Capítulo 40
1324palabras
2023-06-28 18:43
La habitación tenía una cama, una mesita de noche y poco más, parecía más enfocada a ser un trastero grande que otra cosa.
Eros y Ellie se sentaron en la cama en silencio, ella miraba al suelo, estaba tan nerviosa que creía que él podía escuchar su corazón bombear a ritmo vertiginoso.
Eros la cogió de la mano suavemente haciendo que ella se ruborizase.

"Tenemos que hablar, ¿no crees?" Le preguntó con ternura a Ellie, y ella asintió.
"¿Desde cuándo...?" Empezó él.
"No lo sé, creo que poco después de que me lo dijeses tú... He estado muy confundida, mucho tiempo. Eres muy atractivo y al principio pensaba que solo era eso, atracción, pero poco a poco había ciertas cosas que hacías o decías que me hacían feliz, aunque fuesen chorradas... cuando Elisa sugirió que igual encontrabas tu compañera, sentí como si me desgarrasen por dentro. Durante tiempo estuve batallando entre lo que sentía y lo que me dictaba mi cabeza, pero ese día fue como si algo que ya sabía que podía pasar, me golpease de otra forma, mucho más intensa". Ellie se abrió en canal y soltó varias lágrimas mientras hablaba. Había exteriorizado sus sentimientos y se había expuesto, no había marcha atrás. Eros la miraba, en silencio. "Cuando he visto a Elisa echársete encima he sentido mi corazón romperse. Pensaba que quizás podría soportar que tuvieses tu luna, porqué al menos tu serías feliz... pero verte en brazos de otra ha sido más doloroso de lo que realmente creía, de hecho, ha sido insoportable..."
Eros la interrumpió con un beso, ni siquiera pensaba con claridad porqué lo único que tenía claro era que quería besarla, acariciarla y sentirla después de tanto esperar. Sus labios estaban ligeramente salados de las lágrimas, pero no le importaba, sabían a su sabor favorito, ella.
Ellie le pasó las manos por detrás del cuello mientras él la abrazaba por la cintura. Se sentía como en una nube mientras ambos se besaban con ternura, pero también con pasión. Eros la besaba como quien bebe agua después de pasar mucha sed, su boca le parecía el mejor regalo de cumpleaños que jamás hubiese imaginado. No sabía cuánto duraría, ni si ella se arrepentiría después, pero sí sabía que iba a aprovechar cada segundo que pudiese recorriendo su boca.
En algún momento el beso que estaban compartiendo subió de intensidad. Las manos de Eros se enroscaron en la cintura de Ellie, que agarraba con fuerza el cabello de Eros.

Tras unos instantes, ambos se separaron con la respiración entrecortada. Sus ojos se cruzaron y en ellos había mil emociones distintas y desdibujadas entre sí.
Eros se apartó de Ellie, y tras un segundo le susurró: "Lo siento, Ellie, me he dejado llevar por mis sentimientos, no quería hacer que..."
"... ¿Y qué pasa si soy yo la qué quiere?" Ellie lo interrumpió y Eros abrió los ojos, procesando lo que decía Ellie, pero antes de que le diese tiempo a reaccionar, ella se lanzó sobre él y se enfrascaron de nuevo en otro largo y apasionado beso.
Ellie lo quería, lo necesitaba, su cuerpo y su corazón lo demandaban, a pesar de que su mente le hiciese creer lo contrario.

Ya había pasado tres veces, ya lo había probado, y no quería renunciar a ese sabor.
Eros le seguía el ritmo a Ellie y le acariciaba el cuerpo. Su tacto era adictivo y cuanto más la acariciaba, más la ansiaba. Apartó el cabello de Ellie de su cuello y lo besó, recorriendo desde la clavícula hasta el lóbulo de la oreja. Cuando sus labios tocaron el punto dónde algún día su compañero la marcaría, las chispas sacudieron su cuerpo de arriba abajo.
Ellie jadeaba y con una mano tiró del pelo de Eros, mientras que con la otra recorrió el pecho y vientre de Eros.
El pulso de Ellie se aceleraba mientras un calor intenso recorría su cuerpo, acumulándose debajo del vientre y provocándole un ligero y placentero dolor.
Eros ya tenía su lobo, eso significaba que sus sentidos estaban agudizados, aun así no esperaba sentir y oler la excitación de Ellie tan claramente.
Ese olor lo estaba volviendo loco y su lobo le pedía más, así que sus manos bajaron a las caderas de Ellie y con una de ellas empezó a acariciar el interior del muslo de Ellie a través de su vestido.
Ella abrió los ojos y jadeó, mientras que la mano que estaba en el vientre de Eros se deslizó hacia su pantalón. Cuando Ellie notó el miembro erecto de Eros lo recorrió con los dedos por encima del pantalón. Ese recorrido provocó que él se estremeciese entero y le jadease en la oreja. "Joder Ellie...", a lo que ella simplemente contestó con un gruñido sofocado. El ambiente estaba cargado de un intenso aroma a excitación, algo de lo que ambos eran conscientes y por lo que daban rienda suelta a sus emociones.
Eros paró el ritmo y se separó de Ellie, que lo miró confusa. "Ellie, estamos en un punto de no retorno, si seguimos así no sé si podré aguantar más, porqué lo único que quiero ahora mismo es estar dentro de ti. Pero, si me dices que pare, pararemos ahora mismo. Tú mandas". Ellie miró a los ojos a Eros, sabía lo que quería hacer, querían lo mismo. Era consciente de que él tenía razón, estaban a punto de sobrepasar el límite, pero ya no le importaba. Ni le importaba el futuro compañero, ni las parejas... solo le importaba lo mucho que deseaba a Eros, y quería aprovechar el tiempo que le quedase con él sin pensar en nada más.
"Te necesito, Eros...por favor." Casi ni le dio tiempo a terminar la frase, pues se abalanzó sobre él sin pensarlo, besándolo apasionadamente. Eros agarraba a Ellie de las nalgas con firmeza mientras ella mordisqueaba su lóbulo de la oreja. Acarició la espalda de Ellie y después le besó la nuca. Sus manos buscaron los botones del vestido rápidamente, lo único que deseaba era quitárselo y admirarla, como había hecho en su mente tantas veces en sus noches solitarias.
Cuando logró desabrocharlo, las asas del vestido cayeron a cada lado de la cintura de Ellie. Eros se apartó un poco de ella para admirarla, joder, era preciosa.
Su miembro ya empezaba a dolerle, pues estaba demasiado duro debajo del pantalón. Ellie se sonrojó e instintivamente intentó taparse el pecho, pero él la tomó de las muñecas y echándola sobre la cama las levantó por encima de la cabeza.
"Ni se te ocurra esconderte, Ellie, eres preciosa...y eres mía". Gruñó.
Ellie se ruborizó y otra placentera punzada se dirigió rápidamente a su sexo, haciéndola gemir.
Eros empezó a besar los labios de Ellie para dirigirse después a su cuello, del que descendería hasta sus pechos. Soltó las manos de ella para poder tenerlas libres y juguetear con sus pechos. Besó y lamió uno de ellos mientras que con la mano acariciaba el otro, notando como se endurecían sus pezones y excitándose cada vez más con los gemidos de ella.
Ellie intentó quitarle la camisa y mientras él tiraba del cuello de ésta para ayudarla, ella observaba el maravilloso cuerpo de su amigo.
"Joder, realmente eligieron bien tu nombre, eres un puto dios" dijo mientras se mordía el labio inferior. Su mirada de lujuria incendió la lujuria de Eros, que empezó a deslizar el vestido de Ellie, quitándoselo poco a poco y dejándola solo en ropa interior.
Ellie llevaba unas bragas brasileñas con encaje que se acoplaban perfectamente a su hermoso culo.
"¿Estás segura de esto? Dime que no y lo dejamos aquí". Le dijo Eros serio, mientras en su mente rezaba para que no se echara atrás, pues no sabía cómo sería capaz de apartarse de ella.
"Sí, lo estoy...solo que... bueno, ya sabes..." contestó ella, nerviosa.
"También es mi primera vez, Ellie... iremos poco a poco", dijo él mientras le besaba el
cuello.