ojos, seriamente. “Sé que siempre te he animado a conocer a gente, probar y experimentar, pero no esperaba que lo hicieras tan cerca de tu transformación. Y con esto no estoy diciéndote que me parezca mal, no esté de acuerdo o que no puedes hacer nada. Quiero que cada paso que des desde ahora hasta tu cumpleaños, lo des segura de lo que haces, para no tener que lamentarte por nada”.
“Gracias mamá… estoy muy segura de lo que hago. Sé que no parece posible ni real, visto el cambio, pero me siento muy bien con él, siento chispas y escalofríos, como una corriente que me recorre entera… Jolin, lo lamento, pero me da vergüenza hablar contigo de esto, mamá…” Joder, tengo mucha confianza con mi madre, pero no sé si estoy preparada para esto, la verdad.
“¿Chispas? ¿Sientes chispas cuando te toca?, sabes que eso se da entre compañeros, ¿verdad? ¿No te estarás sugestionando? Aunque por otra parte, normalmente son más fáciles de sentir una vez que se ha… ¡Ellie! ¡Por la diosa!”. Tierra trágame y escúpeme dónde sea menos aquí. Acaba de entender mi madre que he tenido relaciones con Eros, ¿o me lo parece a mí?. No parece enfadada ni nada por el estilo… y yo aquí diciéndole que me daba vergüenza hablar con ella…
“Mamá… esto, yo…” no sé ni por dónde empezar, pero a mi madre no le importa. Solo me rodea rápidamente con los brazos y me aprieta fuerte.
“Ay mi niña, ¿estás bien, verdad? Has ido de 0 a 100 en cuestión de horas, me parece… Comienzo a pensar que Ari tiene razón… Y puede que al ser pronto tu transformación, tu loba esté muy cerca de la superficie, por eso notas chispas… Ojalá seáis compañeros, será todo más fácil para los dos, te mereces un compañero que te trate como lo hace él, cariño. Alguien que se desviva y que a pesar de su juventud, tenga las cosas claras…” Yo no digo nada, no puedo… navego entre la vergüenza y la alegría de oír a mi madre. “Es tarde, Ellie, vete a dormir, que descanses, hija”. Mamá sabe que no debe presionarme, así que me da un beso en la mejilla y se despide de mí.
Subo a mi habitación y después de lavarme los dientes y asearme miro mi teléfono móvil, sonriendo como una tonta al ver que tengo un mensaje de Eros.

“Buenas noches, preciosa, descansa. Te quiero, mi luna”. El corazón se me acelera, y no tengo claro si es más por su <> o por llamarme luna. No sé a quién pretendía engañar diciendo que no sabía lo que sentía, si con solo ocho palabras en un mensaje de texto me siento flotar.
Sus dulces palabras me hacen olvidar por un momento que mañana volveremos a la academia, donde probablemente la mitad de la clase ya sabrá lo que hay entre Eros y yo, y que, además, tendré que hablar las cosas con Elisa. Doy vueltas en la cama durante un buen rato e intento respirar profundamente para calmar mi ansiedad, pero no lo consigo. Le escribo un mensaje a Eros, sé que no leerá hasta mañana, pero por algún motivo decido enviarlo igualmente. <>. Cojo mi teléfono, me pongo una camiseta ancha y bajo a prepararme una infusión, con la esperanza de que una bebida caliente me relaje y me ayude a dormir.
Cuando la tetera está a punto de silbar, la pantalla de mi móvil se ilumina. <>, me da un vuelco el corazón. Está aquí, ¿de verdad?, solo han pasado 10 minutos desde que le he mandado el mensaje y ni siquiera me había contestado. Me acerco a la puerta principal y una cálida y agradable sensación recorre mi cuerpo al verlo a través de la mirilla de la puerta.