Capítulo 59
906palabras
2023-05-22 18:45
CAPITANA
Primera vez que el equipo se concentraba antes de un partido. Paula Cortes nos pidió, riéndose, traer pijamas y cepillos de dientes. MI mamá me hizo la maleta pero mi papá le pedía que metiera todo. -No te olvides de su jabón, su salida de baño, sus chancletas, sus peines, pon sus buzos, ese rosadito que le queda muy bonito-, metía sus manos constantemente, pero mi madre le pellizcaba.
-Déjame a mí, Roger-, renegaba ella, acomodando todo con cuidado.
-La Federación nos dio los buzos y la ropa de concentración-, le insistía a mi padre, pero él decía que no era suficiente. -¿Y si te mojas? No, no, no. Después te vas a resfriar. Joana pon más camisetas-, se molestaba.
Como siempre, Mofeta es el que más sentía mi ausencia y lloraba, en mi rezago.
-Solo serán tres días-, le decía besando su naricita y él me lamía triste.
Nos concentramos en el comité olímpico. Mis padres me dejaron en la puerta del edificio. -Te llamo en la noche-, me dijo lloroso mi padre.
A Melissa Rodríguez le dio mucha risa. -Se despide como si te fueras a la Luna-, se divirtió conmigo.
Después de cenar, Paula nos acomodó de tres en tres. Me tocó compartir mi cuarto con Leslie y Vanessa. Me correspondió la cama de en medio.
-No vale, protesté, a mí me gusta ver la ventana-
Pero Leslie y Vane ya estaban tumbadas a los costados. -Quien llega al último se queda al medio-, bromeó Vane.
-Eso no rima-, protesté tirándole un almohadazo a la nariz. Vanessa me tiró su peluche, un oso grandote.
-No seas mala perdedora-, echó a reír alborozada.
La televisión fue otro problema. Leslie quería ver películas, Vanessa los deportes y yo las novelas turcas que me chiflan. Nos gritábamos, nos jalábamos los pelos y nos damos de almohadazos.
Katty, que también se concentró con el equipo, furiosa por el escándalo, intervino salomónicamente para terminar las peleas. -La que gane en yakempó, tiene el televisor dos horas, luego sigue la otra y finalmente la última y de nuevo vuelven a regirla-, nos ordenó.
Leslie nos ganó a Vane y a mí y luego Vanessa me derrotó con una tijera corta papel que me dejó picona. ¡¡¡Me perdí mi novela favorita!!!
Ya era muy de noche, estaba cansada y quise dormir pero Leslie y Vanessa se habían enfrascado en una larga conversación de que si había hombres guapos en el planeta Kepler-22b donde se supone hay agua.
-Ay, imagínate, que sean lagartos, con una cola inmensa y sus ojos grandotes como sapos-, decía Vanessa estrujando la almohada.
-Podrían que tengan dos genitales, ¿te imaginas? guau-, se entusiasmaba Leslie.
-Los Kepler-22b son cucarachas gigantes, eso ya está comprobado-, quise zanjar su discusión para poder dormir.
Las dos se sorprendieron. -¿Cómo sabes?-, me miraban absortas.
-Porque cucarachas les voy a poner en sus camas si no me dejan dormir-, renegué y me dieron de peluchazos y almohadazos.
Katty tuvo que venir a despertarme. Ya todas estaban desayunando y yo me quedé dormida por la taaaaaaannnn interesante plática de Leslie y Vanessa sobre los aliens. -Ya no quedan tostadas-, me dijo zarandeándome.
Me puse furiosa. -Ay qué malas son esas chicas-, renegué.
Me bañé, me puse la ropa de concentración y bajé con mis pelos mojados.
-¡Multen a la capitana por tardona!-, gritó Melissa. Todas rieron. Me puse roja.
Me sirvieron jugo de papaya con plátano y leche, tostadas y panecillos con mermelada.
-Las argentinas también están concentradas aquí, las vi anoche, son grandotas-, me contó la pitcher Margot Takeshi.
Sorbí el jugo. Estaba delicioso. -No hay problema, hagamos nuestro juego-, le dije limpiando mi boca con la servilleta.
El primer partido era a las tres. Paula Cortés nos reunió en la sala de conferencias y nos detalló la estrategia. Las bateadoras serían Vane y Fernanda López. Takeshi seguiría de pitcher y Melissa y Leslie las jardineras centrales. En las otras bases estarían la rubia Heather Simpson y Estela Berrocal, y la catcher Doris Méndez.
No me había mencionado. Me incomodé y miré a Vane. Ella alzó sus hombros desconcertada.
Después de un rato Paula anunció que jugaría como short stop. Me sorprendí.
-¿Está segura, entrenadora?-, pregunté.
-Sí, Fernanda pasará a batear-, subrayó.
-Yo nunca he sido short stop, entrenadora-, acomodé mis pelos absorta.
Sorry, no les conté que es short stop. Es la posición entre la segunda y tercera base y es considerado el nervio de todo equipo que juega softbol. La misión es recoger la pelota del bateador rival. Es indispensable mucha habilidad, rapidez y precisión para detener la pelota y evitar que el equipo contrario haga una carrera.
-Hoy lo harás-, subrayó y dio por terminada la charla, dejándome con muchas dudas
Almorzamos, algo frugal, a las 11, y luego, el bus llegó a la 1 y 30 para llevarnos al diamante. Me puse el uniforme, la gorra, lleve mi bate y mi guante. Leslie me hizo una cola con mi pelo. -¿Por qué lo tienes tan largo?-, me regañó.
-Así le gusta a su novio-, dijo Vanessa alistando también sus cosas.
-Los hombre siempre piensan que somos muñecas-, se quejó Leslie.
Justo me llamó Marcio.
-Hablando del rey de Roma-, dijo Vane haciendo globos con su chicle.
-No puedo ir al estadio, tengo que estudiar para el examen. Me cuentas, un besote enorme en tu rica boquita-, me dijo.
-Y de remate, cursi-, echó a reír, confianzuda, Leslie.