Capítulo 43
1027palabras
2023-06-28 18:46
“Te diría que estoy bien, pero no lo estoy, Rach”. A su amiga le cambió la cara, pero antes de que dijese nada, siguió hablando. “estoy mucho mejor que bien, creo que pocas veces me he sentido tan feliz”. Rachel resopló y alivió su tensión.
“Joder Ellie, me vas a matar un día de estos. Ya estaba preparándome para pelearme con un alfa y acabar en el hospital”. Las dos se rieron juntas.
“Uff, ahora en serio. Anoche un montón de emociones y sentimientos me explotaron de repente en la cara. Sentí tantas cosas en tan poco tiempo que no sé si reaccioné de la mejor forma, pero la verdad es que no me importa. Me quiere, me lo ha dicho esta madrugada, ahora mismo no me importa nada más, la verdad.” Ellie sonaba feliz y tranquila, cosa que sorprendió mucho a Rachel.

“Oye, ¿quién eres tú y que has hecho con mi amiga?”, Ellie sonreía mientras se secaba el pelo. “Espera, ¿te ha dicho que te quiere? ¿te quiere, del verbo querer? ¿de verdad?”. Ellie asintió mientras Rachel ponía los ojos como platos y se tapaba la boca. De un brinco se abalanzó sobre su amiga para abrazarla. “Ostras, cariño, eso es muy fuerte, no es un simple “rollo” entre amigos, ¡es una relación! ¿Y tú? ¿Tú que le has dicho?”.
“Que estoy hecha un lío”, dijo susurrando Ellie, su expresión había cambiado y le entró el temor. “No puedo decirle que le quiero, porqué sé que siento cosas muy fuertes por él, pero no sé si es amor… Le dije que me gusta muchísimo, eso sí. Así que me ha pedido que seamos pareja, y bueno, que cuando tenga a mi loba, si encuentro o no a mi compañero, ya decida...”.
“Madre mía, resulta que el alfa es un romántico. Esto le va a encantar a Eva, jajaja. Mira Ellie, sé que para ti es pronto y por lo visto te cuesta darte cuenta de tus propios sentimientos, pero te lo voy a decir y así te ahorro tiempo. Tú le quieres, no te gusta. Si te gustase solamente, te habrías quedado en cuatro besos y ya, pero no. Has renunciado a todo lo que has defendido durante años por ese chico, si esto no es amor, pues que alguien me lo explique”. La reflexión de Rachel dejó a Ellie pensativa, ¿podría ser amor?, sí que era cierto que si bien le había costado, había renunciado a sus principios y a todo lo que había defendido siempre.
Rachel y Ellie siguieron hablando un rato más y finalmente bajaron a recoger los restos de la fiesta. Cuando dejaron la casa limpia y arreglada, se dirigieron a los coches para volver a su manada.
Rachel, Joseph, Ellie y Eros viajaban en el coche de Rachel, que dejó a la nueva pareja cerca de casa de ella.
Cuando bajaron del coche, Ellie empezó a agobiarse. No le entraron las dudas de su relación con Eros, pero sí que empezó a cuestionar cómo actuar de ahora en adelante. ¿Debía decírselo a su familia?, sabía que su madre la entendería, pero no estaba muy segura de la reacción de su padre y de Roy. Por otra parte, no servía de nada intentar esconderlo, pues seguramente ya habría rumores, Eros y ella desaparecieron de la fiesta de cumpleaños de él. Ellie empezó a marearse y a ponerse blanca, Eros pareció entender lo que le estaba pasando y la acompañó a un banco para que se sentase.

“Ellie, respira. No pasa absolutamente nada, no somos la primera pareja fuera de compañeros, ni tampoco vamos a ser la última. La única que imponía las condiciones eras tú. Podemos entrar en tu casa juntos, y si no estás lo suficientemente segura, yo hablaré, no tengo nada que esconder”. Le dijo mientras le tomaba de la mano y se la besaba con delicadeza.
“Lo sé, pero aun así, creo que va a ser un shock. También me preocupa bastante Elisa. Tendré que hablar con ella. Ayer por la tarde estaba tan segura, la pobre… dijo que se iba de caza…y al final lo que hizo fue irse a casa”. Ellie intentó hacer una broma para quitarse nervios, y aunque él se puso a reír, ella seguía igual.
“No tienes que hablar con ella tú sola, estamos los dos juntos en esto. Además, realmente si ella hubiese entendido a la primera que no tenía nada que hacer, no habría salido herida de esto. No era mi intención, pero yo siempre he tenido ojos solo para ti…y anoche más todavía, me estabas volviendo loco desde que llegué”, dijo Eros. Su voz había cambiado de un tono serio a otro más bajo, pero sexy. Ellie sabía lo que eso significaba, y aunque notó como su cuerpo respondía a su provocación, su mente estaba más centrada en lo que iba a pasar en cuanto atravesase la puerta de su casa.
“Quiero entrar y hablar con mis padres, ¿me acompañas, entonces? Sé que me voy a sentir más segura si estás a mi lado”. Eros asintió y se acercaron a la casa de Ellie. Antes de entrar, inspiró dos o tres veces profundamente, seguía cogida de la mano de Eros mientras él cargaba con la bolsa de la ropa en la otra mano. Cuando se disponía a abrir la puerta, ésta se abrió de repente y salieron David y Ther hablando.

Ellie se puso blanca y después roja en cuestión de segundos, mientras Eros le seguía sujetando la mano y la acariciaba con el pulgar para tranquilizarla, aunque se le paró el corazón al darse cuenta de que el alfa David había bajado la mirada hacia la mano de Eros y luego había mirado a este a los ojos.
“Mejor entremos”, dijo solamente el alfa David. Ther miró a su marido sin entender nada y en ese mismo instante vio lo mismo que él, pero su expresión era totalmente distinta, abrió los ojos de par en par y sonrió muy contenta, guiñándoles un ojo a la nueva pareja. Eros sintió que recuperaba el ritmo cardíaco después de la mirada del alfa, y Ellie seguía a sus padres en modo autómata.