Capítulo 11
712palabras
2023-06-28 17:49
Eran las 17h cuando la puerta sonó. Ellie abrió la puerta sabiendo que sería el alfa Eros, pero no imaginó verlo así. Eros llegaba acalorado y tenía el pelo un poco mojado del sudor, las mangas de la camisa arremangadas hasta los codos y los dos primeros botones abiertos, parecía que llegaba de correr.
“Alfa Eros, ¿qué te ha pasado que llegas acalorado?” preguntó Ellie mientras le indicaba que entrase a casa.
“Lo siento, salí tarde de clase y veía que no iba a llegar a tiempo, así que corrí, pero con este calor parece que haya salido de la piscina…No soporto llegar tarde, me pone nervioso” dijo Eros mientras aceptaba el té helado que le servía Ellie.

“Jajaja, a mí me pasa lo mismo, cuando nos chocamos ayer en la cafetería faltaban 10 minutos para que llegasen los otros todavía”.
Los chicos siguieron charlando durante unos minutos más y finalmente se pusieron a hacer sus tareas, cuando ya llevaban un buen rato enfrascados en ellas, Ther y Roy llegaron a casa.
“Alfa Eros, me alegro mucho de volver a verte” dijo Ther sin ocultar su alegría por volver a ver a Eros. Ellie resopló y su madre le hizo una mueca.
“Alfa Eros, ha pasado mucho tiempo”, dijo Roy al entrar en la cocina. Eros se levantó y saludó con un apretón de manos a Roy. “Cómo se nota que han pasado más de diez años desde la última vez que nos vimos, a penas eras un crío que jugaba con Ellie en su terraza”.
“Me alegro de volver a verte, alfa Roy, sí que es cierto que ha pasado mucho tiempo… pero sigo recordando cómo te cargaste mi camión de juguete favorito” contestó Eros con una sonrisa.
Todos se rieron, Roy también lo recordaba, y recordaba cómo había intentado esconder el camión roto para evitar la regañina de su madre.

Roy se dirigió a su habitación para cambiarse, pues iba a la casa de la manada a trabajar y después recoger a Ari en el trabajo para la cena. Mientras, Ther empezó a cocinar la cena y Ellie y Eros siguieron a lo suyo. Ther oía como entre ejercicios se reían o hacían alguna broma y sonrió para sí misma, puede que Ellie fuera terca como una mula, pero notaba la complicidad que tenían estos dos a pesar de apenas conocerse.
Cuando acabaron los deberes decidieron ir a la cafetería, ya que todavía faltaba un rato para que estuviese lista la cena.
Al llegar, Ellie se sentó en una de las mesas de la terraza mientras Eros pedía unos refrescos. Mientras esperaba alguien le hizo cosquillas por la espalda, haciendo que se sobresaltase. Era Gabriel, que al parecer había quedado con Mark para tomar algo después de sus clases.
“Hola Ellie, ¿qué haces aquí sola?” preguntó Gabriel con una sonrisa.

“¿Has quedado con las chicas, Ellie?” añadió Mark.
En ese momento apareció Eros con las bebidas, y saludó a los dos chicos. Gabriel saludó a Eros alegremente, mientras que Mark apenas dijo nada, pero su semblante se volvió más serio. Ellie lo notó y se puso incomoda, no le gustaba la actitud que estaba teniendo Mark desde que conoció a Eros, pero no quería malos rollos entre sus compañeros, así que pensó en hablar con Mark a solas cuando pudiese.
“Hola chicos, el alfa Eros y yo hemos terminado de hacer las tareas por parejas que teníamos hace un rato, y hemos decidido tomar algo hasta que mi madre acabe de preparar la cena. ¿Queréis sentaros con nosotros?” preguntó Ellie intentando controlar la situación. Gabriel asintió contento y Mark y él fueron a por sus bebidas.
A su regreso se sentaron con Ellie y Eros y charlaron. Durante 10 minutos Mark permaneció callado, con la mirada en su bebida y el ceño fruncido. Harta de la situación Ellie le preguntó directamente.
“Mark, ¿te pasa algo? Tienes mala cara”. Mark levantó la cabeza y con expresión dolida miró a Ellie a los ojos.
“No, no me pasa nada, pero tengo que irme, se me ha hecho tarde. Nos vemos mañana en la academia”. Mark se fue de la cafetería casi sin haber tocado su bebida.
Ellie resopló girando los ojos, por su parte, Gabriel lo miró extrañado y Eros se tensó.