Me despierta la luz de la pantalla del móvil, miro con los ojos entrecerrados y veo la burrada de mensajes y llamadas que tengo. Tengo varias llamadas de mis amigos, muchos mensajes de ellos, tres llamadas y dos mensajes del pesado de Derek y un mensaje de Eros.
Abro el mensaje de Eros, no es nada del otro mundo, pero me alegra leerlo. Simplemente me pregunta cómo estoy, si necesito alguna cosa o si quiere que me traiga las tareas. Le contesto y le digo que hablaremos en un rato, creo que tiene alguna clase más todavía.
Llamo a Elisa que me acribilla con preguntas y le digo que mejor hablar en persona, así que decidimos vernos todos a media tarde en el restaurante de los padres de Joseph, así él también puede estar presente. Decido dejar fuera de esta reunión a Eros porqué quiero hablar primero con mis amigos y explicarles todo, y de paso hablar el tema de Eros.

Por la tarde Roy me acerca con el coche al restaurante de Joseph y para mi sorpresa están ya todos ahí. Rachel y Eva son las primeras en verme y corren hacía mi con cara de preocupación mientras me abrazan, les siguen el resto de mis amigos, que me abrazan y me preguntan por mi estado.
Joseph está también ahí y nos ha conseguido una mesa apartada en la terraza interior, sus padres le han dado permiso para que esté con nosotros durante un rato, así que después de traernos bebidas a todos, nos sentamos.
Suspiro y empiezo a contar todo lo ocurrido, desde nuestro encuentro con Gabriel y Mark dos días antes. A medida que cuento todo, mis amigos se ponen furiosos y maldicen a Mark entre dientes.
“Es culpa mía, todo esto es culpa mía, Ellie. Yo lo sabía desde hace tiempo y nunca se me ocurrió decirle que se fijase en otra chica, que lo vuestro no iba a suceder nunca. Si le hubiese desalentado tal vez no hubiese pasado nada”. Dice Liam con tristeza. Me dispongo a contestarle cuando interviene Gabriel.
“Liam, la culpa la tiene solamente Mark. Yo también lo sabía, y me apuesto la mano a que la mayoría de los demás también. Nadie esperaría que Mark hiciese algo así, es como si no lo conociésemos de nada. Pero la culpa es de Mark, de nadie más. Creo que podemos acordar que Mark no es bienvenido ya entre nosotros, aunque nos pese.” Aporta Gabriel seriamente.
“Chicos, yo no os voy a pedir que no le habléis ni nada por el estilo, pero evidentemente no voy a estar cerca de él, y aunque quisiera mi hermano lo amenazó, así que tampoco creo que se acerque a mi…Por otra parte, quiero hablaros del alfa Eros. Sé que es algo repentino, pero me gustaría que pudiese venir más con nosotros, si no llega a estar presente ayer no sé qué habría pasado conmigo. Es muy buen chico y se ha portado muy bien conmigo, me gustaría devolverle el favor… Joseph, creo que a ti te caería especialmente bien”.

“Bueno, por mi ningún problema, no seré yo la que no quiera ver a ese lobo más veces, ¿sabes?” Dice Elisa riendo. “No, ahora en serio, parece un tío legal, y después de cómo te cuidó, le debemos eso, mínimo”.
“Por supuesto, a mí me pareció simpático, tiene aire y aura de alfa, pero no parece pretencioso…no como el ególatra de Smith, de la manada Full Moon”. Añade Liam con sorna.
“Bueno, bastante tiene el imbécil ese aguantándose a sí mismo, 20 veces le dije que era lesbiana, y va el tío y me dice que eso es por qué no he estado con él todavía. El ejercicio de contención que hice para no golpearle en las pelotas pasará a los libros de historia” resopla Rachel.
Todos reímos y después de charlar un rato más, nos despedimos. Liam y Eva me acompañan a casa, y de camino me siento como la tercera rueda de una bicicleta, fuera de lugar.

“Chicos, venga ya, podéis dejar de esconderos, al menos conmigo. Esos ojitos que os ponéis no pasan desapercibidos” digo riendo.
“En realidad, Ellie, no nos escondemos… queríamos decírtelo antes, Liam y yo empezamos a salir ayer… pero te lo queríamos comentar en privado porqué bueno, entre todo lo que ha sucedido y tu opinión de las parejas…” dice Eva mientras se sonroja.
“A ver, primero que todo, felicidades, me alegro mucho por vosotros, espero que os vaya genial juntos. Segundo, mi opinión es mía y se aplica a mí, no voy a ir juzgando a nadie por no seguir mi forma de pensar, sería muy hipócrita por mi parte. Estoy muy feliz por vosotros, de verdad... ¡ya tardabais en dar el paso!” realmente estoy muy contenta por estos dos. Creo que hacen muy buena pareja y de verdad espero que sean compañeros, porqué sé que serían unos compañeros geniales.