“Mamá, lo que te voy a contar es difícil para mí, así que no quiero comentarios chorra ni bromas, porqué sinceramente lo estoy pasando muy mal” dijo Ellie mientras lloraba.
Su madre se acercó a Ellie y la abrazó con cariño, se sentó a su lado con una taza de café y con suavidad le contestó.
“Ellie, te juro que no te voy a juzgar ni a decir nada, pero habla, por favor, porqué me tienes angustiada”.

“Mamá, besé al alfa Eros”, Ellie estaba cabizbaja, pero notó como su madre se sorprendía, después le agarró de la mano y tras unos segundos de silencio Ellie continuó. “No sé qué pasó, no sé por qué lo hicimos… solo sé que me dejé llevar…. Y fue tan dulce, tan bonito…pero la situación me golpeó en la cara y eché a correr, y me dejé a Eros allí. Mamá, soy una hipócrita, al final Mark tenía razón… Tenía mi discurso bien aprendido, pero no quería aplicarlo de verdad”.
“Ni se te ocurra pensar por un momento en lo que te dijo ese malnacido, Ellie. Eres una adolescente, puedes tener tus ideales y ser muy firme en ellos, pero todos tropezamos. En tu caso, para ti es peor porqué tus ideales ahora mismo te repiten que has perdido la oportunidad de tener ese primer beso con tu compañero, pero cariño, piensa que la única que te está juzgando severamente, eres tú misma.”
“¿Qué voy a hacer ahora? Ni siquiera me atrevo a mirarlo a la cara, no quiero ni pensar en tener que hablar del tema, soy un desastre, mamá” dijo Ellie mientras escondía su cabeza entre sus brazos, apoyada en la mesa de la cocina.
“No tienes que hacer nada que no quieras hacer, hija, ni ahora ni nunca Si necesitas tiempo, dátelo. Estoy segura que el alfa lo entenderá, de hecho, creo que él tampoco debe de estar pasándolo precisamente bien. Y no eres un desastre, eres una mujer pasando por una etapa de la vida bastante difícil, no te juzgues de esa manera, cariño. Creo que deberías subir y descansar un poco más, tienes mala cara.”. Ellie asintió y subió hasta su habitación. Miró el móvil y tenía varios mensajes de sus compañeros, entre ellos dos de Eros, uno de poco después de que Ellie le respondiese y otro de hacía un rato. Ellie decidió no entrar a leer ningún mensaje, no estaba preparada. Se tumbó sobre su cama e intentó dormir.
El sonido del timbre la despertó, miró la hora y vio que eran pasadas las 15. Su pulso se aceleró cuando oyó a su madre saludar a Eros, y se asomó sin hacer ruido a la escalera para oír la conversación.
“Lo siento, Ellie sigue dormida, puedo subir a despertarla, pero estaba muy cansada…”

“No te preocupes, Luna, solo quería despedirme antes de marcharme, pero es cierto que ayer salimos hasta tarde… ya hablaré con ella por teléfono. Gracias por todo lo que habéis hecho por mi este año, nos vemos en dos meses”. La voz de Eros sonaba cansada y triste, a Ellie le dio una punzada el estómago, parecía que él estaba pasándolo mal y ella solo quería evitarlo.
Su madre se despidió de Eros y poco después de que se marchase, Ellie recibió otro mensaje de él. <>.
Ellie esperó un rato para estar segura que Eros no regresaría en cuanto le contestase, y empezó a escribir. Borró cinco veces el mensaje que estaba escribiendo hasta que al final mandó un mensaje con el que se sentía cómoda: <>. Al poco rato de mandar el mensaje, Eros le respondió.
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