“’Ellie, te estábamos buscando! ¿Dónde estabas? Has tardado muchísimo en bajar, ¡mira qué hora es ya!” Justo cuando Derek se disponía a contraatacar, aparecieron Elisa y Rachel, sus amigas del instituto, y Ellie sintió que sus amigas le salvaban la vida.
“Ahm, hola Derek”, espetó con cara de asco Elisa. Ella había sido una de las víctimas de aguantar las absurdeces de Derek, pero este había acabado por hartarse de insistir, por suerte para ella.
“Hola Elisa, hola Rachel”, dijo con desgana Derek “que alegría veros de nuevo pero me sabe mal porqué Ellie y yo estábamos en una conversación muy interesante sobre-“

“Hola chicas, tranquilas, realmente ya habíamos acabado de hablar. Derek, nos vemos en clase, hasta luego” interrumpió veloz Ellie, recogiendo sus cosas con brevedad y saliendo del comedor con sus amigas, agradeciéndoles lo oportunas que fueron.
Las 3 amigas se dirigieron al patio principal de la academia donde las esperaban Eva, Gabriel, Mark, Joseph y Liam.
“Por fin aparece la princesa!” exclamó Liam.
“Lo siento, el imbécil de Derek me interceptó en clase y no me dejaba marchar, tuve que almorzar con él mientras oía los cuentos de siempre”, explicó cansada Ellie, “yo estaba segura que se apuntaría con los guerreros, pero no, ahí estaba cuando he entrado a clase”.
“Y yo gané la apuesta! Me debéis el almuerzo de esta semana” gritó contenta Rachel, “Liam, Eva y yo estábamos apostando sobre si Derek habría sido capaz de apuntarse a tu clase solo por seguir con el juego. Cuando hemos visto que no estaba en los entrenamientos con nosotros lo he pensado automáticamente”.
“Yo esperaba que tuviese un poco más de cabeza y pensase en su futuro en vez de en sus pantalones, pero claramente fallé” dijo Liam. Todos rieron con ganas. Eran un grupo muy dispar entre ellos, pero que habían congeniado estupendamente en el instituto, y en el que se sentían muy cómodos.

Liam, Eva y Rachel eran muy fuertes y querían ser guerreros, sobre todo Liam, que era el hermano del Beta de Roy, Arturo. Gabriel y Mark habían destacado en ciencias durante el instituto así que decidieron estudiar medicina para trabajar en los hospitales, Elisa por su parte estudiaba educación infantil. Para Elisa era lo más natural, puesto que tenía tres hermanos trillizos a los que adoraba y se le daba genial cuidarlos con su madre, que también era educadora. Joseph sin embargo había decidido no estudiar y seguir con el restaurante familiar, pero como libraba había quedado con sus amigos para charlar de sus primeras clases.
La conversación seguía animada hasta que sonó la campana y tuvieron que despedirse. Cuando se dirigían juntos a la puerta de la academia observaron un montón de chicas aglutinadas en las escaleras. En seguida el bullicio se calmó y vieron darse la vuelta para entrar a clase a Eros.
“Bendita Diosa, ¿quién es semejante lobo?” Espetó Eva con los ojos como platos.
“No lo sé, pero me gusta hasta a mí, que soy lesbiana” rio Rachel.

“Me gusta a mí y no soy gay” dijo Gabriel, provocando las risas de los demás.
“Es el alfa Eros, el futuro líder de la manada Dawn, está en mi clase” dijo Ellie. Todos se giraron hacia ella, y al segundo Eva y Elisa empezaron a bombardearla con preguntas. Rachel se rio y dijo, burlona:
“Ellie no ha perdido el tiempo, enseguida ha inspeccionado al nuevo y le ha pasado la ronda de reconocimiento”. Todos rieron, aunque el comentario provocó que Ellie se sonrojara y que Mark apretase ligeramente los puños, algo que Liam fue el único en notar. Y es que Liam sabía que Mark estaba enamorado de Ellie prácticamente desde el día en que se conocieron, pero su timidez le impedía casi hablar a solas con ella, mucho menos declararse.
“De eso nada, se ha sentado a mi lado y cuando ha acabado la clase se ha presentado, pero apenas he hablado con él, Derek nos ha interrumpido”. Las chicas siguieron haciéndole preguntas a Ellie hasta que se separaron para ir a sus respectivas clases, entonces Ellie siguió su camino hacia la suya.