Capítulo 38
737palabras
2023-06-28 18:42
Son las 17:30 cuando llega Gabriel con su coche, puntual como un reloj. Me subo en su coche y me da las gracias por echarle un cable. Charlamos mientras nos vamos hacía el campo.
Encaramos un camino en el que hay algunos bancales y una casa al fondo, cuando estamos llegando Gabriel empieza a hacer sonar el claxon y aparece un montón de gente de la nada. Miro a Gabriel sorprendido que se ríe, aparca el coche y bajamos. Cuando me acerco más veo una pancarta de feliz cumpleaños, muchos globos, comida y bebida. Mis compañeros de clase están ahí y también mis amigos. Todos me felicitan y me abrazan hasta que llego a mis amigos, a los que doy las gracias con entusiasmo. Es la primera vez que me hacen una fiesta sorpresa y estoy encantado.
Ellie me saluda y le doy un fuerte abrazo, joder, está preciosa. El vestido que lleva realza su cuerpo, rozo su espalda con la yema de mis dedos al abrazarla y una corriente me recorre entero. Se gira para indicarnos a Gabriel y a mí que nuestras cosas están arriba y el vestido deja entrever parte de su muslo, instintivamente me sacude el deseo de rozar su muslo y debo contenerme, pues empiezo a notar mi excitación y no podría ser más inoportuno.

“Ven conmigo, hemos traído algo de ropa para que te cambies, porqué tu ropa de cargar muebles no es la mejor para la ocasión”, me dice riendo Gabriel.
Liam ha traído unos pantalones negros y una camisa blanca, y cuando le pregunto cómo la han conseguido, Gabriel me dice, riendo:
“Pues no te creas que ha sido fácil, tuvimos que sobornar a la chica de la lavandería, menos mal que por lo visto le gusta Joseph y él tiró de encantos, era eso o comprarte ropa nueva pero no teníamos clara la talla”. Me río y me cambio, tengo suerte con estos amigos, son gente increíble.
Regresamos a la fiesta y Ellie me pasa una copa, mientras Joseph brinda a mi salud. Bebemos y aprovecho que la tengo al lado para hablar con ella.
“Me tenéis bien engañado, joder, no me esperaba esto ni en broma”. Ellie se ríe.
“No estábamos seguros si colaría, pero dijiste que sí tan rápido a Gabriel que fue pan comido. Aprovechamos que fuiste a tu manada para comprar todas las cosas ese fin de semana”.

“Estoy muy agradecido por todo, de verdad… por cierto, estás espectacular, Ellie. Te ves preciosa con ese vestido”. Ellie se pone roja como un tomate, sigue haciéndolo siempre que alguien le hace algún cumplido. Siento que va a decirme algo, pero Elisa se me abalanza.
“Feliz cumpleaños, Eros, espero que disfrutes mucho esta noche… Por cierto, te ves muy atractivo hoy”. Elisa empieza de nuevo con su táctica e intento ignorarla, forma parte del grupo de amigos, pero me hace sentir incómodo.
“Gracias, tú también estás muy guapa”. Varios compañeros de clase me llaman y me acerco a ellos para charlar. Observo el entorno y la verdad es que me sorprendo más todavía.
La casa es muy bonita y los chicos la han decorado de manera espectacular. Hay una zona con mucha comida y bebida y otra con música, se lo han currado mucho y me siento súper agradecido.

Cuando oscurece se encienden las luces del jardín que iluminan suavemente, pero lo suficiente como para que se siga viendo bien la comida y la bebida.
Son las 22 pasadas cuando se apagan las luces de repente y me temo lo peor.
“Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz…” En efecto, de la casa salen Liam y Eva con un enorme pastel y unas velas de cumpleaños, todos cantan el cumpleaños feliz y me obligan a soplar y a pedir un deseo.
“¿Qué has pedido?” me dice Alex, un compañero de clase.
“No puede decirlo, si no, ¡no se cumple!” contesta Eva.
Al acabarnos el pastel bebemos y bailamos sin parar. Pasadas las 00 la mayoría de mis compañeros de clase se han marchado ya, pero los que quedamos seguimos bailando y disfrutando de la fiesta.
Estoy bailando cerca de la barra de las bebidas cuando Elisa se me acerca para bailar. Lleva una copa en la mano y la deja en la barra para poder bailar mejor. Da vueltas a mi alrededor con las manos levantadas y cada vez está más cerca, rozándome siempre que puede con su culo.