Capítulo 28
1038palabras
2023-05-05 13:45
A la mañana siguiente, después de lavarme, bajé las escaleras y vi a Madison saliendo de la habitación de invitados con mala cara. Cuando me vio comenzó a mover las caderas de lado a lado para molestarme y se sentó al costado de Jayden.
—Quiero llevar a Lucas al centro comercial más tarde. Te compraré algo de ropa, ¿está bien?
—Haz lo que quieras. Despierta a Lucas y alístalo. Los dejaré en el centro comercial antes de ir al trabajo —le respondió Jayden dejando su taza de café en la mesa y limpiándose con una servilleta.
—También quiero comprar el bolso que vi hace unos días, pero no tengo suficiente dinero.
Me pregunté si estaba tratando de conseguir dinero para darle a su amante. La odié como nunca antes por ello, no sentía que Jayden se lo merecía.
Me había desvivido para ganarme su afecto, pero nunca había logrado nada, mientras que Madison lo engañaba y le mentía y la quería perdidamente.
—Compra lo que quieras —le respondió el hombre mientras le entregaba su tarjeta. Me daba pena que no supiera lo que realmente hacía la otra.
—¡Muchas gracias, cariño!
Después de eso, subió las escaleras muy animada para despertar a Lucas. Mientras estaba desayunando, le envié un mensaje a Sophia y le pedí que me hiciera un favor.
—¿Fuiste al Grupo Clinton ayer? —me preguntó Jayden de la nada.
—Sí, mi prima estaba buscando trabajo, así que la llevé.
—¿Tu padre no te dijo nada? —me preguntó mientras tamborileaba los dedos en la mesa. Dejé la cuchara a un costado para observarlo.
—No, ¿pasa algo malo?
—Se informó que el producto alimenticio de la empresa de tu padre era cancerígeno, por lo que los supermercados de Eastern Star se deshicieron de todas las existencias. Tu papá nos ha pedido que introduzcamos el producto nuevamente.
Estaba segura de que le preocupaba que mi padre me pidiera ayuda.
—Ya veo, pero es inútil que mi padre me pida ayuda —le respondí restándole importancia.
Jayden era muy bueno con los negocios. Aunque de que habían pasado cuatro meses desde que se habían reportado sobre los alimentos cancerígenos, los compradores no querían tener nada que ver con el producto. Eastern Star no se involucraría con la empresa sabiendo que era un mal negocio. Jayden nunca tomaría alguna decisión que pudiera dañar su reputación y mucho menos por mí.
—Si lo dices —susurró en voz baja antes de entrar a la sala de estar.
—Si Madison te hubiera engañado, ¿qué harías? —le pregunté cuando me dio la espalda. No sé por qué dije eso, pero tal vez solo quería que estuviera mentalmente preparado. A pesar de todo, no quería verlo triste.
—Eso nunca va a pasar —me aseguró con el cuerpo tenso, pero lastimosamente, ya había pasado. Tiempo después, me di cuenta de que no había entendido sus palabras adecuadamente.
Pensé que Ethan no vendría a mí en busca de ayuda porque sabía que me había divorciado de Jayden. Pensé que consideraría el tema demasiado engorroso para molestarme.
Inesperadamente, recibí una llamada en la tarde de él diciendo que mi abuelo había venido a Plotin y ahora estaba en su casa. Me despedí inmediatamente de Jasmine y me fui a buscarlo. Mi abuelo no sabía nada de la muerte o el divorcio de mi madre y no quería que mi padre dijera algo estúpido.
Cuando llegué a la casa de Clinton, Ethan le estaba sirviendo té a mi abuelo.
—No se preocupe, señor, tome el té y descanse.
—Abuelo, ¿por qué viniste tan de repente? —le pregunté con nerviosismo mientras me sentaba a su costado. Mi abuelo estaba cansado y se le podía ver en el rostro.
—¿Tu padre me pidió que me encontrara con ustedes aquí? Pero me han dicho que tu madre está en el extranjero.
—Sí, mamá está en el extranjero —le dije con un nudo en la garganta. Después de estar sentados en el tren por tanto tiempo, mi abuelo estaba exhausto así que terminamos de conversar y subió a descansar.
Luego de asegurarme de que se había ido, me voltee hacia mi padre con frialdad.
—¿Por qué lo trajiste?
—Mia, ¿estás embarazada de Jayden? —me preguntó en su lugar.
—No —le mentí a lo que él simplemente me sonrió antes de acercarse.
—No me mientas, sé que debe ser Jayden, ¿puedes pedirle que ponga nuestro producto en venta y que nos rente algunas tiendas?
—Imposible, no creo que quiera hacerlo. Lo que deberías hacer es ganarte la confianza de ellos de nuevo antes de pedirles que vendan tu producto. No es bueno para la compañía que seas tan temerario —le dije con las manos apretadas.
Si hubiera sido un problema menor, sería posible volver a entrar al mercado después de cuatro meses, pero había sido un tema muy serio. Además, los mercados de Eastern Star solamente vendían lo mejor de lo mejor. ¿Cómo iban a aceptar el producto de una empresa con un pasado tan controversial?
Ethan se avergonzó, pero siguió intentándolo.
—Nos hemos asegurado con el departamento de relaciones públicas de mejorar nuestra imagen. No volverá a suceder en el futuro, la única razón por la que sucedió fue porque compraron a nuestros empleados.
—Bueno, lo que sea, iré con el abuelo. Cuando despierte, nos vamos —le dije mientras me levantaba del sofá.
Mi padre lo había hecho venir por las puras.
—¡Mia!
—¿Acabas de mencionar a Jayden? —me preguntó deteniéndome en el proceso.
—Señor Clinton, por favor, suélteme. Estamos divorciados, ¿por qué me escucharía?
—Estás embarazada, ¿no? Estoy seguro de que podrías pedirle algo —me dijo mientras señalaba mi barriga.
—Te he dicho que no, además, son negocios. Si quieres hablar con él, ve a su oficina en Eastern Star.
—¿Por qué estás siendo tan difícil? Te advierto que si no lo haces, nunca dejaré que te lleves a tu abuelo y le diré todo —me amenazó. Lo miré con incredulidad, nunca hubiera esperado que usara a mi abuelo para estas cosas.
Al final, sus palabras de arrepentimiento eran una mentira, solo me las había dicho por el dinero.
—¿Te estás escuchando? Si no hubiera sido por mi abuelo, nunca tendrías lo que tienes ahora. ¿Cómo lo estás usando para amenazarme? —le espeté con rabia.