Capítulo 7
854palabras
2023-05-08 10:36
Maverick trató de calmarla, "Solo fue una aventura, no te alteres".
Él y Giselle siempre estaban tonteando.
Amira estaba visiblemente furiosa. "Estás a punto de comprometerte con Gloria y aún así sigues engañándola. ¿Te parece justo?"

Maverick se mostró indiferente al responder: "No te preocupes, sé lo que estoy haciendo".
Maverick era un hombre muy mesurado y su madre lo sabía.
Amira respiró profundo y se relajó un poco.
Simplemente no podía entender qué clase de mujer era capaz de entrar tan descaradamente en casa de su hijo y encima tener una aventura con él, sobre todo cuando su compromiso era inminente.
"Asegúrate de deshacerte de esa p*rra antes de que Gloria regrese. ¡La próxima vez no la perdonaré!"
Esta última oración fue dicha en voz muy alta, obviamente con la intención de que Giselle la escuchara.

Maverick bajó la mirada y dijo: "No te preocupes, ella no se atrevería".
Después de una pausa, añadió: "Si se atreve, no la dejaré escapar".
Claramente esta amenaza también iba dirigida hacia Giselle.
Giselle se encontraba detrás de la puerta con solo una bata de baño puesta y con los brazos cruzados mientras lucía una sonrisa irónica.

¡No era de extrañar que fueran madre e hijo, su manera de amenazar a las personas era exactamente la misma! Pensó Giselle.
Amira se sintió aliviada al escuchar aquellas palabras de su hijo.
"Muy pronto será el cumpleaños de tu abuelo. Vamos a tener una cena familiar en casa. Y recuerda invitar a los padres de Gloria."
 "Está bien." El tono de voz de Maverick seguía siendo indiferente.
Amira se dio la vuelta para marcharse, pero al recordar algo regresó: "Ah, y dile al padre de Gloria que traiga a su hija mayor también. Tu abuelo lo pidió específicamente." El desprecio en los ojos de Amira era bastante evidente mientras hablaba de esa chica.
Mientras hablaba, el desprecio en los ojos de Amira era bastante evidente.
Giselle tenía mala fama en la alta sociedad de Finceland, por lo que era un misterio lo que el abuelo había visto en ella para invitarla específicamente a la cena familiar.
Después de que Amira se fue, Maverick no volvió a entrar en su habitación.
Se sirvió un vaso de agua. Miró el desorden en el suelo y le invadió un dolor de cabeza.
La ropa estaba tirada por todo el suelo, e incluso el vestido estaba rasgado.
Era de solo imaginar la urgencia que tenía en aquel momento.
Steward tenía razón, ¡Giselle era una hechicera capaz de cautivar el corazón y el alma de las personas!
Eso era exactamente lo que le dijo su amigo cuando empezó a acostarse con Giselle.
Evocaba esa fiesta en que con tan sólo un interacambio de mirada, su amigo ya confirmaba que tuviera una aventura con esa chica.
"Ni siquiera lo niegues. Basta con mirar tus ojos, que están llenos de deseo y anhelo, es obvio que estás enganchado a ella." Le susurró Steward.
Al escuchar esto, se rió un poco y dijo: "Es verdad, es muy tentadora."
Era cierto que Giselle podía hacerle perderse en sus encantos.
Saboreando cada parte de ella, no pudo detenerse una vez había comenzado.
Todos en Finceland conocían a Giselle por su fama de "p*rra". Una vez que un hombre se enredaba con ella, le era imposible salir ileso.
Para Maverick, ese comentario era bastante acertado.
Por lo menos, ya hacía mucho tiempo que se acostaba con ella y aún no se había aburrido.
En ese momento, Giselle salió de la habitación con el teléfono de Maverick en la mano. Había una llamada entrante.
"Es Gloria", esta le entregó el teléfono con una expresión tranquila.
Maverick tomó el teléfono y habló en voz suave: "¿No estás dormida?"
Eran las 10 de la mañana en Finceland, pero donde estaba Gloria ya eran las 11 de la noche.
Giselle se sentó a su lado, con el mentón apoyado en su hombro, escuchando atentamente la conversación.
"No puedo dormir", su voz se escuchaba ronca. "Maverick, te extraño..."
Giselle se quedó mirando fijamente a Maverick y se sintió algo confundida.
Cuando hablaba con Gloria, sonaba bastante tierno.
Esa ternura era algo que nunca antes le había demostrado a ella. 
Siempre había sido muy frío con ella, excepto cuando estaban teniendo s*xo.
Excepto cuando estaban teniendo s*xo.
Esto le hizo preguntarse si Maverick también podría ser tierno con ella. No le gustaba para nada la diferencia de trato que recibía.
Se sintió un poco celosa.
Giselle se levantó y fue al dispensador para servirse un vaso de agua.
Sin querer, chocó con el sillón que estaba al lado de la mesa de café y produjo un fuerte ruido.
La voz de Gloria enseguida se puso tensa, "¿Hay alguien ahí contigo, Rick?"
Maverick volteó a mirar a Giselle y tranquilamente dijo: "Sí, es la sirvienta."
Giselle rió levemente.
Claro, ella no era más que una sirvienta, y encima, le sirve a domicilio.
No obstante, en el fondo Giselle estaba muy enojada. Mientras la llamada entre Maverick y Gloria seguía su curso, se lanzó sobre él, apoyando la cabeza en su pecho y besó su manzana de Adán.