La cena ha ido bastante bien, aunque mamá atosigando a Eros y mi padre poniéndose celoso es algo que no creía que vería. Hoy Ari se queda a dormir en casa, así que cuando subo a las habitaciones me cruzo con ella a la salida del baño.
“Ellie, ¿tienes un momento antes de que vayas a dormir? Sé que es un poco tarde, si estás cansada podemos hablar mañana” me pregunta Ari al salir del baño.
“Claro, dame 10 minutos que me cepille los dientes y me arregle para dormir y ven a mi habitación”. No sé qué es lo que querrá Ari, me parece un poco raro que me pida charlar a estas horas, pero no tengo ningún problema con ello.

Cuando acabo de asearme voy a la habitación y en nada entra Ari después de llamar a la puerta.
“Ellie, quería preguntarte si estás bien…Esta tarde, cuando veníamos Roy y yo, hemos pasado por delante de ti y del alfa Eros y nos ha parecido verte llorar. Roy no quería preguntarte nada para no ponerte incómoda, pero yo sí quería decirte qué si necesitas hablar o algo, me lo puedes contar…”. Ari me deja atónita. Ni me había percatado de que habían pasado por delante con el coche. Se me humedecen un poco los ojos al pensar en esta tarde.
“Uff, Ari…es complicado, la verdad. Resumiendo, parece ser que a Mark le gusto desde hace un tiempo y con la llegada del alfa Eros está más susceptible, de hecho, pone muecas, gruñe por lo bajo y frunce el ceño. Hoy ha tenido una actitud bastante mala mientras estábamos en la cafetería y me ha sentado mal… El alfa Eros me estaba intentando consolar porqué ha notado que estaba bastante incomoda”. Una lagrima cae por mi mejilla mientras digo esto. Me siento mal, no me gustan los rollos raros entre amigos y esta situación me empieza a superar.
“Ay, pequeña, lo siento mucho. No es fácil controlar lo que se siente, igual que no es fácil vivir sabiendo que le haces daño a alguien querido. Supongo que lo mejor sería hablar con Mark, aunque no sé si servirá de mucho… Y bueno, normal que sienta celos del alfa Eros, ese chico es muy atractivo para la edad que tenéis, de mayor va a ser un bombonazo” suelta Ari para aliviar tensiones. Aunque consigue que me ría un poco, todavía me siento algo mal.
“Sí, ya había decidido hablar con él, mañana le diré de quedar tras las clases, mejor acabar con esta situación cuanto antes. En cuanto a Eros, no sé por qué debería estar celoso. Sí, es muy atractivo, no lo voy a negar, igual que no negaré que me pone hasta nerviosa a veces, pero ya sabes lo que pienso de tener pareja, y Mark lo sabe también. No quiero tener nada con nadie, por muy dios griego que sea, el único con el que compartiré momentos será con mi compañero otorgado por la diosa”.
“¿Estás segura, Ellie? Parece que tenéis mucha complicidad para el poco tiempo qué os conocéis, pero evidentemente sé lo terca que eres. Si dices que será así, pues así será. Voy a irme a descansar, tú deberías hacer lo mismo, se está haciendo tarde y tienes clase mañana. Que descanses, peque”. Ari se despide de mí y se marcha.

Me meto en la cama y mi cabeza no deja de darle vueltas al asunto. Pienso en cómo atajar la situación con Mark durante mucho rato, pero dos pensamientos intrusivos me golpean cada poco. Por un lado, la conversación con Ari y todo el rollo de la complicidad con Eros, y, por otro lado, el momento en el que me he lanzado a sus brazos y el escalofrío cuando me ha acariciado la cabeza. Me asombro de mi misma cuando me doy cuenta que me estoy poniendo roja al recordar su caricia, siento que me traiciono a mí misma y es algo que no voy a tolerar. Me doy la vuelta sobre mi misma en la cama e intento dormir, y aunque me cuesta bastante, finalmente lo consigo.
Me despierto decidida a hablar las cosas con Mark, así que le mando un mensaje por si nos podemos ver cuando acaben las clases y así charlar. Me contesta con un ok, nada más. Aunque me pone triste, no quiero darle más vueltas porqué sé que si no, será peor, así que me arreglo para ir a clase, desayuno y me voy a la academia.