Capítulo 33
1164palabras
2023-06-28 18:39
Las semanas pasaron poco a poco. Derek decidió dejar la academia tras el altercado y según su familia, se marchó a viajar y recorrer países. Esto hizo que el día a día de Ellie fuese ligeramente más fácil, pues no tenía que estar lidiando con un pesado que no atendía a negativas.
Por otra parte, la situación entre Ellie y Eros seguía siendo prácticamente la misma. Al principio Ellie puso un poco de distancia entre los dos, pues no sabía cómo comportarse después de la confesión de Eros, pero comprendió que era peor para los dos, ya que ella necesitaba sentir que todo seguía igual.
El cumpleaños de Eros se acercaba y eso significaba que conocería a su lobo. Como era un momento muy especial para un lobo, normalmente elegían a algunas personas de su círculo más cercano para compartir el momento de su primera transformación. Eros había decidido que regresaría a su manada para compartir su transformación con sus padres, Jake , su beta (que también era su mejor amigo) y Logan, uno de sus amigos más cercanos de la infancia.

Ellie y los demás decidieron organizar una fiesta sorpresa para Eros, y así celebrar sus 18 a la vuelta de éste. Así que el fin de semana que Eros se marchó a su manada por su cumpleaños y primera transformación, los amigos fueron a la ciudad a comprar diferentes artículos de decoración, bebidas y todo lo necesario para la fiesta.
Como terminaron bastante pronto, las chicas decidieron quedarse un rato más e ir de compras para la fiesta y para el fin de curso, mientras que los chicos aprovecharían para ir al cine.
Entraron en algunas tiendas y se probaron diferentes vestidos, mientras charlaban de todo un poco.
Ellie y Rachel estaban dentro de los probadores y Elisa y Eva las esperaban en el pasillo, pero seguían conversando animadas entre ellas.
Rachel fue la primera en salir con un bonito mono rosa pastel de pantalón corto que acentuaba sus curvas.
“Con ese mono no habrá loba que se te resista, Rachel”, dijo Eva admirándola, “tenemos que buscarte unos buenos tacones, esas piernas se tienen que lucir”.

“No me hables de lobas, mi compañera no es de nuestra manada, así que hasta que no viaje por ahí me da que no la voy a encontrar…esos sí, si mientras tanto me puedo dar una alegría, pues para mí”. Todas rieron, incluida Ellie que seguía en el probador.
“Ellie, por la diosa, ¿cómo puedes tardar tanto en probarte un vestido?, a Rachel le ha dado tiempo a probarse el vestido y el mono!” Elisa se estaba desesperando, y eso que la paciencia era su fuerte, pues trataba con niños.
“Vamos a ver, ¡es que tengo un problema con los tirantes! La espalda es cruzada y me cuesta colocarme bien el vestido” contestó nerviosa Ellie.
“Entro”, dijo Elisa entrando en el probador para poder ayudar a su amiga. “Jo-der amiga, menudo cuerpo, debería ser ilegal esto”. Elisa abrió la cortinilla y Ellie salió algo sonrojada. Sus amigas se deshicieron en halagos cuando vieron lo espectacular que lucía Ellie.

Llevaba un vestido verde esmeralda largo hasta los pies, de tirantes cruzados que dejaban media espalda al aire. En el pecho un escote largo pero discreto recogía bien el pecho, y la falda del vestido tenía un corte hasta la altura del muslo, que daban movimiento al vestido y otorgaban un aire muy glamuroso al caminar.
“¿No será demasiado? Me lo he probado porqué Eva insistía, pero creo que es demasiado para una fiesta sorpresa… ¿no?” Ellie se sentía bastante insegura, aunque se veía preciosa no solía usar vestidos y mucho menos de ese tipo. Ya para la boda de su hermano le había costado mucho encontrar un vestido que le encajase y le hiciese sentir cómoda.
“Bueno, nunca se es demasiado si vas a una fiesta en honor de un alfa, ¿no?” dijo Eva. “Yo voy a ponerme algo bien sexy, quiero dejar en coma a mi compañero en cuanto me vea”, añadió, riendo. Eva había obtenido su loba a principio de invierno y Liam al mes siguiente y por suerte para ambos, resultaron ser compañeros. Prácticamente el mismo día que lo supieron se marcaron, pues tampoco tenían mucho que discutir, teniendo en cuenta que ya tenían una relación.
Gabriel, Joseph y Rachel no habían encontrado sus respectivos compañeros, así que tenían planeado salir de viaje en cuanto supiesen si Ellie y Elisa tenían compañero o no, para ir a conocer gente y con suerte, encontrar sus compañeros en alguno de los bailes de compañeros que se celebraban en otras manadas.
Para Ellie faltaba todavía un mes y medio para su cumpleaños y estaba muy nerviosa, pues con suerte conocería pronto su compañero y podría cumplir su sueño. En cierta manera estaba ansiosa, pues exceptuando a Liam y Eva, sus amigos no habían conocido a sus compañeros en la manada, y temía que le pasase lo mismo. Por otra parte, reconocía que tampoco había nadie en la manada que le atrajese o que al menos le hiciese especial ilusión pensar que podría ser su compañero.
“Me pregunto si Eros conocerá mañana a su loba, igual regresa con una luna” dijo Elisa de repente. Ellie sintió una punzada de celos, y puso mala cara. Ella misma se sorprendió de su actitud, pues creía que tenía bajo control sus sentimientos. Obviamente Eros le atraía, era un chico muy guapo, pero había mantenido la cabeza fría a pesar de saber de los sentimientos de él hacia ella y había estado intentando ignorar cada detalle que hacía que Eros le resultase más atractivo o le gustase un poco, aunque cuando era sincera consigo misma, sabía que estaba fallando.
Eva se dio cuenta de la cara que puso Ellie y no dijo nada, pero sí que le dio un codazo en las costillas a Elisa cuando Ellie entró con semblante serio a desvestirse.
“¿Se puede ser más bocaza, Elisa?” susurró Eva mientras Rachel y ella sacaban de los probadores, “no hables de la luna de Eros si está Ellie cerca!”.
“¿Por qué? ¡Y que tuviesen algo ellos dos! Es algo que puede pasar y aunque a Eros le gustaba Ellie, ¿crees que después de este tiempo no se le habrá pasado? Ellie podrá estar decidida a esperar a su compañero, pero si Eros regresa sin luna, voy a mover ficha yo. Si ella no quiere aprovecharlo, pues peor para ella”. Escupió Elisa. Rachel le lanzó una mirada fría, Elisa había estado muy pesada respecto a Eros desde el principio, pero cuando supieron que a él le gustaba Ellie y esta lo había rechazado, ella empezó a acercarse más a éste. A Rachel no le parecía bien y aunque Elisa tenía razón y Eros y Ellie no tenían nada porqué ella no quería, en el fondo Rachel estaba convencida de que a Ellie le gustaba y no lo admitía por cabezonería y por no ir en contra de lo que siempre había defendido.