Capítulo 32
2317palabras
2023-06-07 04:55
SARA
La mente un lugar intocable y frágil que tiene muchas posibilidades de que sea dañado o intoxicado con escenas o recuerdos que dañarían el equilibrio de una persona normal. Sin embargo, a las demás personas no les interesa lo que le pase a la persona que está sufriendo de un ataque de ansiedad por que sus nervios están alterados. Al igual que yo que toda mi vida he tratado de escapar de la realidad que envuelve mi mente y verme ahora en esta posición me doy cuenta que de nada me serbio no ser el centro de atención. Porque una ser humano poso en los ojos en mi volviéndome su centro de atención.
-Eres tan hermosa mi corazón. –Su horrible aliento impacta con la parte derecha de mi rostro esparciendo todos mis pensamientos en un solo chasquido -Te llevo observando tanto tiempo que tenía el miedo a perderte, cada vez que pasabas a lado de un hombre o cuando los tenías tan cerca de ti –Este hombre esta demente ¡Oh Dios que será de mí! -Pero por casos de la vida huías de cada uno de ellos y aunque me gustaría saber la razón de tu temor no hay tiempo, quiero estar dentro de ti, saber que tan estrecha estas y para ello necesitamos privacidad corazón... Sabes nunca me imaginé decirte estas palabras, pero ya es tiempo.
>>Te amo más que nada en el mundo. Desde que llegaste fue una nueva oportunidad para mí para creer en el amor, sin embargo, cuando me acercaba a ti tu siempre te alejabas y era muy irritante. Pero ahora la oportunidad que tanto he esperado se ha presentado ante mí. No obstante, no desperdiciare esta ocasión para tenerte solamente para mí.
Nunca imagine comparar mi vida con una montaña rusa, donde las curvas constantes eran mi vida normal la cual me plantee tener después de que mi madre falleciera por la razón que sigue atormentaba cada una de mis noches. Sin embargo cuando hablamos de las subidas y bajadas aquel concepto cambia drásticamente en una perfecta e inigualable respuesta de suma importancia que solo indica las palabras que me he negado a divulgar en voz alta.
"Problemas"
Me he intentado alejar de ellos y ser una simple chica que quiere una vida normal sin tener que preocuparme por momentos duros que no traían nada bueno a mi vida. Y nunca pensé que volvería a tener a un hombre tan cerca de mí descartando la imagen de McQueen que solo sus intensiones tenían que ver con colmar mi paciencia. Pero ahora es diferente tengo un hombre cerca de mí que tiene la sola intención de arruinar mi vida como el mismísimo diablo que era mi padre.
-Me escuchaste bien amor, te hare gritar hasta el amanecer. Me hundiré en ti tan profundamente que mi olor va a estar impregnado en todo tu cuerpo para que los que quieran acercarse a ti sepan a quién le perteneces –Las lagrimas siguen rodando por mis mejillas sin opción a detenerse no tomo la iniciativa de retenerlas o limpiarlas.
Que he hecho mal en mi otra vida para que la vida me quiera castigar de una forma tan cruel y vil, pero no me puedo darme por vencida sobreviví a mucho durante toda mi vida y lo hare igual ahora. Debo luchar y asi lo hago, limpio mi rostro con la palma reversa de mi mano. Usando toda mi fuerza golpeo mi parte trasera de la cabeza con la suya, desorientándome a mí y a el por qué rápidamente suelta mi cuerpo dándome la opción a escapar. Volteo un poco mi rostro con un dolor exorbitante en mi cabeza.
Su nariz es la más afectada porque comienza a sangrar y no me quedo con la idea de ayudarlo, ya que inserto rápidamente la llave en la cerradura de la puerta y le doy vuelta. Abro la puerta rápidamente y luego la cierro la poniéndole todo lo seguros existentes en ellas.
Deambulo hasta mi habitación con el dolor penetrante en mi cabeza. Y sin más la puerta es aporreada a golpes y variaos escenarios comienzan a reproducirse en mi cabeza trayendo el miedo a mi sistema.
-Sara abre la puerta –Grita Daimon y Lo ignoro –Se que estas ignorándome mi amor, me disculpo por lo que hice. Pero es tan difícil no tenerte y ahora que nos separaremos tengo miedo de nunca volverte a ver. – ¿Y a mi debe interesar? Eso no es escusa.
-Déjame en paz. –Grito a la puerta.
-Sara estoy siendo paciente abre la puerta si no quieres problemas.
-Lárgate. –Digo entre dientes.
Toma Aire –Corazón sé que estas molesta, pero hablemos, lo podemos resolver. –Vuelvo a ignorarlo.
-Sara abre la maldita puerta –Golpea la puerta.
-Qué diablos estás haciendo Raimon. –Menciona alguien acercándose a mi puerta.
-Esto no se quedara asi Sara. Me escuchaste, esto me las cobrare. –Murmura en voz baja.
-Nada Damon solo me estoy despidiendo de Sara. Hasta luego Sara. –Grita.
-Lo estás haciendo de nuevo.
-¿Y qué crees que hago inepto Damon?
-Acosándola. –Se van alejando.
-Debes dejar en paz la asustaras –Su voz va perdiendo. Y puedo respirar nuevamente con tranquilidad.
Antes de llegar a la puerta de mi habitación algo capta mi atención atrayendo toda mi atención. Es la fotografía de mama conmigo cuando tenía seis años. Ella y mi persona sentadas mirando hacia la cámara cuando éramos ella y yo contra el mundo. Los recuerdos de ese día aun siguen intactos en mi cabeza, aquel día un señor con bastante barba fue el responsable de la hermosa foto que aun conservando.
En aquel tiempo mama decía que era mi tío, casi siempre que íbamos a parque el estaba ahí esperándonos. Pero desapareció de un día para otro y nunca volvió i embargo mama no perdía las esperanzas porque siempre me respondía que el volvería. Sin embargo nunca lo hizo y mamá murió y yo escape.
Entro a mi habitación sobando mi cabeza y dejando el amargo recuerda atrás. Abro mi armario y cojo las cajas que se encuentran desarmadas en un rincón. Me siento en el piso cogiendo en el camino una cinta de embalaje y la ubico a mi costado para envolver el cartón cuando lo cierre. En el momento que tengo alrededor de seis cajas envueltos a mi alrededor las asegurado con la cinta de embalaje.
Estiro mi brazo agarrando la caja más pequeña que aun se encuentra vacía y comienzo a introducir cosas pequeñas, como mis perfumes, cremas corporales entre otras cosas pequeñas de uso diario que necesitare en mi nuevo hogar.
En el tiempo que estoy llenando las distintas cajas aun vacías, mi habitación se comienza a vaciar. Luego de un tiempo me doy cuenta que necesitare mas cajas entonces agarro algunas de ellas para llevarlas a la sala y dejarlas hay para agarrar otras cajas vacías que necesitare para llenarlas de más cosas.
Vuelvo a mi habitación y comienzo a desarmar mi pequeña cama para que el día de mañana no se me complique al hacerlo al llevar todo esas cajas, de igual manera el sueño se ha disipado de mi cuerpo y sé que esta de noche no podre dormir porque tendré presente en mi pesadillas aquella noche, ya que volvieron aparecer hace dos días y con el episodio de hoy las completara para que mi dulces sueños se vuelvan en un tormento. Cuando la mayoría de mis cosas están en las cajas totalmente selladas y amontonada en un rincón del departamento voy hacia la cocina.
Al visualizar el pequeño espacio que se le denomina cocina, hace que los recuerdos vuelvan a mi mente. Como aquel primer día que no tenía nada que comer solo una caja de cereal que había logrado comprar con el dinero que le había robado a mi padre. Es tan difícil darse cuenta de dolorosa realidad en que dejaste de ser esa pequeña niña hace varios años para convertirte en esa mujer que en el día de hoy tiene que afrontar su realidad, dejando atrás los distintos escenarios que atormentaron tu mente y tu día a día. Tonto verdad, pero cierto.
Camino hacia la alacena donde el café aun está guardado y comienzo a calentar un poco de agua en una pequeña olla. Luego cuando el agua está totalmente caliente la apago y vierto un poco de ella junto con el café en una taza. Comienzo a dar pequeños sorbos mientras camino hacia la sala y me siento lentamente en el único sofá, el cual sigue intacto en mi mini Living y vuelven a mí los atormentadles pensamientos de aquellos años que no he podido superar a través de los tiempos y peor ahora que mi vida se complicara con más dificultad porque trabajare las veinticuatro horas en una casa y aquellos seres o mejor expresado ellos no deben descubrir mi momento de crisis.
No debo mostrarlo, porque perderé este trabajo el cual estoy comenzando a valorar y tengo miedo porque aunque intente ser fuerte la desesperación toma lugar sobre mí y exploto. Debo despejar mi mente, debo dejar todos los malos pensamientos que solo tienen como fin cumplir la opción de volverme loca o comportarme como una persona fuera de tiempo.
Termino mi taza de mi fresco y caliente café y dejo la taza en el lavamanos. Comienzo a lavarlo esparciendo jabón sobre ella para meterla en la caja donde se encuentra las demás tazas y cubiertos. Cuando está totalmente seca la meto y sello la caja con cinta adhesiva. Agarro algunas cajas que aun están vacías y comienzo a meter lo que aun se encuentra afuera.
Cuando el reloj de mano indica la media noche dejo a un lado las cajas y miro por la ventana para despejar mi mente. Dirijo mi mirada hacia la luna que este todo su resplandor y siento como ella me va atrapando poco a poco con su luz haciendo que mi mente se traslade a otro sitio.
Miro hacia todos lados tratando de identificar en qué lugar estoy, pero es muy confuso porque a mi alrededor solo hay grande arboles y matorrales que tapan todo el esplendor del cielo. El frio se cuela entre mis huesos y el miedo comienza hacerse parte de mí nuevamente. Me giro lentamente para buscar algo que se me haga familiar, mis ojos se cierren por la inmensa luz que me ciega. En el momento que vuelvo a abrir mis ojos frente a mí se encuentra una mujer de largo cabellos rubios y rostro de porcelana que tienes sus ojos cerrados. Cuando sus ojos se abren su mirada impacta con la mía, sus ojos son de color oro. Son muy hermosos.
-Bienvenida, te estábamos esperando.
-¿Quiénes? ¿Cómo? ¿Qué? ¿Quién es usted? ¿Qué hago aquí?
-Mi nombre es Alía pero soy conocida como la Diosa Luna. Eso responde a tu pregunta – ¿Qué Diosa Luna?
-La Diosa Luna. Pero aquello no existe solo es un mito. –Que mama me contaba.
-No son mitos, yo existo y la razón de porque que te traje aquí es para decirte algo de mucha importancia. .- ¡Enserio! Ahora que me gane la lotería. Esto es ridículo.
-No quiero saberlo. Déjeme en paz. Solo dígame como salir de aquí, quiero volver a mi casa.
-Aquello no será posible. Tendrás que escucharme atentamente porque se acerca una guerra y tus estas involucrada en ella.
-¡Yo! Porque yo. No me digas estupideces.
-Porque tú eres lo que los guiara hacia la victoria. Pero no lo harás sola junto a ti estará tu mate.
-¿Mi mate? –Esto es un chiste.
-Sí, tu pareja eterna, la cual tiene como deber es protegerte y amarte hasta la eternidad.
-¿Protegerme? ¿Amarme? No digas estupideces eso no es cierto solo es un mito. Claro si eso es verdad dígame quien es.
-No puedo decírtelo. Tendrás que descubrirlo por ti misma. No obstante puedo decirte que está muy cerca de ti. Solo debes darle la oportunidad de entrar a tu corazón. El te ama. –Si no me vuelvo loca será un milagro.
-Usted está equivocada. Yo no puedo amar a nadie y nadie me puede amar a mí.
-Está equivocada. Pero cuando llegue el tiempo lo sabrás, solo no cierres tu corazón. –Ignora lo que dice.
-Pero...... -Me interrumpe.
-Solo confía.
-No puedo hacerlo. Aquello solo me ha traído dolor.
-Entonces tendrás que comenzar hacerlo, tu corazón debe ser sanado y él se encargara de darte todo lo que necesitas –Y asi como llego desaparece.
-¿Donde estas? -Grito a todo pulmón con la desesperación en mi sistema .Doy vueltas –No me dejes aquí. -
Sin haberlo previsto frente a mí aparece un lobo color negro. Su mirada impacta con la mía y sus ojos son iguales a los de aquella mujer oro puro. Sin embargo en vez de traer terror a mi ser solo me transmite tranquilidad.
El gran lobo se acerca lentamente y yo a él como si un gran imán estuviera entre nosotros. No obstante de un momento a otro aparece otra persona en nuestro entorno y aunque mis ojos aun no lo han captado mi cuerpo sí, porque se comienza a erizar. Como si supiere que avecinan problemas. Sin quitar mi mirada de los ojos del el gran ser que se encuentra frente a mí. El dirige su mirada oro atrás de mi.
Entonces yo también dirijo mi mirada hacia aquel punto y lo que veo me deja helada. Es Sian. Pero lo que mi cuerpo hace que tiemble es que en su boca aparecen colmillos llenos de un líquido carmesí que gotean sin control junto a su ropa manchada de mucha sangre. Rápidamente el lobo que estaba a mi espalda se ubica frente a mí tratando de protegerme y gruñendo al mismo tiempo.
-Entonces aquí estamos. - Pronuncia Sian –Tu junto a tu amada –Gruñe el lobo -Qué pena que no la pueda saborear, su sangre es muy apetitosa.