Capítulo 39
930palabras
2023-06-28 18:42
Ellie, Joseph y Rachel empezaron a recoger algunos platos y vasos y a ponerlos en el lavavajillas para no tener que hacerlo todo luego. Cuando acabaron de recoger un poco salieron al jardín a seguir con la fiesta. Eva y Liam estaban charlando cerca y Joseph y Rachel se les unieron. Ellie respiró y decidió dar el paso y hablar con Eros, pero para eso primero tendría que localizarlo. Miró hacia la barra y vio a Gabriel bailar muy arrimado a una compañera de clase, ambos se miraban con deseo y Ellie se puso a reír, Gabriel no había encontrado a su compañera, pero esa noche había encontrado a alguien.
Muy cerca de Gabriel Ellie ve a Elisa contoneándose cerca de un chico, pero lo tapaba con sus manos levantadas. Cuando ésta se dio la vuelta a Ellie se le congeló el corazón, Elisa estaba bailando con Eros, así que se refería a él cuando hablaba de su presa.
Se queda inmóvil, incapaz de apartar la mirada por mucho que le doliese. De repente Elisa se abalanza sobre Eros para besarlo, Ellie no aguanta más y da la vuelta para marcharse. Si tan solo hubiese esperado unos segundos más, habría visto a Eros zafarse de ella como podía para recriminarle por su actitud, que estaba jodiéndole la fiesta.
Ellie se dirigió a los globos que tapaban el pasillo lateral del jardín y se sentó en un banco de piedra del jardín de atrás, mientras lloraba desconsoladamente.
Había perdido su oportunidad, sabía que eso podía pasarle, pero no esperaba que fuese una de sus amigas la que le arrebatase la oportunidad de tener algo con Eros. Si tan solo hubiese hecho caso antes a su corazón, si no hubiese estado tanto tiempo peleando con sus miedos e inseguridades, quizá habría podido estar con él, pero ya era tarde.
"Cariño, ¿estás bien? ¿Por qué lloras?" Rachel la había oído llorar mientras daba un paseo por el jardín con la esperanza de que se le pasase la borrachera. Como Rachel había estado de espaldas a la barra todo el tiempo, no había podido ver a su amiga abalanzarse sobre Eros.
"Ay Rachel, lloro porqué soy imbécil, por eso mismo. Lloro porqué llevo meses negando y escondiendo lo que siento, peleándome conmigo misma por qué no podía escoger entre mi cabeza y mi corazón" Ellie paró para coger aire entre tanto sollozo, mientras Rachel la miraba incrédula. ¿Estaría su amiga reconociendo, por fin, que Eros le gustaba?. "Cuando he visto a Elisa abalanzarse sobre Eros he sentido que me moría, Rach. He sentido mil puñales atravesando mi corazón y en lo único que puedo pensar es en que Elisa estará besándolo, y que esa podría haber sido yo. No puedo más, Rachel, estoy hecha un lío, pero ya no puedo seguir negando que me gusta Eros".
Rachel no sabía si había oído mal por culpa de la borrachera, pero juraría que había oído correctamente. Iba a preguntarle para cerciorarse, pero la interrumpieron.
"¿…De verdad te gusto?". Ellie casi infarta cuando oye la voz de Eros, que apareció de repente entre la oscuridad. "No pretendía espiar, vine porqué te oí llorar".
"Eehm, bueno, creo que me voy yendo", dijo Rachel con una enorme sonrisa mientras pasaba por al lado de Eros y le guiñaba un ojo.
"¿Te gusto?" Repitió Eros. Ellie se sonrojó y agachó la cabeza, no quería que Eros la viese como un tomate y mucho menos llorar. Sin poder ni dirigirle la palabra solamente asintió con la cabeza.
"Joder…" dijo Eros. Ellie no se movió, ni levantó la mirada. En su cabeza solo se repetía el momento en el que él le confesó sus sentimientos y ella no le correspondió. Había pasado el tiempo y era consciente que había perdido su oportunidad, Elisa había ganado terreno en un minuto, mientras ella había estado retrocediendo durante meses.
"Si piensas que entre Elisa y yo hay algo o lo habrá, estás muy equivocada. Sigues siendo la única que me gusta, si es eso en lo que estás pensando". Dijo Eros levantándole la barbilla dulcemente con los dedos y mirándola a los ojos.
Ellie abrió los ojos con incredulidad y se lanzó a los brazos de Eros. Él la abrazó con fuerza mientras olía el cabello de Ellie, nunca antes habían estado tan juntos. A pesar de los innumerables abrazos que se habían dado, ambos notaron que este no era como los demás. Casi sin saber cómo, sin dejar de abrazarse sus labios se acercaron y por fin se besaron, haciendo que ambos se estremecieran ante el cosquilleo y las chispas que sentían.
De repente se oyeron aplausos. Ellie y Eros se separaron incómodos, ya que no esperaban tener público, pero sonrieron al ver a sus amigos entusiasmados.
Rachel había avisado a los demás de la situación y se habían acercado a comprobar que fuese verdad. Todos menos Elisa, que, dolida por haber sido rechazada, se había quedado en la otra parte del jardín.
"¡Por fin, joder!" Exclamó Joseph, "¡esto ya empezaba a parecer un culebrón humano!" dijo, y todos rieron.
"Bueno, venga, démosles un poco de intimidad, que nos hemos colado en su fiesta privada" dijo Eva.
"Por si queréis estar más tranquilos, la casa de la barbacoa tiene un comedor pequeño...y un dormitorio también" dijo Rachel con sonrisa pícara, mientras empezaba a conducir entre risas a sus amigos en dirección contraria.
"No creo que haga falta que..." empezó a decir Ellie, roja como un tomate.
"Gracias, Rachel" la cortó Eros mientras que, cogiéndola de la mano, llevó a Ellie a la pequeña habitación.