Capítulo 13
820palabras
2023-05-12 14:12
El rostro de Maverick se oscureció. Su mirada penetrante se entrecerró y emanó un aura de frialdad intensa.
Parecía como si estuviera completamente aterrorizado de que Gloria lo descubriera todo.
Era obvio que se preocupaba mucho por eso.
Giselle arqueó los labios en una sonrisa juguetona. "¿Quién, yo? ¡Qué va! ¡Yo nunca podría hacer eso!"
"¡Claro que lo harías!", Maverick la empujó a un lado con fuerza. "Pero si alguna vez piensas en delatarme, te vas a arrepentir."
Giselle se tambaleó hacia atrás y se golpeó la parte baja de la espalda con el borde de una mesa cercana, provocándole un dolor sordo.
A él pareció no importarle. Rápidamente arregló su traje y recuperó su apariencia impecablemente digna, como si el hombre que había estado jadeando en su oído no fuera más que una iluisón de Giselle.
Se sentía como si el hombre que había estado jadeando en su oído hace unos momentos fuera una mera ilusión, creada por la propia mente de Giselle.
Pero ella ya era consciente del tipo de persona que era él.
La pasión que ardía dentro de él permanecía para siempre fuera de su alcance.
La única que podría alcanzarla probablemente sería Gloria.
Toc, toc, toc.
En ese momento, un fuerte golpe de puerta resonó en la habitación, lo que alertó a Maverick.
Giselle, sin embargo, no se inmutó. Su reputación no podía ser peor, que si los descubrían o no las cosas no cambiarían mucho para ella.
Pero para él no era lo mismo.
Mientras observaba la expresión tensa de Maverick, ella no pudo reprimir el placer que sentía por dentro.
"Hola, primo, soy yo", dijo Andrew desde el otro lado de la puerta.
La expresión tensa de Maverick se suavizó y luego le hizo un gesto a Giselle para que saliera de la habitación.
Al abrir la puerta se encontró con la mirada diabólica de Andrew, que ya no la sorprendía.
"Oye, ¿por qué sudas tanto? Pero si no hace tanto calor, ¿no?"
Sin hacerle caso a Andrew, Giselle salió de la escena.
Los ojos de Andrew siguieron la seductora figura de la mujer hasta que se perdió de vista. Apoyándose contra la puerta, se volvió hacia Maverick, "Caramba con esas curvas, ¡tiene que ser una bestia en la cama!"
La mirada gélida de Maverick atravesó la sugestiva sonrisa de Andrew. "¿Quieres acostarte con ella?"
"Bueno, ¿quién no querría?", Andrew se rio entre dientes sin negarlo y dijo con una sonrisa maliciosa: "Pero apuesto a que nunca lo permitirías".
Maverick tomó su encendedor y prendió un cigarrillo, una fría sonrisa se dibujó en su rostro. "No es más que una mujer cualquiera. ¿Por qué no lo permitiría?"
"Entonces no me contendré más, si es que mi primo es tan generoso", dijo Andrew entre risas.
Maverick le lanzó una mirada fría e indiferente, pero no dijo nada más.
......
Dos días después, Giselle se sorprendió por la pronta reaparición de Andrew, ya que no esperaba volver a cruzarse con él tan pronto.
Recibió una invitación repentina para participar en una sesión de fotos para la campaña promocional de un bar recién inaugurado.
Ella no tenía una ocupación fija, pero le apasionaba la fotografía. Ocasionalmente participaba en proyectos cuando estaba libre, siempre cobrando un precio muy alto.
Cuando vio a Andrew en el bar, se quedó más confundida que sorprendida.
Con un mojito en la mano, Andrew bromeó: "Te sorprendí, ¿eh?"
Después de echar una mirada satisfecha a las instalaciones, anunció: "Soy el dueño de este bar".
Giselle lo comprendió todo de golpe.
No por nada le parecía raro que la oferta fuera tan alta. Al principio ella había asumido que quién la contactó era una persona ignorante, pero resultó ser nada menos que Andrew.
Con una cámara en la mano, Giselle lucía un estilo refrescante y parecía toda una fotógrafa.
Levantó la mano y dijo: "Disculpe, está bloqueando mi vista".
Con una risa leve, Andrew se movió hacia una esquina con una copa de licor en la mano. Bebió mientras observaba a esta mujer.
Ella llevaba un vestido negro de tirantes finos con abertura alta y una chaqueta de mezclilla ligera sobre él.
Tal vez por conveniencia, su icónico cabello largo y negro estaba atado en un moño en la parte posterior de su cabeza, haciéndola parecer una estudiante universitaria.
Su figura era naturalmente sugestiva, haciendo que a Andrew le resultara difícil evitar que se le saliera la saliva.
Observó el tentador contorno de los muslos de Giselle y entrecerró los ojos, haciendo una expresión lasciva.
Giselle fue eficiente y en poco tiempo había tomado las fotos promocionales.
Al girar la cabeza, Giselle se encontró con la intensa mirada de Andrew, pero no se inmutó. Caminó directamente hacia él y le entregó la cámara. "Eche un vistazo y vea si hay algo más que quiera agregar".
Sin siquiera mirar las fotos, Andrew hizo un comentario insinuante: "Por supuesto, tengo plena confianza en tus habilidades."