Capítulo 28
1557palabras
2023-06-07 04:52
>>De cierta manera de sus labios nunca se borraba aquella sonrisa. Aunque estuviera frente a su manada o por más problemas que hubiera siempre estaba feliz. Pero aquella promesa dicha por la luna estaba perdiendo su magia al pasar el tiempo. Pero sin previo aviso aquella mañana se sintió tan diferente a las otras ¿Por qué? Porque fue atacada por los que se hacían llamar guerreros de las sombras.
>>Aquellos seres eran tan pálidos como la misma leche, pero lo que confirmaba su naturalidad, era sus ojos inyectados en sangre y su olor a muerte que solo podía ser percibido por los seres sobrenaturales.
En aquel tiempo aquel hombre llamada Dave era el que representaba a su manada. Con la curiosidad y la incertidumbre hizo la pregunta aquello seres de porque estaban en su territorio. Ellos solo rieron. Uno de ellos callo y respondió. Sus palabras era soeces y frías sin sentimientos.
-¿Que es soeces?
-Significa que sus palabras las decía sin emoción, corazón.
-Haya. Entonces ellos no mostraban sus emociones cuando hablaban.
-Si corazón. Bueno siguiendo, sus oraciones esta conformadas por palabras hirientes. Que expresaban el odio hacia ellos, como que no deberían vivir. De tal manera que los hombres mitad lobos enfurecieron y todo comenzó. La pelea fue fuerte, pero lograron ganar a aquellos seres pálidos. Sin embargo, cuando Dave estaba por dar la decisión de qué hacer con aquellos seres malignos algo inesperado sucedió.
- ¿Qué ocurrió mami? –Ríe Mama.
-Entre todo el olor de la sangre de algunos heridos, un olor se alzaba entre todos ellos. Era tan fresco y delicioso. Y sin ningún inconveniente su corazón comenzó a bombear con desesperación porque sin llegar a pensarlo podía sentir su dolor y la desesperación de aquella persona. Y sin más emprendió su corrida dejando a sus guerreros con la incertidumbre de qué hacer con aquellos seres de olor repugnante.
>>Al acercar más a su objetivo el olor se hacía más fuerte. Cuando estaba a tan solo pasos de llegar sus oídos captaron un grito agudo y al estar a una distancia prudente su ira comenzó a alterarse al ver la escena que se presentaba frente al él.
>>Una chica hermosamente bella trataba de zafarse de aquel ser que olía a los mismos seres que él había derribado hacia minutos. Pero era inútil para ella salir de su agarre porque él era más fuerte que ella. Con muchísimo sigilo se posiciono tras él y desgarro su cuello de la tal manera que su cuerpo se dejó caer laxo a lado de ella. Entonces el agarro a la chica antes de que si cuerpo impacte contra el polvoriento césped.
En el momento que pasó todo el peligro su cuerpo comenzó reaccionar a su presencia. Entonces ella levanto su rostro mostrando sus hermosas facciones, pero lo que más le impresiono fueron sus grandes y redondos ojos azules cielo. Eran tan hermosos y únicos.
-Por favor no me mate –Imploro ella –Perdí mi vasto y llegue hasta aquí. Por favor no me mate. Por favor –Comenzó a lloriquear la bella mujer –Menciona mama.
- ¿Porque llora? El la salvo mami.
-Porque ella no sabía.
-Ohm.
-Entonces Dave le hizo la pregunto de ¿Cómo podía creerle? De tal manera que ella respondido con dolor que era ciega. Él se sorprendió de su respuesta, pero de igual manera sintió que aquel vacío que tanto intento llenar ya estaba lleno por la presencia de ella.
>>En aquel momento ella comenzó a volver a implorarle que la dejara ir, pero para él era fuerte dejar ir a su nueva razón de vivir. De tal manera que le propuso una condición la cual se trataba de llevarla al lugar donde vivía. Aquella chica llamada Cynthia se sintió confundida, porque, aunque no podía ver podía percibir el característico olor a sangre a su alrededor. El cual trataba de que no trajeran al frente sus ganas de vomitar.
>>Entonces el uso todas las tácticas de convencimiento para llevarla hasta su casa. Que con lo poco que le dijo ella. Era una cabaña en a la mitad del bosque donde era habitada por ella y su abuela. De tal manera que aquel hombre no se dio por vencido y comenzó a conquistarla hasta el día que ella se enteró que el hombre del cual se había enamorado era lo que tanto su abuela le había mencionado como un cambia formas, pero no sintió miedo sino más amor hacia el por qué lo poco que le había contado su abuela ellos muy fieles.
Fin.
-Mama
- ¿Qué ocurre corazón?
-No te vayas.
-No lo hare ¿Quieres que duerma contigo?
-Si mami.
Entonces ante mi desaparecen la luz que las cubría. Dejándome nuevamente en oscuridad.
Y la duda comienza a surgir en mí ser. Y aunque suena demasiado repetitivo la pregunta surge con la urgencia de saber en qué lugar me encuentro. Y sin esperarlo, de manera rápida me encuentro frente a la escena que rompe mi corazón en varios pedazos.
Delante de mi aparece mama cocinando y mi yo pequeño. Ella está sentada en la pequeña mesa color caoba tomando la deliciosa sopa de queso de mama la cual me encantaba. Entonces sin esperarlo algo entra en la escena haciendo que mi mirada lo perciba como algo que se mueve a mi derecha. Y lo sé. Es el hombre que consideraba como mi padre, pero ahora era aquel hombre que destruyo todo de mí. Se encuentra moviéndose de un lado al otro dando a conocer su embriaguez.
-Sara sube a tu habitación –Ordena mama a mi yo pequeña.
-No lo hará. La quiero a ella aquí. –Sin esperar más al intento cubrirla de él, pero al tocarla mi mano traspasa la suya.
-Mami. –Pronuncia la niña.
-Te di una orden Sara. Ve a tu habitación y te encierras –Entonces él lo hace.
-Donde crees que vas mocosa. Tú te quedas aquí. –Agarra su brazo, pero es inútil mi brazo traspasa.
-Déjala por favor –Entonces recibe otro golpe. Y por más que la quiero cubrir no puedo hacerlo y la impotencia crece ante mí.
-Nunca, recuerda. Nunca pases sobre mí, porque ella también es mi hija y voy a corregirla –Suelta su cabello y sale de la cocina a paso pesados porque su embriaguez. La pequeña se levanta ayudada a mama a levantar porque yo no puedo.
-Quiero que vayas a tu habitación y te encierres en el lugar donde estés segura. Lo entiendes Sara.
-Pero mami.
-Sara sin berrinche ahora ve a tu cuarto, cierra la puerta y escóndete. Si.
-Está bien mami.
-Entonces ve. No pierdas tiempo.
Ella Corre hacia la que es su habitación y aunque quiero detenerme a ayudar a mama es inútil, ella me arrastra. Cuando ya estamos adentro de su habitación ella ubica el seguro como mama le dijo y comienzo a dirigirse a su lugar de escondite el cual es el armario, pero yo me quedo afuera. Porque recuerdo perfectamente lo que pasara después de esto.
Entonces el estruendo de la puerta al ser azotada no se hace esperar y me preparo para lo peor. En el momento que el seguro de la puerta ya perdió su función de detener la puerta pierde la fuerza entonces se abre siendo azotada contra la pared.
- ¿Dónde estás mocosa? –Pronuncia él. Me posiciono frente al armario tratando de protegerla. Entonces mama aparece.
-No le harás daño. –Afirma ella. El solo ríe.
- ¿Que tú me vas a detener? –El vuelve a reír. –Ridícula.
Entonces sin previo aviso su mano impacta con el rostro de ella cayendo al frio piso mi antigua habitación. Corro hacia ella para protegerla, pero vuelve a hacer inútil. Me siento inútil por no poder proteger a mamá.
-No te muevas de donde estas mi amor. Yo estar estaré bien. –No es cierto.
-Mama –Y luego vienen los golpes tras golpe. Me ubico frente a ella, pero es vano porque los golpes siguen hasta que el charco de sangre se hace presente alrededor de ella. Entonces lo confirmo mama no estará bien. Entonces él se asusta y sale corriendo de mi antigua habitación con el horror pactado en su rostro. Mi yo la pequeña yo sale de su escondite caminando hacia el cuerpo inerte de mama.
-Mami –Pronuncia ella con desconfianza.
-Mi amor. –Pronuncia mama con pesar. Y las lágrimas no se hacen esperar. Ella está muriendo.
-Mami no me dejes.
-No lo hare. Recuerda nuestra promesa. Siempre estaremos juntas.
-Mama no te vayas no me dejes. –Grito. Y entonces ellos desaparecen frente a mí. Y siento como mi cuerpo cae por un barranco sin fondo, hasta que mi cuerpo cae en una silla. Deambulo mi mirada hacia todos lados tratando de identificar donde me encuentro. En el momento que mis miradas son capaces de identificar aquel lugar sé que estoy en la sala de espera de un hospital. Mi Pequeña yo está a solo dos sillas de mí y junto al ella se encuentra el señor Dones el cual muestra su desesperación al mover rápidamente sus dedos y pies.
-Familiares de Nina Hernández –Anuncia un hombre con bata blanca.
-Aquí -Se pone de pie el – ¿Cómo esta ella?
-Mi sentido pésame, pero ella no resistió a la operación. —Entonces vuelvo a al mismo episodio de hace muchos años. Ella no pudo cumplir la promesa de nunca dejarme.