Capítulo 6
940palabras
2023-05-06 15:04
En el juego de un enfrentamiento verbal, Davina nunca había logrado ganarle a Giselle.
Así que, apretó los puños con ira mientras sus ojos ardían de furia.
Sin embargo, justo cuando Harrison apareció, Davina comenzó a quejarse entre lágrimas. "Mira a la hija que criaste, en realidad tiene una idea torcida sobre Rick".

Giselle miró a Harrison mientras las comisuras de su boca se curvaban, sonriendo de manera burlona.
Cuando una madrastra entraba en escena, un padrastro estaba obligado a seguirla.
Después de tanto tiempo, Giselle había aprendido mucho sobre ese asunto.
Desde el momento en que Davina se convirtió en su madrastra, Giselle se transformó en una huérfana sin padres.
Harrison frunció el ceño y se acercó a Giselle para darle una fuerte bofetada. "¡Niña sinvergüenza! ¿No crees que ya te has humillado lo suficiente?"
Harrison era conocido por su brutalidad, y Giselle estaba muy consciente de ese hecho.

Su claro y tierno rostro se puso rojo e hinchado, mostrando de inmediato cinco marcas de dedos, mientras que sus oídos casi se volvían sordos.
Con una mueca fría y un brillo burlón en su mirada, ella replicó: "Solo estoy siguiendo tu ejemplo. Si un padre puede engañar a su esposa mientras está amamantando, ¿por qué una hija no puede arrebatarle al prometido a su hermana?"
El rostro de Harrison se oscureció en un instante, y levantó la mano para golpearla una vez más, pero Giselle logró esquivar su ataque.
Echando humo de rabia, todo el cuerpo de Harrison temblaba mientras señalaba la puerta y gritaba: "¡Lárgate de aquí!"

Davina estaba justo detrás de él, sonriendo con satisfacción.
Giselle era una chica con mucho carácter, especialmente cuando estaba frente a alguien que no era Maverick.
Por lo que, ella decidió irse con la espalda recta, sin siquiera molestarse en girar la cabeza.
La habían echado de la casa tantas veces que ya se había acostumbrado a eso.
Davina y su hija le habían hecho la vida imposible, pero, ¡Giselle no les iba a poner las cosas fáciles! Así que, se dirigió directamente a la casa de Maverick.
Generalmente ese hombre se hospedaba en Violet Country Villa, el cual también era su lugar de encuentro privado.
Giselle irrumpió furiosa en la habitación y se derrumbó en el sofá.
Sin siquiera parpadear, Maverick miró su rostro hinchado e inflamado con calma.
Giselle no dudaba de que él jamás pondría en peligro su relación con sus futuros suegros por ella.
Era consciente de cuál era su lugar, ya que ella no era más que un simple juguete a los ojos de Maverick.
Ella no era más que un simple juguete a los ojos de Maverick.
Si alguien fuera simplemente un objeto de juego, entonces debería saber su posición sin pasar de la raya.
Sin tener en cuenta lo que él pudiera pensar, Giselle se tomó un tiempo para refrescarse antes de deslizarse sobre el cuerpo de Maverick para luego besarlo en los labios con ansia y pasión.
Maverick se mostró complacido.
Sus movimientos eran tan intensos y ardientes que ambos rodaron desde el sofá hasta el dormitorio y terminaron en una bañera.
Una hora después, Maverick se encontraba apoyado contra la cabecera de la cama, fumando un cigarrillo, mientras que Giselle jadeaba a su lado como pez moribundo luchando por respirar.
A pesar de su delicada complexión física, cada vez que lo hacían, Maverick se abalanzaba sobre ella como un lobo hambriento, dejándola medio muerta.
Después de recuperar el aliento, ella se acercó a él, y rodeando su pecho, preguntó:  "¿Me prefieres a mí o a Gloria?"
Giselle sabía que era una pregunta de vida o muerte, pero aun así no tuvo miedo de hacerla.
Maverick parecía distante, exhaló el humo de su boca y bajó ligeramente la mirada. 
"Giselle, no te sobreestimes".
Para él, Giselle no era diferente a cualquier otra mujer. A lo mucho, tenía una cara más bonita, un cuerpo curvilíneo y era un poco más coqueta en la cama.
Pero ella era una lisiada y ni siquiera era la favorita de la familia Hawk.
No podía compararse con Gloria, quien era la favorita desde la infancia y llegó a ser la bailarina principal a sus veinte años.
Con un indiferente "Ya veo", Giselle se dio la vuelta y se levantó de la cama para darse una ducha.
Justo cuando ella entró al baño, la puerta principal de la sala se abrió y Amira entró cargando su bolso.
Ella estaba por el rumbo y había decidido pasar a visitar a Maverick.
Tan pronto como entró, vio ropa esparcida por todo el piso de la sala y el sostén de encaje negro que colgaba llamativamente sobre la mesa de centro en la sala de estar.
Amira se puso furiosa al instante.
Gloria era la chica con la que estaba más que satisfecha y era su nuera ideal.
Y Ahora, justo cuando Gloria puso un pie en el extranjero, su hijo no pudo soportar la soledad y trajo a otra mujer a casa.
Amira tocó con furia la puerta del dormitorio. "¡Maverick, sal!"
Maverick frunció el ceño y apagó su cigarrillo. Se levantó de la cama y abrió la puerta, bloqueando la entrada de Amira.
Ella frunció el ceño y miró hacia el interior de la habitación, pero Maverick cerró la puerta de inmediato.
No llevaba ninguna camisa puesta, y las marcas de mordeduras y rasguños en sus hombros eran visibles en particular, por lo que, Amira enfureció aún más y lo empujó a un lado, para entrar corriendo en la habitación.
 "¡Fuera de mi camino! ¡Quiero ver quién es la p*rra que seduce a mi hijo a plena luz del día!"